(Minghui.org) He notado que, en medio de la epidemia del Coronavirus, más y más gente está dispuesta a escucharme y a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Atribuyo estos resultados al hecho de que soy más consciente que nunca de la necesidad y urgencia de aclarar la verdad al mayor número de personas posible. Siento que el tiempo que se nos ha dado a nosotros, los practicantes, para cultivarnos y salvar a los seres conscientes es cada vez más corto.

Me siento mal al ver a tanta gente morir por el virus, ya que sé que muchos de ellos podrían salvarse.

Estos días, casi a diario, he estado hablando con la gente acerca de renunciar al partido. Como vivo en un pueblo céntrico, me es fácil ir a los pueblos de los alrededores para contarle a esa gente sobre la persecución del PCCh a Falun Gong.

A veces me paro frente a la entrada de mi edificio y converso con los transeúntes, sin importar si los conozco o no. A los pocos minutos de hablar con una persona, trato de dirigir la conversación para acabar hablando de renunciar al PCCh.

Con la crisis del Coronavirus asomando sobre la cabeza de todos, parece más fácil que nunca aclarar la verdad. Por supuesto, siempre me encuentro con gente que se niega a escucharme o que no me cree. Esto es normal, y no me disuaden en absoluto.

He notado que algunos practicantes han retrasado sus esfuerzos de clarificación de la verdad. Intento animarlos, pero algunos me dicen: "Ahora es más difícil que nunca hablar con la gente". Creo que parte del problema es que están demasiado desmotivados a causa de aquellos que se niegan a escuchar.

Solía estar muy nerviosa por el uso de celulares para instar a la gente a renunciar al partido. Sin embargo, en los últimos dos días, he estado usando el teléfono de mi marido para enviar mensajes a través de los medios sociales, y los resultados han sido muy buenos.

¡Me he dado cuenta de que hay muchas opciones posibles para salvar a los seres conscientes, siempre y cuando tengamos el corazón para hacerlo!

¡Me siento feliz sabiendo que el Maestro siempre me está protegiendo, en cada paso del camino!