(Minghui.org) Soy de la provincia de Heilongjiang y comencé a practicar Falun Dafa en 1999. Al principio solo podía escuchar las cintas de audio de las Conferencias en Dalian del Maestro Li (el Fundador de Falun Dafa), ya que era analfabeta.

Cuando mi tianmu (ojo celestial) se abrió vi coloridos caracteres chinos. No me di cuenta de que el Maestro Li me estaba insinuando que debería leer en lugar de solo escuchar. Solo logré entenderlo luego de que los compañeros practicantes me leyeron artículos de experiencias de cultivación del sitio web Minghui.

Entonces aprendí a leer Zhuan Falun. Cuando encontraba palabras que no conocía, pedía ayuda a otros.

Más tarde, algunos practicantes establecieron un estudio grupal en mi casa para ayudarme a mejorar la lectura de Zhuan Falun. A menudo perdía la parte del texto que estábamos leyendo ya que no podía seguir el ritmo de lectura del grupo. Estudiar el Fa de esta manera no me permitió darme cuenta de la importancia del Fa, no lo tomé en serio ni mejoré mi xinxing.

Despertando a la verdadera cultivación

Un invierno, cuando mi esposo y yo nos estábamos preparando para hacer manteca de cerdo, él accidentalmente derramó alimentos en el piso. Me enojé y lo reprendí. Cuando estaba limpiando el piso con un lampazo, de repente resbalé y me caí. Mis dos brazos, el dorso de mis manos y mis muñecas se hincharon.

Mi esposo quería llevarme al hospital pero le dije: "Tengo a Shifu cuidándome, así que no necesito ir al hospital. Estaré bien".

Aunque mis manos estaban hinchadas, no sentía ningún dolor. Me curé completamente dos meses después. Sabía que Shifu me había protegido. Llegué a comprender que me había encontrado con este incidente porque no tomaba en serio el Fa ni mantuve bien mi xinxing.

Los practicantes también dijeron que no sabía cómo cultivarme. Estaba confundida y nerviosa sobre por qué me decían eso, ya que estaba haciendo las tres cosas y nunca me había relajado en hacer los ejercicios.

El otoño pasado, la policía irrumpió en mi casa durante el estudio grupal y confiscó muchos materiales de aclaración de la verdad y libros de Dafa. Afortunadamente no quitaron los retratos de Shifu y los practicantes lograron escapar.

En ese momento, Shifu me recordó que estudiara más el Fa haciendo aparecer caracteres chinos frente a mi tianmu (ojo celestial). Tantos años de cultivación y todavía no podía tomar el Fa con seriedad, ni calmarme cuando enviaba pensamientos rectos y mientras hacía el ejercicio de meditación. Tampoco había podido encontrar mis apegos fundamentales. Eso dificultó mi mejora en la cultivación y ocasionó tribulaciones a otros practicantes y a mí.

El incidente con la policía me hizo dar cuenta de la importancia de estudiar el Fa de manera efectiva y seria. Después de estudiarlo diligentemente y de tomarlo en serio, encontré muchos apegos ocultos: miedo, sentimentalismo, fama, lujuria y egoísmo.

Soltando apegos

Mi hijo tenía problemas financieros, por lo que la idea de querer dejarle una herencia a su familia seguía apareciendo en mi mente. Ahora me daba cuenta de que esto se debía al fuerte sentimentalismo hacia mis hijos. Cada persona tiene su propio destino y eso estaba fuera de mi control, así que debería dejar de preocuparme por él.

A veces, cuando las personas me preguntaban cómo les iba a mis hijos, explicaba con detalle cuántas casas y autos poseían, qué tan exitosos eran sus negocios, etc. Esto se debía a mi mentalidad de ostentar que necesitaba eliminar.

Cuando uno de mis parientes falleció, no asistí al funeral. Entonces me preocupé de que se quejaran de que estaba siendo descortés. Después de mirar hacia adentro, me di cuenta de que mi preocupación se debía a mi apego a la fama.

He eliminado la mayor parte de mi miedo enviando pensamientos rectos. A veces todavía siento miedo cuando veo autos "extraños", creyendo que pueden estar siguiéndome.

Hay momentos que encuentro interferencias durante el estudio del Fa. Me quedaba dormida mientras leía, causando que el libro cayera al suelo. Cuando me embrollaba mentalmente, me arrodillaba frente al retrato de Shifu y la interferencia desaparecería.

Cuando finalmente mejoré, mi entorno, incluidos  mis familiares, cambiaron para mejor. Mi marido nunca se preocupaba por mí. A veces, incluso me golpeaba o me maldecía. Ahora se ha convertido en una persona cuidadosa y reflexiva.

No podría haber mejorado sin la ayuda y protección de Shifu. Todavía tengo muchos apegos muy arraigados para eliminar. Seguiré esforzándome hacia adelante en la cultivación.