(Minghui.org) Tengo más de 80 años y vivo solo. Durante un tiempo, tuve la visión borrosa en un ojo y no podía leer los libros de Dafa, así que le pedí ayuda a Shifu.

Un día, una ráfaga de viento sopló en mis ojos haciéndome sentir ligeramente incómodo, pero lo ignoré. Alguien me dijo unos días después que tenía algo en el ojo. No le presté atención y continué estudiando el Fa, haciendo los ejercicios, y enviando pensamientos rectos como siempre.

Después de leer el Fa, una cosa pequeña, redonda blanca salió de mi ojo y cayó sobre mis lentes. Me di cuenta de que Shifu había eliminado mi yeli y mi visión se recuperó. Lloré, puse mis manos juntas y agradecí a Shifu.

Olvidándome cómo leer

Una vez, no podía reconocer los ideogramas cuando intenté leer el Fa. Me puse ansioso y dije: “Shifu, ¿qué debo hacer? No puedo reconocer los ideogramas chinos, pero tengo que leer el libro”. Intenté llamar a varios practicantes, pero no podía marcar sus números, y tuve que intentar varias veces para poder llamar.

Un practicante vino a mi casa. Lloré y le expliqué la situación. El practicante sugirió que envíe pensamientos rectos.

Después de enviar pensamientos rectos, me sentí mejor. Logré leer lentamente Zhuan Falun un ideograma por vez. Continué estudiando el Fa esa noche hasta que logré leer normalmente de nuevo.

Recobrando confianza

Mis pies estaban muy débiles al día siguiente, lo que me dificultaba caminar. De por sí ya me costaba caminar normalmente debido a una herida en la pierna por la cual me colocaron una placa de acero. Continué estudiando el Fa en casa.

Al día siguiente era el estudio del Fa en la casa de un practicante y no quería perderme este buen ambiente de xiulian. Aunque me costaba caminar, me las arreglé para caminar lentamente hasta la estación de autobuses.

Estudiamos dos lecciones de Zhuan Falun por la mañana e hicimos los ejercicios por la tarde. Me sentí mejor y decidí caminar de regreso a casa, unas 5 paradas de autobús. Camino a casa, continué recitando el poema de Shifu:

“Rápido como un rayo, elevándose a alturas cósmicas
Poderoso como un trueno, llegando más allá de los cielos
Barriendo todo el cosmos, ningún lugar queda afuera
Eliminando juntos todos los desviados y los deteriorados”

(Pensamientos rectos, Hong Yin IV)

Después de recitar el Fa, sentí que mi cuerpo recuperaba fuerza. Todo volvió a la normalidad para el momento en que llegué a casa. Gracias Shifu por su fortalecimiento compasivo.