(Minghui.org) Desde diciembre de 2018, a una residente del condado de Ningcheng, Mongolia, se le negaron las visitas familiares mientras cumplía una condena de tres años por no renunciar a su fe en Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Una guardia de la prisión de mujeres Nro. 1 de Mongolia le dijo a la familia de la Sra. Li Caizhi cuando fueron a visitarla: "No permitiremos que la vean si ella no renuncia a Falun Dafa".

"¿No estás violando la ley al hacerlo?". La familia de la Sra. Li interrogó a la guardia.

"Esta es la orden de la oficina de administración de la prisión. Puedes ir a hablar con ellos".

Sin embargo, cuando su familia fue a la oficina de la administración, no se les permitió hablar con los agentes de policía.

Se ha informado de que la Sra. Li se ve obligada a realizar trabajos manuales durante más de 10 horas al día sin remuneración.

Sra. Li Caizhi.

La Sra. Li, de 51 años, fue arrestada el 23 de julio de 2017 después de que una madre y su hija la denunciaran por contarles cómo Falun Dafa le devolvió la salud.

Fue juzgada el 2 de noviembre de 2017 y sentenciada a tres años de prisión en enero de 2018 por el tribunal del condado de Ningcheng. La apelación que presentó ante el tribunal intermedio de la ciudad de Chifeng fue rechazada unos meses más tarde. El juez que se ocupó de la apelación le dijo a su familia: "¿Son tan ingenuos como para pensar que anularía su veredicto?".

Su hijo, que trabaja fuera de la ciudad no la había visto desde su arresto, la visitó en el centro de detención del condado de Ningcheng el 23 de abril de 2018, se entristeció al ver que su madre, que tenía buen estado de salud y era enérgica, había perdido un tercio de su peso en solo nueve meses y tenía moretones en los brazos.

La Sra. Li le dijo a su hijo que descubrieron que tenía la presión arterial alta durante un examen físico que le hicieron después de su arresto. Hu Xiaoning, el jefe de la estación de policía de Wuhuaxiang quien la arrestó, llamó al centro de detención: "Tenemos una practicante de Falun Dafa cuya presión arterial es de 240 mmHg, ¿te atreves a aceptarla?".

"Nos la llevaremos", contestó un guardia.

Menos de un mes después de la visita de su hijo, la Sra. Li fue enviada a prisión el 23 de mayo de 2018. Debido a que se negó a renunciar a Falun Dafa, la prisión le negó las visitas de sus familiares a partir de diciembre de 2018.