(Minghui.org) Leo Tolstoi, a menudo referido como uno de los más grandes autores de todos los tiempos, escribió una vez: "Todas las familias felices son iguales; cada familia infeliz es infeliz a su manera". Mucha gente ha encontrado esta frase provocadora, ya que podrían relacionarla con sus propias vidas.

Las siguientes son historias sobre varias familias alemanas, que por una razón u otra, estaban separadas o casi desintegradas. Sin embargo, después de que un integrante de la familia comenzó a practicar Falun Dafa, los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia resolvieron las disputas familiares y armonizaron las relaciones hogareñas.

Madre e hijo unidos después de 8 años

Milena contó: "Durante bastante tiempo, fui una madre soltera y mi familia era mi hijo y yo". Milena vive cerca de Düsseldorf, Alemania. Su vida se hizo añicos de nuevo cuando su hijo tenía 30 años.

"Tenía una nueva novia", ella dijo: "y la vi tres veces". Entonces un día, sin ninguna advertencia, mi hijo anunció que se distanciaría de mí. Eso me rompió el corazón. Me enfadé mucho y esperaba que las súplicas ayudaran, pero nada funcionó. Desde entonces desapareció de mi vida, sin siquiera devolverme los saludos de cumpleaños o Navidad".

"Ese tiempo fue extremadamente doloroso", añadió Milena. Varios años después, ella se puso gravemente enferma y se preocupó de que la mala salud le costara su trabajo. Viendo su frustración y desesperación, una amiga le recomendó que probara la práctica de cultivación de Falun Dafa (Falun Gong).

La práctica no solo mejoró milagrosamente su salud, sino que también cambió su perspectiva de la vida.

Explicó: "Ya no estaba resentida con mi hijo. De Falun Dafa aprendí sobre la relación kármica y ya no quería discutir y ver quién tenía razón y quién no. Después de todo, estas cosas sucedieron debido a mi yeli (karma), y lo más importante es seguir mejorando".

Dadas estas nuevas percepciones, Milena se volvió más abierta de mente. Empezó a introducir la práctica a otros esperando que se beneficiaran como ella. "Un día mientras hablaba con alguien sobre Falun Dafa, de repente pensé en mi hijo. Para ese entonces, ya habíamos estado fuera de contacto por 8 años, dijo: "Ahora mismo, puedo recomendar fácilmente algo tan bueno a mis amigos y extraños. Pero, alguien cercano a mí en mi vida todavía no sabe nada de esto, hay algo malo aquí".

Milena decidió intentarlo. Sabía que su hijo había creado un sitio web que tenía su información de contacto, aunque nunca visitó la página web, preocupándose de que hacerlo solo añadiría más dolor. Esta vez, sin embargo, el sentido de la responsabilidad venció su miedo y tomó el teléfono.

"Para mi sorpresa, todo salió bien después. Mi hijo estaba emocionado de escuchar mi voz de nuevo y charlamos durante más de dos horas", dijo Milena. En conversaciones posteriores, descubrió que su hijo se había sentido culpable todos estos años. También se sorprendió de que su madre no lo culpara por haberla abandonado en aquel entonces, y en cambio se conectara con él de nuevo.

Practicar Falun Dafa ayudó a Milena a reunirse con su hijo después de 8 años

Al escuchar que este cambio se debía a Falun Dafa, él tenía mucha curiosidad por saber más sobre ello. Varias semanas después, conoció a muchos practicantes durante un evento de Falun Dafa, y estaba orgulloso de que su madre también fuera practicante. "Aunque mi hijo ya está en sus 40 años, me abrazó fuertemente como un niño y gritó en voz alta, '¡Esta es mi mamá!'", dijo Milena, "Me conmovió mucho, porque nunca soñé que pudiéramos restablecer nuestra relación".

Las discusiones entre los hermanos se apaciguaron

Lorenz, el mayor de sus hermanos, tiene un hermano pequeño y cuatro hermanas menores. Cuando sus padres planearon poner sus tierras y su granja a su nombre a un precio bajo, todos los hermanos estaban de acuerdo excepto una, que se opuso firmemente.

"Si no hubiera practicado Falun Dafa, me hubiera enojado mucho, porque esa fue una decisión tomada por mis padres, y también funcionó para mí", dijo Lorenz. Pero Falun Dafa le ha enseñado a ver los asuntos desde un ángulo diferente y a ser considerado con los demás. Esa hermana enumeró varias razones extrañas, tratando de impedir la operación, mientras que otros hermanos dijeron que solo debían escuchar a sus padres.

