(Minghui.org) El Sr. Shi Qiang es conocido por sus amigos como una persona amable, gentil y modesta. Residente de la ciudad de Dongying, en la provincia de Shandong, los escuchaba atentamente y se preocupaba profundamente por ellos. Muy pocos pensarían en un arresto domiciliario, cárcel y tortura a una persona como él. Pero el Sr. Shi había sido arrestado y torturado repetidas veces por su fe, causándole un daño irreparable: murió el 17 de mayo de 2019, a la edad de 46 años.
El Sr. Shi era un practicante de Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, una práctica de ejercicios y meditación que comprende movimientos suaves y los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. El partido comunista chino comenzó a perseguirlo en julio de 1999. Desde entonces una gran cantidad de practicantes han sido detenidos, encarcelados y torturados.
El Sr. Shi Qiang, de 46 años, murió el 17 de mayo de 2019 como resultado de la tortura durante la detención.
Persecución en el lugar de trabajo
El Sr. Shi comenzó a practicar Falun Dafa en el 2000, unos meses después de que comenzara la persecución. Se identificó con sus principios, decidió mejorar y convertirse en mejor persona. Sus padres y compañeros de trabajo presenciaron los cambios positivos en él y dijeron que se volvió más agradable y dispuesto a ayudar a los demás.
Trabajó en la Fábrica General de Recolección y Transportación, una subsidiaria del campo petrolero de Shengli, la segunda más grande y propiedad del estado en China. Esta fábrica estuvo maltratando a sus empleados practicantes desde que comenzó la persecución en 1999. Cualquiera que se negara a renunciar a su creencia era detenido, multado o despedido. Las autoridades a menudo intervenían los teléfonos de los practicantes y los acosaban, lo que ejercía una gran presión sobre ellos y sus familias.
Las autoridades hablaron con el Sr. Shi el 24 de julio de 2012, exigiéndole que escribiera una declaración prometiendo renunciar a su fe. Ejercitando su derecho a la libertad de creencia, se negó, y los funcionarios lo llevaron al centro de lavado de cerebro de la fábrica a las 10:00 p. m. esa noche.
Cuando su familia fue al centro para solicitar la liberación del Sr. Shi, las autoridades los ignoraron. Al ver su mal estado, sus familiares llamaron al 911 y lo llevaron a un hospital en el campo petrolero de Shengli. Aunque los médicos dijeron que el Sr. Shi estaba en una condición que amenazaba su vida, aun así, las autoridades tenían a cuatro personas vigilándolo. Su familia protestó por la vigilancia, y un oficial llamado Cheng Zhendong dijo: "No hay necesidad de preocuparse por eso. Si él muere, yo me encargo”.
Encarcelamiento y trabajo de esclavos
El Sr. Shi visitó a sus padres el 21 de julio de 2015, cuando repentinamente se fue la luz en la residencia. Cuando su padre salió para ver qué pasaba, más de 20 oficiales se apresuraron a registrar la casa. La policía había cortado la electricidad. La redada duró desde 11:00 a. m. hasta 2:00 p. m. La policía confiscó teléfonos celulares, una computadora y una impresora.
El arresto del Sr. Shi fue ordenado por la oficina 610 del campo petrolero de Shengli. Posteriormente fue retenido en el centro de detención de Binhai. Los guardias lo obligaron a trabajar sin paga de 6:00 a. m. a 9:00 p. m. todos los días. El trabajo fue intensivo y la comida pobre. Como resultado, el hombre sufrió de estreñimiento. Debido a que en la celda había hacinamiento, los detenidos tenían que dormir de lado.
Después el Sr. Shi se negó a hacer trabajos forzados. Los guardias lo esposaron y cerraron las esposas a las cadenas de sus pies. Esta restricción duró más de 20 días, incluso cuando iba al baño. Durante este período, también se vio obligado a estar de guardia (vigilando mientras otros reclusos dormían) dos horas cada noche. La mayor parte del dinero que su padre depositaba en su cuenta del reclusorio fue tomada por los funcionarios del centro de detención.
Después de permanecer detenido durante 19 meses, el 16 de febrero de 2017, fue sentenciado a cumplir condena por dos años en la prisión de la provincia de Shandong. Su familia no fue notificada de la sentencia hasta el 12 de marzo de 2017. No lo habían visto durante 20 meses.
Después fue puesto en régimen de aislamiento desde las 5:00 a. m. hasta la medianoche. Guardias y presos lo empujaban y lo amenazaban, tratando de obligarlo a renunciar a su creencia en Falun Dafa. Esto duró más de un mes, pero él se negó a ceder.
Más lavado de cerebro
Fue liberado de la prisión en julio de 2017, después de dos años de tortura física y mental. Lo que le esperaba era más maltrato por parte de su jefe.
Poco después de regresar a casa, fue despedido del trabajo y perdió sus ingresos. Antes de la reunión anual del congreso nacional del pueblo (CNP) y de la conferencia del comité nacional de la política consultiva del pueblo chino (CNPCC) en marzo de 2018, oficiales de su exjefe fueron a su lugar de alquiler, donde siete personas lo llevaron por la fuerza a un centro de lavado de cerebro en la fábrica.
Este centro de lavado de cerebro, establecido a principios de 2000, ha detenido a cientos de practicantes. Los practicantes no son liberados a menos que acepten escribir declaraciones prometiendo renunciar a su creencia. Durante la detención, sus salarios se retienen y sus familias tienen que llevar comida todos los días.
Las estrategias de lavado de cerebro incluyen torturar a los detenidos y obligarlos a mirar videos de propaganda difamatoria contra Falun Dafa y su Fundador. Los guardias amenazan a los practicantes, diciéndoles que si no renuncian a su creencia, serán enviados a campos de trabajo o prisiones y multados con enormes sumas de dinero.
Cuando el Sr. Shi fue detenido allí, se asignaron dos personas para vigilarlo, mientras que otras dos trataban de obligarlo a renunciar a su creencia. A pesar de que ya no era un empleado, lo retuvieron allí durante 31 días.
Tortura continua y muerte
El señor Shi antes y después de su muerte.
Los años de detención física, tortura y estrés mental dañaron gravemente la salud del Sr. Shi. A partir de finales de 2018, rápidamente quedó demacrado, seguido de hinchazón del estómago.
Sin embargo, su antiguo jefe no dejó de acosarlo. Antes de las conferencias de la CNP y la CNPCC en marzo de 2019, las autoridades enviaron personal a su residencia para vigilarlo y seguirlo. Al hacerlo, estos oficiales estaban cometiendo los delitos de detención ilegal, invasión ilegal de propiedad privada de un ciudadano, robo, secuestro, difamación y violación de la libertad de creencia.
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Categoría: Hechos de la persecución