(Minghui.org) Han pasado casi tres años desde que retorné la práctica de cultivación de Falun Dafa. Los últimos tres años han sido los más felices pero también los más difíciles de mi vida. Comparado con otros practicantes, sé que todavía no estoy donde debería estar en mi cultivación. Pero con la guía del Maestro y de Dafa, he atravesado el ambiente de estar bajo vigilancia constante a llevar una vida normal y hacer las tres cosas de una manera recta.

Retornando a la cultivación

Comencé a practicar Dafa antes de la persecución. Después de que comenzó la persecución, perdí gradualmente el contacto con los compañeros practicantes locales a lo largo de los años. Solo leía el libro Zhuan Falun de vez en cuando y me perdí en la vida de la gente común. Sin embargo, el Maestro no se dio por vencido conmigo. En un evento en 2009, me enteré sobre el movimiento de renuncias al partido comunista chino y sus organizaciones asociadas. Debido al miedo, no me atreví a preguntar a los demás sobre los detalles. A partir de 2012, tuve algunos sueños extraños. En uno de ellos, lo recordé vívidamente, una mañana, al salir de mi casa, vi por un lado a un enjambre de policías disparando a la gente y yo era el siguiente en la fila para ser asesinado. Al otro lado, vi un camino amplio y dorado que se perdía en la distancia. Me dije que no me rendiría aunque significara la muerte y entonces corrí hacia el camino dorado sin mirar atrás. En varios otros sueños, también me enfrenté a la muerte y cada vez que esto ocurría me dije a mí mismo: "Soy discípulo del Maestro y practicante de Falun Dafa". Entonces me desperté de los sueños.

Los sueños continuaron hasta 2015, cuando empecé a soñar con exámenes en los que siempre fallaba en las preguntas. Cuando me di cuenta de que no había sido admitido a la universidad debido a mi pobre desempeño en el examen, tenía una sensación de urgencia y arrepentimiento en mis sueños. Después de haber tenido tales sueños varias veces, de repente me di cuenta de que tal vez el tiempo de la cultivación estaba a punto de terminar y que pronto sería el momento de someterse al examen final. Unos meses más tarde, finalmente utilicé el software para romper el bloqueo de Internet y obtener información que antes no estaba disponible. Me di cuenta de que me había quedado muy atrasado en la cultivación. En ese momento, no era capaz de entender lo que era la verdadera cultivación y encontrar mis apegos. A menudo leo Zhuan Falun después del trabajo mientras imprimo materiales que aclaran la verdad para distribuir en mi comunidad residencial. El estudio del Fa no estaba bien enfocado y con frecuencia me dormía mientras leía el libro.

En los primeros meses después de regresar a la cultivación, fui arrestado, detenido, enviado a un centro de lavado de cerebro, y mi casa fue saqueada. Después de ser liberado del centro de lavado de cerebro, me despidieron de mi trabajo. El comité de mi barrio y la policía local me pusieron bajo vigilancia y me siguieron. Tuve la sensación de que "Cientos de penalidades caen a la vez" (Hong Yin). Al año siguiente, gradualmente me iluminé sobre el verdadero significado de la cultivación a través del estudio intensivo del Fa y mis pensamientos rectos se fortalecieron. Envié cartas a los funcionarios que me enviaron al centro de lavado de cerebro para aclararles la verdad. Como mínimo, quería hacerles saber que estaba manteniendo mi práctica y que Falun Dafa es una escuela de cultivación recta. Esperaba compensar mis errores en el pasado a través de esta aclaración de la verdad.

Compartiré cómo, a través del estudio del Fa y mirando hacia adentro, fui capaz de superar la opresión de estar bajo la vigilancia constante del partido comunista chino (PCCh).

Deshaciéndome de las cámaras de vigilancia

Al día siguiente de ser liberado del centro de lavado de cerebro, agentes de la oficina 610 local, el equipo de seguridad nacional, la comisaría y del comité del vecindario vinieron todos a visitarme y me preguntaron si continuaría practicando Falun Dafa. Respondí con confianza y dignidad: "Sí, seguiré practicando aunque me lo pidas diez mil veces y me vuelvas a arrestar ahora mismo". Contrariamente a lo que yo esperaba, dijeron: "Está bien, entonces. Puedes practicarlo en casa". Unos días después, instalaron una cámara de vigilancia cerca de la entrada de mi casa. Yo albergaba un fuerte apego al miedo durante ese período. Cada vez que llegaba a casa, primero exploraba cautelosamente las áreas circundantes y me iba a casa después de asegurarme de que no pasara nada inusual. Como no tenía los pensamientos rectos que solo se pueden obtener a través de la cultivación diligente. Mi vida era muy dura.

Me dije: "¡No puedo vivir una vida así bajo vigilancia!".

El Maestro dijo:

“La historia humana no existe para la meta final de ser un humano, ni es la historia humana un lugar de recreo creado para que el mal despliegue su perversidad. La historia de la humanidad fue establecida para la rectificación del Fa, y sólo los Dafa dizi son dignos de desplegar su gloria aquí” (Al Fahui europeo de intercambio de experiencias 2005).

