(Minghui.org) En 2006 comencé la cultivación en Falun Dafa. Antes de convertirme en cultivador, estaba débil y enfermo. También me metí en muchos problemas en la escuela, y mis notas no eran nada buenas. En la escuela primaria, la directora no quería que yo pasara al siguiente grado con el resto de mi clase porque tenía miedo de que mis malos resultados afectaran el promedio de la clase. Así que me retrasé un año.

Después de convertirme en practicante de Dafa, mi rendimiento académico en la escuela secundaria fue siempre uno de los mejores. Vivía lejos de la escuela, así que iba en bicicleta todos los días. Otros estudiantes me acosaban obligándome a hacer sus tareas y a limpiar el aula. También me obligaban a prestar mi nueva bicicleta a otros. Cuando me encontré con este trato injusto, recordé uno de los poemas del Maestro Li Hongzhi:

"Obtener el estado de fo después de alcanzar la perfección,
tomar las penalidades sufridas como gozo.
Los sufrimientos físicos no pueden ser contados como sufrimientos,
cultivar el corazón de uno es lo más tormentoso.
Cada paso debe atravesarse,
los demonios están en todas partes.
Cientos de penalidades caen a la vez,
para ver cómo uno sobrevive.
Soportados los sufrimientos en el mundo,
del mundo como un fo uno se marchará".

(Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin)

No tenía ningún resentimiento en mi corazón y dejé ir mis malos sentimientos.

Cuando fui a la escuela secundaria, vivía en un dormitorio y me dije: "La cultivación es mi prioridad, seguida de los estudios". La carga de trabajo en la escuela secundaria era muy pesada, pero aún así encontré tiempo para generar conciencia sobre Dafa. Todos los sábados y domingos, tomaba una cera o un trozo de tiza y escribía "Falun Dafa es bueno. Falun Dafa es recto" en lugares cerca de la escuela.

A veces hablaba con la gente cara a cara y les explicaba los hechos sobre Falun Dafa y la persecución.

A veces, cuando escribía mensajes sobre Falun Dafa, me sentía asustado. Me di cuenta de que el miedo era un apego que necesitaba ser eliminado. Poco a poco, mi miedo se hizo cada vez más pequeño.

Una vez escribí un mensaje en el pasillo de un edificio de la residencia. Justo cuando terminaba, un interno abrió la puerta. Recordé las palabras del Maestro:

"Mis raíces están todas atadas al universo, y quien pueda tocarte a ti, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, él ya puede tocar a este universo" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Parece que no se fijó en mí, así que subí. Cerró la puerta con llave y bajó. Este tipo de cosas pasaron muchas veces. Con la protección del Maestro, nadie me impidió escribir buenas palabras sobre Dafa. Le agradezco sinceramente al Maestro por cuidarme.

En el dormitorio, algunos de mis compañeros de cuarto eran perezosos; otros eran desordenados. Teníamos un horario diario para limpiar la habitación, pero ellos terminaban las tareas apresuradamente y no las hacían bien. No fue accidental que viera esto. Soy un cultivador y sé que no hay nada casual en el camino de mi cultivación. Así que limpié bien la habitación todos los días. A veces estaba bastante cansado, pero me sentía feliz. Esta situación era una oportunidad para que yo mejorara. Nuestra habitación terminó siendo premiada varias veces como la "sala más limpia".

Algunos de mis compañeros de clase se saltaban las clases para ir a un cibercafé, jugar al baloncesto, al billar o salir con sus amigas. Yo, sin embargo, tenía una mayor exigencia para mí. Como practicante de Falun Dafa, sabía que todas esas tentaciones me estaban probando. Intenté hacer todas las pequeñas cosas bien.

Memoricé los poemas del Maestro durante los descansos de la escuela y a menudo los recitaba.

Cuando estaba en la universidad era obligatorio alojarse en el dormitorio. Ya que no nos vigilaban de cerca como en la escuela secundaria, algunos compañeros de clase perdían el tiempo jugando videojuegos. Sabía que tenía que ser exigente conmigo mismo. Así que organicé mi horario para tener más tiempo para validar el Fa y para estudiar para las asignaturas.

Tenía buenas notas, y la gente confiaba en mí por mi reputación. Fui elegido presidente del consejo de estudiantes de mi colegio y recibí varias becas. Una de ellas fue una beca nacional que se otorgó a solo 3 estudiantes de nuestra universidad.

Me volví más sano e inteligente después de empezar a cultivarme. También a menudo consideraba a los demás primero, como se requiere de un practicante de Falun Dafa. La gente que me rodeaba me acogió bien.

No habría sido bendecido por ninguno de esos honores si no hubiera practicado Falun Dafa. Agradezco sinceramente al Maestro por cuidarme y animarme.

Ahora, tengo un buen trabajo. Sé que estas cosas me fueron concedidas porque soy un cultivador. Seguiré siendo diligente y tendré requisitos más estrictos para mí mismo. Quiero ayudar a más gente a que conozcan los hechos sobre Falun Dafa y ayudar al Maestro con la rectificación del Fa. No me iré con arrepentimientos.