(Minghui.org) El centro de lavado de cerebro de Xinjin, oficialmente conocido como centro de educación legal de Chengdu, fue establecido específicamente para encarcelar practicantes de Falun Dafa y forzarlos a renunciar a su fe. Desde que el gobierno chino anunció en 2013 el cierre del sistema de campos de trabajo forzado, los centros de lavado de cerebro como este han asumido su lugar en la persecución a Falun Gong.

Funcionando como prisiones extrajudiciales, estos centros no requieren ninguna documentación o procedimiento legal para admitir a los practicantes, ni tampoco hay un límite para la duración de las sentencias. Algunos practicantes son directamente llevados a estos centros cuando sus sentencias de prisión terminan, y algunos son llevados allí por la policía que no tiene intención de presentar cargos contra ellos. Algunos practicantes han sido detenidos en el centro de Xinjin por más de cinco años.

Los practicantes en este centro son sometidos a constante abuso verbal, amenazas, e intimidación. La tortura física y drogas que dañan el sistema nervioso central son usados comúnmente para intentar forzarlos a renunciar a su creencia. El personal no carga ninguna responsabilidad por las torturas incluso si estas terminan en muerte.

Lo siguiente es un resumen breve de algunos de los métodos de tortura usados en el centro.

Cárcel negra

El centro de lavado de cerebro de Xinjin está ubicado en una aldea rural a unos 27 km del centro de Chengdu. Ocupa un edificio de tres pisos muy simple sin carteles visibles afuera. Después de entrar al edificio, y pasar las guardias de seguridad, hay una puerta de acero. Detrás de la puerta hay un pasillo muy largo con puertas a ambos lados. Detrás de la puerta hay una habitación no mucho más grande que 60 metros cuadrados.

Cada habitación es una celda, con tres camas simples, un escritorio, un par de sillas, un inodoro, y un lavatorio. Sin embargo, hay un solo practicante por habitación. Las otras dos camas son para sus peijiao (“docente acompañante”, una persona que es asignada para monitorear al practicante). Los dos peijiao se quedan con el practicante las 24 horas.

Los practicantes están completamente aislados de otras personas. Cada movimiento es escudriñado bajo la atenta mirada del peijiao, incluso en medio de la noche. Un practicante intentó meditar en medio de la noche, a solo un minuto, el peijiao se levantó y le gritó: “¡Qué haces! ¡Acuéstate y duerme!”.

Los practicantes no tienen permitido salir de sus habitaciones. Incluso tienen que lavar su ropa a mano en el lavatorio. Un peijiao luego se lleva la ropa mojada para colgarla. A la hora de comer, un peijiao va a la cafetería y trae la comida. Sin ninguna libertad o derechos, un practicante detenido está aislado del mundo exterior y sometido a distintas formas de lavado de cerebro.

Asesinados por su creencia

La Sra. Wang Mingrong era jefa de enfermería en un hospital ankang (hospital psiquiátrico bajo el buró policial local) en Chengdu. Fue llevada al centro de lavado de cerebro de Xinjin en septiembre de 2011 por la policía local y la oficina 610. Murió en el centro a solo diez días de haber llegado. Según se sabe fue brutalmente golpeada y alimentada a la fuerza; su cuerpo estaba cubierto con moretones al momento de morir. Tenía 53 años.

Sra. Wang Mingrong.

El Sr. Xie Deqing era un jubilado saludable antes de que fuera llevado al centro de lavado de cerebro de Xinjin. En solo un mes, cayó en coma y murió. Según la gente que lo vio antes de morir, tenía sus manos presionando su estómago, como si tuviera dolor. Después de morir, la policía se llevó el cuerpo a la fuerza de la funeraria, y lo cremó.

Sr. Xie Deqing.

La Sra. Liu Shenlu, que estaba en sus 50, murió de una manera similar a la del Sr. Xie. Justo antes de morir, su le hinchó la cabeza, su pecho estaba morado, y su abdomen inusualmente grande. Se quejaba de dolores por todo su cuerpo. Su familia sospecha que fue envenenada.

Otros practicantes de Falun Gong que han muerto en este centro incluyen a Deng Shufen, Li Xiaowen, Yi Huefeng, Gao Huifang, y Jiang Yunhong. Además, más de una decena de practicantes muriereon en el hospital Qingyang después de estar detenidos en este centro; ellos incluyen a Huang Min, Zhou Huimin, y Zhao Zhongling.

Administración forzada de drogas desconocidas

Según un informe de Minghui, un documento del gobierno que provee instrucciones y protocolos para los centros de lavado de cerebro: “Para transformar a los practicantes de Falun Gong, cuando sea necesario, los funcionarios pueden usar métodos médicos y clínicos”. Esto ha guiado a serios abusos con drogas en intentos de forzar a los practicantes a renunciar a su fe.

La Sra. Guo Lirong, es una ingeniera en Chengdu. Ella recuerda su experiencia en el centro de lavado de cerebro de Xinjin: “Una vez, me forzaron a tomar media botella de un líquido naranja. Después de eso, sentí que mi cuerpo se achicaba y entré en pánico. Fue aterrador e incómodo”.