Busqué en Minghui.org artículos sobre cámaras de vigilancia y cómo lidiar con ellas, pero encontré muy pocos. Luego busqué en los sitios web de gente común sin embargo, no pude encontrar ninguna ley concluyente al respecto. Así que decidí consultar a un abogado, que conocía mi situación. También le dije que seguía practicando Falun Dafa y que quería conocer sobre las leyes relacionadas y las regulaciones. Después de que nos reunirse personalmente, me dio algunas sugerencias.

Siguiendo sus recomendaciones, investigué algunas leyes relativas a la protección de los ciudadanos y el derecho a la intimidad. Como el pasillo de mi edificio pertenecía a todos los residentes del edificio, los funcionarios del gobierno no tenían derecho a instalar cámaras de vigilancia que violaran la privacidad de los residentes. Por lo tanto, envié una copia de las leyes a los funcionarios del comité de vecindario y les dije que planeaba quitar la cámara. Después de quitar la cámara, nadie del comité de vecinos se molestó en venir a preguntar sobre ella. Más tarde, las autoridades instalaron otra cámara. Una vez que lo vi, la retiré de nuevo y también le notifiqué a la policía local por teléfono, diciéndoles que no siguieran instalando cámaras.

Después de eso, no continuaron y se resolvió el problema de las cámaras de vigilancia. Durante este proceso, un policía local vino frecuentemente a mi área residencial. Al principio, no aceptaba su presencia. Pero más tarde pude tratarlo como a un amigo y empecé a charlar con él. Sabía que su lado consciente había tomado plena conciencia de quién era yo y qué era Falun Dafa, y por eso se hizo amigo a cambio. Por ejemplo, solía llamar a mi puerta con fuerza y agresividad. Más tarde, llamaba a la puerta unas pocas veces y luego esperaba en silencio mi respuesta.

Superando la situación de ser seguido y monitoreado

Además de las cámaras de vigilancia, había varios agentes estacionados cerca de la entrada de mi casa las 24 horas del día para monitorear mis actividades. El monitoreo fue más intenso durante la 19.ª conferencia nacional del partido comunista chino, que duró unos 20 días. Durante ese tiempo, 18 de esos agentes se turnaron para monitorearme. También tenían un vehículo siguiéndome cuando conducía mi automóvil por la ciudad. Decidí aclararles la verdad justo enfrente de mi casa ya que eran tan persistentes y constantemente tenían a alguien apostado allí.

Después de estudiar el Fa por la mañana, almorzar y enviar pensamientos rectos, me dirigía al pasillo donde estaban apostados y trataba de iniciar una conversación con ellos. Inicialmente, tenía miedo y solo hablaba de cómo su acción violaba las leyes. Este enfoque les hizo resistirse. Más tarde, dejé ir mi miedo y les hablé directamente de Falun Dafa. No decían nada y se movían por el pasillo para evitar acercarse demasiado a mí. Pero como no podían salir del todo, seguía hablando y a veces les mostraba videos en mi teléfono. No decían ni una palabra, pero ya no se resistieron.

A través del contacto directo con estos agentes, me enteré de que la mayoría de ellos eran de zonas rurales y comenzaron a hacer lo que hacían, debido a que no podían encontrar otros trabajos. Varios de ellos estaban ansiosos por conocer sobre Falun Dafa. Debido a mi limitado nivel de cultivación, no pude convencerlos de que abandonaran el PCCh. Pero todos estuvieron de acuerdo en que yo era una buena persona, lo cual sabía que era el resultado positivo de mis esfuerzos por compensar mis errores del pasado. Cuando fui inicialmente arrestado por ellos, no tenía ni una pizca de compasión y solo esperaba que pronto recibieran su castigo. Esto fue por mi apego al odio y a la venganza.

Después de algún tiempo, el Maestro arreglo una oportunidad de trabajo que estaba fuera de mi residencia anterior. Pero pronto las autoridades me encontraron de nuevo y asignaron agentes para que me vigilaran como antes. Sin embargo, como les había hecho algunas aclaraciones de la verdad, ellos inventaban excusas a sus superiores por haberme perdido mientras me seguían por las calles. Más tarde, las autoridades organizaron otro grupo de agentes para que me siguieran. Para evadirme de ellos, solía pasar medio día caminando por las calles siendo incapaz de perderlos. Me dije: "Esta debe ser una prueba que tengo que pasar. No tengo forma de evitarlo".

Me acerqué a los agentes y les pedí que hablaran directamente con su superior, quien pronto me enteré de que era el subdirector de la comisaría local. Después de hablar con él, me di cuenta de que no era tan malo como pensaba, y a través de la charla nos fuimos haciendo amigos. Ya no era hostil conmigo. Pronto fui capaz de realizar mi nuevo trabajo y mi vida diaria sin ser molestado por los agentes que me seguían. Fue realmente como el Maestro nos dijo: “¡tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea!” (Novena Lección, Zhuan Falun).