(Minghui.org) Por curiosidad, leí un ejemplar de Falun Gong de mi mamá en 1995. No pude encontrar nada con lo que no estuviera de acuerdo. Más tarde aunque también leí Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, no quise comprometerme con la práctica, pese a que mi madre me animó a seguirla.

Un día, en el autobús, me decidí a practicar Falun Dafa porque comprendí que enseñaba a la gente a seguir los principios universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Después de eso, estudiaba el Fa y hacía los ejercicios de Dafa con mis padres y otros practicantes todos los días. El Maestro Li entonces comenzó a purificar mi cuerpo. Tenía fiebre todos los viernes por la noche, pero me reponía el domingo por la noche, así que nunca tenía que faltar al trabajo.

Aunque sufría fiebre y dolor de cabeza los fines de semana, mi mente permanecía clara. Este no era el mismo tipo de fiebre que tenía antes de empezar a cultivarme, que me producía vértigo y sueño.

Una vez durante el invierno, tuve cólicos menstruales severos y pensé en no hacer los ejercicios en grupo al aire libre. Cuando finalmente decidí ir a pesar del dolor, los calambres desaparecieron inmediatamente. No he tenido cólicos menstruales desde entonces.

Mejorándome a mí misma

Durante mucho tiempo, siempre hice las cosas a mi manera, sin ser considerada con los demás. Después de graduarme de la universidad, me fui a trabajar a una conocida empresa extranjera y me convertí en gerente senior en poco tiempo. Después de haber trabajado allí durante más de 10 años, me volví laxa y hacía las cosas a mi manera.

Lo mismo me sucedía con mi matrimonio. Mi marido me dejaba hacer lo que quería, y siempre me salía con la mía. Todo en mi vida transcurría sin problemas, y no veía nada de malo en la forma en la que hacía las cosas. Incluso fui sola a Pekín en 1999 para defender el derecho a practicar Dafa sin ningún temor.

Mientras continuaba estudiando los principios de las enseñanzas, llegué a comprender la compasión que brinda el Maestro a todas y cada una de las vidas. Enseñó:

"También quiero decirles a ustedes que su naturaleza pasada estaba fundada sobre la base del egoísmo e interés personal. De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo. Entonces de ahora en adelante, en cualquier cosa que hagas o digas, ¡deberás tener en consideración a otros, a las generaciones futuras, como también la eterna inalterabilidad de Dafa!" ('La naturaleza fo no tiene ningún punto débil', de Escrituras esenciales para mayor avance).

Dejé de sentirme cómoda porque no había sido estricta con mi cultivación y mi forma de hacer las cosas. Al contrario, me sentía avergonzada por haber sido tan egoísta, desconsiderada e irresponsable.

Sabía que necesitaba mejorarme y cambiar mi personalidad. Cuando se necesitaba cooperación para completar un proyecto, me recordaba a mí misma que no debía ser egoísta, y que tenía que pensar en qué necesitaría el proyecto para tener éxito, y en ser considerada con las perspectivas de los demás. En cuanto hice las cosas así, comprendí lo que significaba "seguir el curso natural", y todo salió bien.

Mis relaciones con mis compañeros de trabajo mejoraron mucho a medida que me iba volviendo más considerada. Intentaba hacer lo más conveniente para ellos, incluso si eso significaba que tenía que dedicar más tiempo a sus proyectos.

En la vida diaria, también traté de pensar primero en los demás y darles lo mejor de mí. Una amiga vino a visitarme y la traté como a una hermana. Cuando le hablé de Dafa y le dije: "Falun Dafa es bueno; Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno". Me respondió: "No creo en lo que dicen los demás. Creo en lo que tú dices".

Una semana después, me llamó para decirme que sufría de insomnio. Había leído muchos libros sobre cómo curarlo, pero nada le aliviaba. Una noche, mientras estaba acostada en la cama, empezó a repetir: "Falun Dafa es bueno; Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno", y de repente vio una flor de loto azul-violeta. No podía creer lo que veían sus ojos, así que repitió las frases de nuevo y volvió a ver la misma flor. Después de esto, su insomnio desapareció. Dijo que le contaría a todo el mundo aquella experiencia.

El Maestro nos explicó:

"También descubrí que la razón por la cual la humanidad se ha degenerado es porque las sustancias a muy altos niveles se han degenerado" (Exponiendo el Fa en el Fahui del Este de los Estados Unidos).

Después de leer este principio del Fa, comprendí que mi manera egoísta de hacer las cosas era en realidad una especie de degeneración. Gracias, Maestro, por ayudarme a comprender este principio y a eliminar muchas de estas sustancias degeneradas.