(Minghui.org) Antes de practicar Falun Dafa, acertaba a leer algunas  pocas palabras ya que solo fui a la escuela durante un año y medio. Ahora puedo leer todos los libros del Maestro Li Hongzhi y todas sus otras enseñanzas. La práctica de Falun Dafa ha mejorado mi salud y me ha brindado conocimientos y sabiduría.

Recuperando la salud

Solía sufrir todo tipo de problemas de salud. Siempre estaba fatigado y pálido, y la mitad de mi cuerpo estaba rígida. Ni siquiera podía girarme en la cama. Tenía que apoyarme contra la pared para meterme en la cama. Cuando me iba a dormir por la noche, no estaba seguro de si conseguiría levantarme a la mañana siguiente.

En esa época, mi esposa falleció y tuve que cuidar de mis hijos pequeños y de mí. La vida se volvió miserable.

Un día de 1996, mi hermano me animó a aprender Falun Dafa. Acepté y comencé a leer Falun Gong. Le pedía ayuda a la gente con las palabras que no sabía. No conocía a ningún practicante en ese momento, así que usé las fotos en las que el Maestro mostraba los ejercicios, en la parte posterior del libro para aprender cómo hacerlos.

Mi hermano me trajo un ejemplar de Zhuan Falun varios días después. Me preguntó: "¿Cómo está tu salud?". De repente me di cuenta de que ya no me sentía mal. Aunque todavía no había empezado a practicar, el Maestro ya me estaba cuidando. Mis familiares se sorprendieron al notar una gran mejoría en mi estado de salud.

Una vez, cuando estaba haciendo el ejercicio de sostener la rueda, sentí como si mi cabeza explotase, y todo mi cuerpo tembló. Después de eso me sentí tranquilo, como si fuera uno con el universo. Fue una sensación increíble.

Desde que empecé a practicar Falun Dafa, no he dejado de estudiar el Fa ni de hacer los ejercicios. Siempre recuerdo que soy un practicante y mantengo mis pensamientos rectos.

Obteniendo sabiduría

Unos días antes del 25 de abril de 1999, mis familiares y amigos insistieron en que fuera a buscar trabajo a otro lugar, así que me fui a las montañas.

Pude encontrar un puesto administrativo y me dieron un coche para hacer mi trabajo. Falun Dafa me dio una gran sabiduría para realizar bien mi trabajo, hasta el punto de que me convertí en el pilar técnico de la empresa. Podía operar una máquina que nunca antes había usado con solo mirarla, y era capaz de resolver problemas técnicos difíciles que otros técnicos con años de experiencia no podían resolver.

En una ocasión, la empresa se encontró con dificultades técnicas que provocaron el cese total de la producción. Pude encontrar una solución que ayudó a devolverle la vida a la empresa. El método técnico que propuse fue adoptado más tarde por otras empresas y ampliamente utilizado. Dado mi nivel real de educación, no podría haberlo hecho sin la sabiduría que Falun Dafa me otorgó.

Aunque el trabajo me mantenía muy ocupado en ese momento, no dejaba que interfiriera con mi estudio del Fa ni con la práctica de los ejercicios todos los días. Vivía en un dormitorio con mucha gente. Para no molestarlos, hacía los ejercicios en el bosque. Cuando había mucha nieve en el suelo, barría la nieve para dejar un espacio donde poder meditar. No importaba cuán difícil fuera el entorno, siempre tuve una fuerte voluntad para cultivarme diligentemente.

Libre de acusaciones falsas

Ya que seguía los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, me negué a aceptar u ofrecer sobornos. Debido a esto, varios de mis compañeros de trabajo me despreciaban y me acusaban de conspirar con mi familiar (que era el contable) para robarle dinero a la compañía.

La oficina central envió gente a revisar las cuentas. No encontraron nada. Varios días después, más gente vino a revisar las cuentas de nuevo por temor a que yo hubiera sobornado al primer grupo. Tampoco pudieron encontrar nada malo.

Antes de irse, me preguntaron cómo es que no había aceptado ningún soborno, ni había robado dinero a la empresa, ya que eran actividades frecuentes en China. Mi familiar, que estaba allí, dijo: "¿No sabes quién es? ¡Es un practicante de Falun Dafa!".

Poco después de saber que practicaba Falun Dafa, la policía saqueó mi dormitorio. No pudieron encontrar nada, así que le dijeron a mi pariente que me pidiera el libro de Falun Dafa. Sintiéndome indefenso, le di mi libro. Después de marcharse, me di cuenta de que el libro seguía en el mismo lugar.

Pasando la prueba de la lujuria

Hoy en día, las cosas malas prevalecen en la sociedad. Me he enfrentado a la prueba de la lujuria muchas veces. Solo conseguí superarlas porque mis pensamientos rectos permanecieron firmes.

