(Minghui.org) Una mujer se cayó mientras andaba en bicicleta. Un transeúnte pidió ayuda a la policía. Algunos oficiales llegaron y la arrestaron al descubrir que tenía materiales sobre Falun Dafa, una disciplina espiritual que es perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La señora Yu Qionghua permaneció en un centro de detención durante una semana y luego fue llevada a un hospital psiquiátrico por otra semana antes de ser liberada (las autoridades chinas usan estas instalaciones para obligar a los practicantes de Falun Dafa a renunciar a su fe).

La obligaron a consumir drogas desconocidas y le esposaron las manos y los pies en el centro de detención. Sus manos siguen entumecidas tras regresar a casa. Se siente soñolienta todo el tiempo y sufre de una alucinación constante de querer salir de casa.

La mujer de 51 años es empleada de una fábrica de alimentos enlatados en la ciudad de Kunming, provincia de Yunnan. Fue llevada a la comisaría de Yueyatang tras ser secuestrada en la calle el 5 de mayo de 2019.

Cuatro oficiales llevaron a la señora Yu a su casa al día siguiente para buscar materiales de Falun Dafa. Su madre de 79 años protestó por la redada y defendió a Falun Dafa diciendo que la salud de su hija mejoró drásticamente después de aprender la disciplina milenaria. Los oficiales la ignoraron y continuaron registrando las habitaciones. Sin encontrar nada, la llevaron al centro de detención Nº 1 de Kunming para que la mantuvieran recluida.

Más tarde ese mismo día, un oficial envió la notificación de detención a los padres de la señora Yu y los amenazó con condenarla a tres o cuatro años de prisión.

El padre, de 92 años de edad, quedó aterrorizado y no pudo comer durante varios días.

La madre y los demás familiares fueron varias veces a la comisaría para exigir su liberación. El 11 de mayo, les dijeron que la recogieran. Sin embargo, al llegar a la comisaría, les dijeron que tendría que permanecer en un hospital psiquiátrico local durante otra semana.

La familia se preguntaba por qué la policía enviaría a una persona muy sana al hospital psiquiátrico. Los oficiales los amenazaron con mantenerla en el centro de detención por más tiempo si se negaban a enviarla al hospital psiquiátrico. Su familia no tuvo más remedio que acceder a su hospitalización.

La señora Yu fue liberada una semana después.