(Minghui.org) Una mujer de 70 años de edad ha sido forzada a vivir lejos de casa durante ocho meses para evitar ser encarcelada por su fe en Falun Gong, una antigua disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Li Zhenlian de la ciudad de Taian, provincia de Shandong, fue detenida después de ser reportada por hablarle a la gente sobre Falun Gong en un mercado de agricultores el 23 de septiembre de 2016. La policía registró su bolso y confiscó sus materiales de Falun Gong. Fue liberada bajo fianza por la noche después de que su familia pagó una fianza 1.000 yuanes a la policía.

Dos años después, la policía llamó a la puerta de La Sra. Li el 10 de septiembre de 2018. Como se rehusó a abrirles la puerta, la policía le cortó la luz durante dos días. Gritaba por la ventana a sus vecinos para decirles sobre la persecución. La policía le volvió a conectar la electricidad.

Dos oficiales de la división de seguridad nacional fueron a la casa de la Sra. Li el 12 de septiembre y le dijeron que su caso de hace dos años había sido reabierto.

La policía presentó el caso de La Sra. Li a la procuraduría de la ciudad de Feicheng el 16 de enero de 2019. Fue acusada y su caso fue reenviado al tribunal de la ciudad de Feicheng ese mismo día y, el juez asignado a su caso también le concedió la condición de fianza.

La Sra. Li compareció ante el tribunal el 1 de abril de 2019. Se le ordenó regresar al tribunal el 26 de abril de 2019 para verificar cierta información. Cuando se presentó el 26 de abril la policía la forzó a que se sometiera a un examen físico antes de llevarla al centro de detención de la ciudad de Taian. Allí, la policía anunció su veredicto dado por el tribunal el 1 de abril y fue sentenciada a 3,5 años de prisión y a una multa de 20.000 yuanes.

Pero, dada la condición médica de La Sra. Li, el centro de detención se negó a admitirla. La policía tuvo que devolverla a su casa.

Un funcionario del tribunal llamó a la Sra. Li en mayo de 2019 y le ordenó que cumpliera condena en la prisión. Para evitar la persecución, la Sra. Li dejó su casa y se encuentra desplazada desde entonces.