A varios de mis compañeros de trabajo les gustaba ir a un burdel después del trabajo. Trataban de persuadirme para que fuera con ellos, pero siempre me negué. Una vez en un viaje de negocios, fueron a visitar un burdel mientras yo esperaba en el coche. El dueño del burdel y una prostituta salieron e intentaron arrastrarme dentro. Fue como lo que dijo el Maestro, cuando las imágenes femeninas "haciendo todo tipo de movimientos se le acercaron y lo abrazaron por el cuello y por la cintura" (Sexta Lección, Zhuan Falun). Sin embargo, por mucho que trataron de hacerme entrar, no me convencieron.

Pero la prueba más seria con respecto al apego a la lujuria sucedió en otro viaje de negocios. Sin mi conocimiento, las otras personas decidieron ir a un burdel, que también sería el "hotel" en el que pasáramos la noche. Una vez allí, no me movió nada de lo que vi o escuché.

El Maestro nos lo recordó: "Les dije que sólo permaneciendo inamovibles podrían manejar todas las situaciones" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá, 2005).

Protegido por el Maestro

Una vez me golpeé en el ojo izquierdo con un cable metálico grueso. El ojo se oscureció y empezó a sangrar. Para no afectar el trabajo de los demás, volví al dormitorio. Como la hemorragia no se detenía, mi pariente se preocupó y me sugirió ir al hospital. Me preocupaba que mis familiares y compañeros de trabajo no lo entendieran, así que fui al hospital. Me curaron el ojo y me dieron una medicina, pero no la tomé.

Me quedé en el dormitorio. No hice más que estudiar el Fa y practicar los ejercicios. Podía distinguir sombras una semana después. Me recuperé completamente en 10 días.

El Maestro dijo:

"Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Sabía que el Maestro me protegía. Mi visión a través del ojo izquierdo es ahora incluso mejor que antes de que se lesionara. Incluso puedo ver mejor con mi ojo izquierdo que con el derecho.

En otra ocasión, pude haber perdido la vida si no hubiera sido por la protección del Maestro. Yo estaba a cargo de detonar casi dos toneladas de explosivos en una mina. La persona que colocó la línea de detonación, lo hizo mal invirtiendo la dirección. No comprobé si todo estaba bien colocado antes de pulsar el detonador.

Después de la explosión, vi rocas grandes y pequeñas volando sobre mi cabeza. Mi mente se quedó en blanco y me quedé congelado en el sitio. Cuando todo se calmó, los otros trabajadores corrieron hacia donde estaba y vieron que estaba rodeado de seis pulgadas de rocas. ¡Ninguna de las rocas me cayó encima! Pero el detonador en mi mano estaba todo destrozado. Todos exclamaron: "¡Increíble! ¡Es un milagro!".

Rectificar el Fa y salvar a los seres conscientes

Cuando volví a casa en 2005 comprendí que el ambiente de cultivación no era bueno. Les sugerí a los otros practicantes que formáramos un grupo de estudio para que todos juntos pudieramos estudiar el Fa y formar un solo cuerpo.

También encontré un trabajo en el sector de los servicios. Esto me permitió hablar a los clientes de Dafa y de la importancia de abandonar el partido comunista chino.

Una vez, no lograba hacer un encargo fácil para un cliente sin importar cuántas veces lo intentase. Empecé a sudar  de nerviosismo. Luego me di cuenta de que no le había aclarado la verdad. Entonces le hablé de Dafa y le pregunté si quería abandonar el partido. Inmediatamente estuvo de acuerdo. Luego volví al trabajo y lo acabé fácilmente.

He estado salvando seres conscientes en el trabajo por más de 10 años, y nunca he aflojado desde ese día. Mi experiencia es que no debemos apresurarnos, pero les podemos contar pacientemente la verdad sobre Falun Dafa para que se salven de verdad.

Traté de hablar con un jefe de policía que sabía de Dafa. Al principio, se negó a escuchar lo que tenía que decirle. Después de años de aclararle la verdad, comenzó a comprender mejor Falun Dafa.

Un día estaba hablando con su vecino cuando vieron a un practicante distribuyendo volantes de Dafa. El vecino, que creía en la propaganda del partido comunista chino, quería denunciar al practicante a la policía, pero el agente le dijo: "¿Por qué harías algo tan malo?".

Me lo contó y le dije: "¡Has hecho una gran obra y has salvado dos vidas! Ayudaste al practicante, y también impediste que tu vecino cometiera un crimen contra Dafa al denunciar a un practicante. Serás bendecido".

Creo que, en la vida diaria, la compasión es la clave. Tenemos que ser compasivos con todos los que nos rodean, incluyendo a los compañeros practicantes y nuestros familiares.

Nosotros somos los que creamos el ambiente. No hay atajos. Debemos cultivarnos sólidamente y confiar completamente en el Maestro y en Dafa. Cuando nos cultivamos diligentemente, las viejas fuerzas no pueden interferirnos.