(Minghui.org) Varios practicantes fueron arrestados en mi área hace unos años. La mayoría de nosotros no podíamos calmarnos. Cuando hablábamos de cómo rescatarlos, mirábamos sus brechas para ver por qué pasó esto. En vez de examinar la situación entera, nos enfocamos en los problemas de los que habían sido arrestados. Por ejemplo, uno tuvo una relación inapropiada con el sexo opuesto, otro gastaba dinero imprudentemente y otro no cultivaba su habla.

Hicimos muchas cosas para rescatarlos, incluyendo envío intensivo de pensamientos rectos, pedirle al departamento de policía que los libere, exponer los arrestos en Internet, hacer llamadas telefónicas, contratar abogados, y todo lo que pudimos pensar. A pesar de nuestros esfuerzos, no liberaron a ninguno y la mayoría fueron sentenciados a prisión.

Por un largo tiempo, siempre pensé que cuando los practicantes eran arrestados y sentenciados, era causado por sus propios problemas. Nunca pensaba en que yo tuviera algo que ver. No fue hasta 2017 que me di cuenta de que esta era otra prueba arreglada por las viejas fuerzas.

En ese momento, muchos practicantes locales fueron arrestados de nuevo. Cuando envié pensamientos rectos para uno de ellos, solo me enfoqué en sus problemas. Sabía que ella había sido arrestada antes porque, después de que fue liberada esa vez, ella y yo hablamos de su apego a la lujuria y cómo esta brecha podía causar que la arresten de nuevo. Se podía ver que ella quería librarse de este apego, pero estaba confundida. Me di cuenta de que su estado de confusión era un arreglo de las viejas fuerzas. Incluso si ella todavía tenía apego a la lujuria, no era muy fuerte.

Cuando me di cuenta de esto, envié un pensamiento recto: “Sea que tenga una brecha o no, las viejas fuerzas no tienen el derecho a probarla, porque serán eliminadas y ese es el arreglo de Shifu”.

Cuando envié pensamientos rectos intensivos para ella, de repente entendí: la meta de las viejas fuerzas no es meramente perseguir a los practicantes. Como yo estaba cerca de ella, las viejas fuerzas estaban intentando ver si yo tenía pensamientos rectos al ver su persecución. Si todavía tenía los mismos pensamientos de hace unos años –de culpar al practicante siendo perseguido porque tenía brechas– entonces habría fallado la prueba.

Esta vez logré ver a través, así que envié pensamientos rectos para eliminar completamente todos sus arreglos.

Pensé: “Los practicantes arrestados irán a sus casas pronto”. No creí estos completamente, así que eliminé ese pensamiento y dije: “Todo es arreglado por Shifu. Shifu no reconoce esta persecución, así que yo tampoco la reconoceré. Tengo que estar calmado y hacer lo que tengo que hacer”.

Poco después, la practicante y varios fueron liberados.

Unos años atrás, algunos practicantes locales ya se habían dado cuenta de que no teníamos que culpar a los practicantes arrestados por sus brechas. Pero no nos dimos cuenta de por qué no deberíamos tener esos pensamientos. Un practicante preguntó: “¿Cómo tenemos que ver este asunto?”.

Shifu dijo:

“Shifu no quiere verlos siempre tomar el camino incorrecto, e incluso menos puedo soportar verlos siendo perseguidos. Muy a menudo las tribulaciones que soportan realmente son traídas por vuestros corazones humanos. Cuando los corazones humanos son fuertes y no se dan cuenta de ello, los factores de las viejas fuerzas usarán a la maldad para capturarlos en los campos de trabajo forzado y para perseguirlos” (Limpiando, Escrituras Esenciales para Mayor Avance (III)).

Mi entendimiento actual es que Shifu ha señalado los trucos de las viejas fuerzas. Él no reconoce los arreglos de las viejas fuerzas. Nos contó sobre sus trucos para que podamos negar sus arreglos y evitar ser perseguidos. Aunque sí cometemos errores en nuestro xiulian, estos no deberían ser usados como excusas para perseguirnos. Estamos aquí para salvar seres conscientes; Shifu no arregló esta persecución y no deberíamos reconocerla o seguirla. Cuando cometemos errores tenemos que corregirnos. Si nos cultivamos bien y mantenemos nuestros pensamientos rectos cuando encontramos dificultades, podemos deshacer los arreglos de las viejas fuerzas.