(Minghui.org) La epidemia del coronavirus no ha detenido al partido comunista chino de perseguir a los practicantes de Falun Dafa por su fe.

De acuerdo con la información recogida por Minghui.org, las autoridades de las provincias de Shandong, Jiangxi, Hebei, Liaoning, Guizhou y Jilin están llevando a cabo sesiones de lavado de cerebro para lograr una "completa 'transformación" de los practicantes locales.

En la provincia de Guizhou, las autoridades locales emitieron un "plan de salida cero", en el que intentan obligar a todos los practicantes a abandonar su creencia para finales de este año. Los oficiales están visitando a todos los practicantes de su lista diciendo que si bien el gobierno está siendo permisivo con ellos ahora, impondrá un castigo severo si los practicantes se niegan a renunciar a su fe.

En la ciudad de Linghai, provincia de Liaoning, se informó que el comité de asuntos políticos y legales, un organismo extrajudicial encargado de la persecución a Falun Dafa, reservó espacios para varias sesiones de lavado de cerebro y elaboró listas de los practicantes que serían enviados allí.

En la provincia de Hebei, el condado de Huaian realizó una sesión de lavado de cerebro en marzo y el condado de Zhangbei otra en abril. Se ha confirmado que nueve practicantes del condado de Zhangbei fueron obligados a asistir a la sesión durante cinco días.

Aunque algunos practicantes no fueron enviados a las sesiones de lavado de cerebro de inmediato, fueron acosados y amenazados por las autoridades de que serían obligados a asistir si no renunciaban a su fe.

En el condado de Jishui, provincia de Jiangxi, la policía local llamó y visitó a los practicantes entre mediados de marzo y principios de abril, ordenándoles que respondieran un cuestionario para determinar si seguían practicando Falun Dafa.

En el condado de Kangping, provincia de Liaoning, las autoridades locales tomaron la lista de practicantes que habían elaborado al inicio de la persecución y acosaron a cada uno de ellos entre el 14 y el 16 de marzo, a pesar de que algunas de estas personas no habían practicado durante años.

Los funcionarios del condado de Kangping amenazaron a los practicantes con que, si no firmaban las declaraciones de renuncia, no se les permitiría trabajar a ellos ni a sus hijos. Los oficiales también amenazaron con quitarles las tierras de cultivo que el gobierno les había asignado a algunos practicantes que son agricultores. También pidieron información sobre los familiares de los practicantes y sus números de teléfono. La mayoría de los practicantes se negaron a cumplir con esas demandas.

Entre febrero y abril de 2020, las autoridades de la ciudad de Dehui, provincia de Jilin, también acosaron a los practicantes, recogieron su información personal y exigieron saber si todavía practicaban Falun Dafa.