(Minghui.org) En julio de 2018, todo lo que comía tenía un sabor insípido y desagradable, y no tenía apetito. Esto duró alrededor de cuatro meses.

Un día tuve una idea:

“Come pero no saborees—
La boca libre de apegos” (En el Dao, Hong Yin).

Me iluminé que ya era tiempo de eliminar el apego a la comida. También me di cuenta de que era un estado que reflejaba mi energía externa.

El Maestro dijo:

“Nuestro método de gong es uno en el cual el Fa refina al individuo. Por lo tanto, siendo un método de gong en el cual el Fa refina al individuo, algunos estados emergen desde el gong y desde el Fa. Durante el curso del refinamiento de gong, en diferentes niveles aparecen diferentes estados. Entonces, un día o después de mi clase de hoy, algunos entran en este estado: no pueden comer más carne; al olerla, apesta, y cuando la comen quieren vomitar. No es que alguien te controle artificialmente para que no la comas o que tú te controles para no comerla, sino que esto proviene del interior de tu corazón; al llegar a este nivel, como consecuencia del reflejo del gong, ya no puedes comer más carne; incluso si realmente la tragas, la vomitas de verdad” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

No pensé mucho en esto y no comía carne cuando no podía. Algunas veces, no me sentía hambrienta cuando estaba demasiado ocupada y no comía. Con el tiempo adelgacé, pero no me preocupaba. Seguí haciendo lo que tenía que hacer. Cuando la gente me preguntaba: "¿Cómo es que has perdido tanto peso? ¿Estás bien?". "Estoy bien. Estar delgada no es gran cosa mientras me sienta saludable", respondí con calma.

Otra vez, me encontré con mucha gente que sabía que yo practicaba Falun Dafa. Uno dijo: “Has perdido más peso”. Le manifesté: “El Maestro está ajustando mi cuerpo. Mis piernas están más delgadas ahora, lo que me facilita el cruzar las piernas en la posición de doble loto. ¡Es grandioso!”.

Otra persona señaló: “He querido perder peso, pero no he sido capaz de hacerlo. Mira, has seguido expulsando las cosas malas de tu cuerpo y absorbiendo las buenas". Me sorprendió oírla decir eso. ¿Me estaba dando el Maestro una pista a través de sus palabras? El Maestro indudablemente estaba tratando de purificar mis cosas más superficiales.

Continué haciendo las tres cosas cada día. Alguien una vez dijo que el color de mi rostro no se veía bien. En casa, me miré al espejo y vi que ese era el caso. Esto sería normal para una persona común después de tres meses de no comer bien, pero yo era una practicante –mi rostro no debería ser así. Estaba convencida de que cambiaría muy pronto.

De hecho mi tez cambió una semana después. Las personas a menudo comentaron: “Tienes un buen estado de salud. Tu cutis se ve muy bien. No parece que estás en tus setenta”. Incluso algunos quisieron aprender Falun Dafa después de verme.