El Sr. Wang Zhulong es un profesor asociado a la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica. Él cree que fue envenenado dos veces en el centro de lavado de cerebro de Xinjin. “La primera vez fue en octubre de 2008. De repente tuve dificultad para respirar. No podía acostarme a dormir. Resultaba difícil respirar incluso sentarme contra la pared. Cada respiro costaba mucho. Esto duró varios días”, escribió el Sr. Wang en una querella contra Jiang Zemin, el exlíder chino que lanzó la persecución contra Falun Gong.

La segunda vez fue poco después de que el Sr. Wang fue liberado del centro de lavado de cerebro. Él dijo: “Sentí el pecho presionado y mareos. Lo peor era que apenas podía comer. Incluso tomar sopa era difícil. Perdí 13 kilos en un corto periodo de tiempo”. Él no sabía que había sido envenenado hasta que leyó que otro practicante murió con síntomas similares después de ser liberado de ese centro.

Muchos practicantes han reportado mareos, ansiedad, miedo inexplicable, y alucinaciones mientras estuvieron detenidos en el centro de lavado de cerebro de Xinjin. Otros síntomas incluyen vómitos, diarrea, espasmos musculares, y que los ojos se sobresalen de su lugar habitual.

La tortura de la alimentación forzada

Cuando los practicantes hacen huelgas de hambre para protestar por la persecución, los guardias muchas veces los alimentan a la fuerza con huevos, salmuera concentrada, y excesivas cantidades de agua. La alimentación forzada de hace de una forma que infringe más dolor.

La Sra. Guo Lirong, que estuvo detenidas tres veces en Xinjin, recuerda: “Varias personas estuvieron involucradas en alimentarme a la fuerza. Una persona sostenía mis manos, una mi cabeza, y otra me pellizcaba la nariz para que abriera la boca. Me tenían la boca abierta y me tiraban huevos crudos con agua muy salada. El olor me daba arcadas. Después, mi boca quedaba seca, y tenía una sensación de quemazón en el pecho. Era extremadamente incómodo”.

Por un periodo de tiempo, la Sra. Guo fue alimentada a la fuerza cada hora. La excesiva cantidad de agua le causó sobre hidratación. Después de tres meses, su memoria se deterioró y sus músculos se atrofiaron. Apenas podía caminar, y su pelo se puso blanco. Sus riñones y otros órganos estuvieron a punto de fallar.

Representación de la tortura alimentación forzada.

El Sr. Zhan Min fue atado a una cama de madera por varios días. Le pusieron un catéter, y un tubo de alimentación por la nariz; lo dejaron ahí los tres días.

Representación de la tortura alimentación forzada.

A la Sra. Huang Min la redujeron contra el piso y la alimentaron a la fuerza. Uno de sus dientes se cayó, y al tubo de alimentación lo pusieron tan brutamente que su esófago comenzó a sangrar. Le reinsertaron el tubo cuando la Sra. Huang lo sacó. Esos perpetradores le dijeron: “Eres tú quien sufre. Nosotros simplemente lo volveremos a poner”.

Abusos psicológicos

Una de las muchas reglas del centro de lavado de cerebro de Xinjin es que la TV tiene que estar de 7 a. m. a 10 p. m. A veces muestran videos que difaman a Falun Dafa y otras veces simplemente programas de TV normales. Si los practicantes se rehúsan a ver, ponen el volumen al máximo. Estudios muestran que la exposición excesiva a ruidos puede causar problemas de salud como pérdida de la audición, estrés, y fatiga. Muchas personas que han sido detenidas en Xinjin exhibieron reflejos lentos y signos de desequilibrio mental.

Cuando el esposo de la Sra. Ye Qionghua la visitó 20 días después de que se la llevaran al centro, notó que ella parecía estar en un estado letárgico, como si sus ojos estuvieran fijos y no se pudiera mover. El personal de ahí le dijo que todos allí estaban iguales. Cuando preguntó sobre su estado físico, la Sra. Ye dijo que tenía sueño todo el día y que sus ojos se sentían secos e hinchados. También se quejó de que no podía descansar.

Un empleado allí una vez le dio a entender a la Sra. Ye que si ella se negaba a ser “transformada” recibiría una pesada sentencia a prisión. Esta persona incluso fingió llamar a la policía para que dejen en pausa el caso de ella para que pudiera escribir una declaración renunciando a su creencia en Falun Dafa.

A los practicantes les dicen a menudo: “No te puedes ir de aquí sin ser transformado”, o “Serás sentenciado a prisión si no te transformas”. A veces, un peijiao le dice al practicante: “Fulano de tal escribió una declaración y hoy se va a su casa”, o “La policía se llevó a alguien hoy esposado”. No hay manera de verificar lo que dicen.

Cuando la Sra. Guo Lirong estaba detenida, su hijo se estaba graduando de la escuela. El personal del centro le dijo: “Si te niegas a ser transformada, podemos hacer que tu hijo no pueda ir a la universidad”. También la amenazaron con hacer pagar todos los gastos a su esposo. Otro practicante fue amenazado de que si no se transformaba, detendrían a su anciana madre también.