(Minghui.org) El sitio web Minghui.org recientemente confirmó que un residente de la ciudad de Jinhua, provincia de Zhejiang murió en octubre de 2015 luego de sufrir años de persecución por su fe en Falun Gong. Tenía 48 años y lo sobreviven su esposa y su pequeña hija.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una milenaria disciplina espiritual y de meditación perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

El Sr. Tong Jianhong era gerente en la oficina de transporte de Jinhua. Comenzó practicando Falun Gong con su esposa, la señora Wang Jinxing, en 1997. Era una práctica común en ese momento que sus colegas recibieran regalos de sus subordinados durante las inspecciones de trabajo, pero el señor Tong se regía por los principios de Falun Gong “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, y nunca aceptó regalos.

Con el inicio de la persecución, el Sr. Tong y la señora Wang fueron a Beijing en julio de 1999 para apelar por el derecho de practicar Falun Gong. Los pararon en Tianjin luego de que la policía les encontrara material relacionado con Falun Gong. Los funcionarios en Jinhua viajaron casi 1.500 kilómetros hasta Tianjin para llevarlos a casa, y les exigieron pagar 8.000 yuanes para cubrir los costos de viaje. La policía también registró su casa y confiscó sus libros de Falun Gong.

La pareja fue arrestada en octubre de 2000 mientras colocaban carteles de Falun Gong. El señor Tong fue puesto en libertad bajo fianza luego de permanecer detenido durante un mes en el centro de detención de la ciudad de Jinhua. Lo degradaron en su trabajo y lo enviaron a una estación de peaje en un área suburbana. Sus colegas y supervisores también vigilaban sus actividades diarias.

Como solo podía regresar a su casa los fines de semana y su esposa todavía estaba detenida, tenía que pedirle a un familiar que cuidara de su hija, que tenía menos de 6 años en ese momento.

A la señora Wang le dieron dos años en el campo de trabajos forzados de Moganshan luego de estar detenida dos meses. Era vigilada en todo momento por las reclusas, que a menudo la insultaban y la humillaban. Debido a que ella no renunció a su fe, la forzaban a permanecer muchas horas parada y le prohibían ducharse en el caluroso verano. Las autoridades le tomaban muestras de sangre con frecuencia sin ofrecerle ninguna explicación. No se le permitió reunirse con el señor Tong durante todo el plazo que permaneció allí.

Antes de que liberaran a la señora Wang, el señor Tong fue arrestado dos veces más, en abril de 2001 y mayo de 2002, y enviado al centro de lavado de cerebro de Shimen Farm.

Debido a que él se rehusó a escribir su renuncia a Falun Gong, las autoridades lo extorsionaron para que les entregara 8.000 yuanes en concepto de “honorarios” por las sesiones de lavado de cerebro.

Al señor Tong lo enviaron al centro de lavado de cerebro una vez más en mayo de 2004, menos de dos años luego de que la señora Wang volviera al hogar. La señora Wang y su hermana, señora Wang Jinxong, que también practica Falun Gong, fueron asimismo arrestadas.

Luego de 24 horas de interrogatorio en la estación de policía, la señora Wang y su hermana fueron transferidas al centro de lavado de cerebro e interrogadas durante diez días más. La policía registró sus casas varias veces y encontraron una caja con materiales de Falun Gong. Las hermanas luego fueron puestas en detención criminal y a cada una les dieron dos años en el campo de trabajos forzados Moganshan en junio.

Desde ese momento, el comité local de residentes y la policía constantemente acosaban a la señora Wang y a su esposo, especialmente en días delicados. Los guardias de seguridad en su vecindario seguían de cerca sus actividades diarias.

El último arresto del señor Tong ocurrió camino a su casa luego del trabajo en abril de 2015. Las autoridades lo llevaron a una sesión de lavado de cerebro que tuvo lugar en un hotel del lugar, sin que le informaran a la señora Wang. Ella lo buscó toda la noche en vano. Solo al denunciar su desaparición a la policía al día siguiente, se enteró de que lo habían detenido.

La señora Wang y su hija fueron al hotel a buscar que liberaran al señor Tong y casi quedan arrestadas también.

El señor Tong ya había empezado a experimentar problemas de salud antes de ser arrestado. Pese a su condición física, el personal del centro de lavado de cerebro insistió en dejarlo detenido.

Su salud se deterioró rápidamente. Había perdido mucho peso y, a los veinte días, era incapaz de caminar. Le diagnosticaron cáncer de estómago en estado avanzado el 4 de mayo de 2015 y murió en octubre.