Lorenz retiró el contrato de transferencia y le dijo a los demás que esperaría hasta que no hubiera ninguna objeción de la familia. Dijo que llevaría una vida normal sin importar ese activo. Además, recordaba bien las enseñanzas de Falun Dafa, "si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Esa hermana no habló con Lorenz durante mucho tiempo, pero más tarde pudieron llevarse bien como de costumbre. Otros miembros de la familia, todos cristianos, también se sorprendieron de que Falun Dafa pudiera cambiarlo tanto. Sin sus enseñanzas, sabían que él podría haber contratado a un abogado para luchar por esto. Esto hizo que se interesaran en lo que Lorenz está practicando, así que leyeron el material informativo de Falun Dafa.

El cambio de un marido alcohólico

Ursula, de Alemania central, solía estar deprimida porque su marido tenía mal genio y también peleaba con otros. "Cada vez que salía con él, siempre estaba nerviosa", recordaba. Esto se debe a que si su marido bebía demasiado y se peleaba con los demás, no había manera de parar eso. "Lo único que podía hacer era esperar a que se pusiera sobrio y hablar con él", dijo. Debido a esto, la pareja frecuentemente discutía.

Ursula escuchó y comenzó a practicar Falun Gong. Fue el comienzo de la persecución del partido comunista chino (PCCh) en China. Al notar que muchos periódicos alemanes publicaban informes negativos sobre Falun Gong, usando información proporcionada por fuentes de medios del PCCh, su esposo comenzó a preocuparse. Un día, cuando él trató de impedir que ella asistiera a un evento de Falun Dafa, Ursula le dio dos conferencias del Sr. Li Hongzhi, el fundador de la práctica: Enseñando el Fa en la Conferencia en Europa y Enseñando el Fa en la Conferencia en Suiza. "Leelas y luego hablaremos de esto", sugirió ella.

Después de leer las conferencias, su esposo supo que la propaganda del PCCh sobre Falun Gong era mentira. Curioso sobre qué más estudiaba su esposa, él comenzó a leer Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Gong. Un día, cuando se iba de vacaciones durante el fin de semana, vio un Buda gigante en la cima de un bosque de pinos, de unos 30 metros de altura. Al crecer en una familia católica, solo entonces supo que los Budas existen.

Habiendo leído Zhuan Falun tres veces, está de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y ha dejado de luchar con otros. "También siente mucha lástima por aquellos a los que ha golpeado en el pasado", dijo. Ursula también está aliviada, porque ya no pelean.

Ursula está muy agradecida de que Falun Dafa le haya dado una vida feliz

Derritiendo el hielo de 15 años

Sonja de Austria se desvinculó de su padre hace 15 años. Desde la infancia, todo lo que ella recordaba de él era que se emborrachaba y se ponía violento. Cuando tenía 14 años, su madre pidió el divorcio y la sacó del ambiente traumático.

Después de crecer, Sonja oyó hablar de Falun Dafa por su amiga y comenzó a practicarlo. Con un mejor entendimiento de las deudas kármicas, se dio cuenta que el sufrimiento que experimentó durante su niñez podría estar relacionado con su yeli (karma). No solo fue capaz de dejar esos recuerdos dolorosos, sino que también trató de perdonar a su padre. Como resultado, se calmó y alegró.

Un día, pensó en su padre y decidió conocerlo. "Después de todo, ahora soy una practicante y debo decirle lo maravilloso que es Dafa", se dijo. Condujo hasta el lugar donde vivía, pero el viaje no fue tan sencillo. "Era como si todos los días aterradores que había dejado atrás volvieran a mí", dijo.

Sin embargo, se las arregló para llegar allí. Como de costumbre, su padre no se disculpó por el pasado. Sonja se encontró todavía molesta con él. El sentimiento era tan fuerte que casi quería discutir con él sobre eso. "Como practicante, sin embargo, sé que tengo que tener paciencia. No fue fácil, pero fui capaz de hacerlo", explicó.

Desde entonces, Sonja visitaba a su padre regularmente y compartía su alegría de practicar Falun Dafa. Su padre también cambió mucho y pudo llevarse mejor con los miembros de la familia. "Cada vez que iba allí, siempre se veía muy feliz de verme", agregó Sonja.

Recordando esos años, y los recientes progresos que ha hecho, está muy agradecida. "Como practicante de Falun Dafa, he encontrado una clave que puede resolver los asuntos familiares", dijo: "Es decir, seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y ser verdaderamente considerada con los demás".