(Minghui.org) La enfermedad es el enemigo de la salud. Cuando las enfermedades entran en el cuerpo de una persona, nadie quiere aceptarlas como residente de larga duración. Sin embargo, pocos han visto este concepto desde otro ángulo. Desde el punto de vista de las enfermedades, un cuerpo sano es el enemigo, por lo que destruirá las células buenas y provocará batallas en todo el cuerpo.

Del mismo modo, en una sociedad normal, la gente es amistosa. Cuando la moralidad declina y surge la violencia, la sociedad se enferma.

China está enferma. Ha estado enferma durante 70 años. Es porque los chinos han confundido las células cancerosas con células buenas y viceversa. ¿Quién es el cáncer? Es el partido comunista chino (PCCh).

En 70 años, el PCCh ha asesinado a un gran número de chinos, y la sangre ha corrido como ríos caudalosos. La naturaleza asesina del partido ha infundido temor en muchos ciudadanos chinos. Cada vez que escuchan el nombre del partido, empiezan a temblar. Cuando los practicantes de Falun Dafa le dicen a la gente que renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas protegerá sus vidas, algunas personas no escuchan. No es que no quieran escuchar. Más bien, no se atreven a escuchar. Tienen miedo de causar problemas.

Sin embargo, el Cielo no acepta eso. Cuando los crímenes del PCCh sean suficientes, el Cielo se librará de este enorme cáncer que perjudica a la humanidad. Ahora el mensaje de que "el Cielo eliminará al PCCh" se ha extendido por todo el mundo. Los practicantes de Falun Dafa han demostrado al pueblo chino la importancia de "renunciar al partido y a sus organizaciones juveniles para mantenerse a salvo".

Todos los miembros del PCCh -incluidos los del partido comunista, la liga juvenil comunista y los jóvenes pioneros- son una célula del cáncer. Todo lo que los practicantes de Falun Dafa hacen es ayudar a las células buenas que han ingresado erróneamente en el cáncer a escapar de este; es decir, a retirarse del PCCh, de la liga juvenil y de los jóvenes pioneros. A todos se les ofrece la oportunidad de distinguir al verdadero enemigo en nuestras vidas y para así obtener un futuro bendecido.