(Minghui.org) La Sra. Zhang Fengqin, practicante de Falun Gong de 69 años de la ciudad de Tongliao, Mongolia Interior, fue sentenciada a dos años en la prisión de mujeres de Hohhot, donde permaneció recluida en régimen de aislamiento por negarse a renunciar a su fe.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica de mejora integral para la mente y el cuerpo que ha sido perseguida por el partido comunista chino (PCCh) desde julio de 1999.

Arresto y detención

El 4 de junio de 2016, la Sra. Zhang fue arrestada después de haber sido denunciada por hablar a la gente sobre Falun Gong. Su casa fue registrada poco después. La policía confiscó su computadora y su teléfono celular.

Fue interrogada durante la noche en la estación de policía de Huolinhe antes de ser enviada al centro de detención de la ciudad de Tongliao alrededor de las 3:00 a. m. del día siguiente.

Como la Sra. Zhang no podía dormir bien, los guardias del centro de detención la llevaron a la fuerza a un examen en el hospital y le cobraron 300 yuanes.

La obligaron a permanecer de pie inmóvil durante dos horas por la mañana y dos horas por la noche todos los días. Solo había agua fría para usar durante todo el año, bien fuera agua potable o agua  para el baño. Le daban dos comidas al día. En la mayoría de las comidas se le proporcionaron bollos de harina de maíz además de pepinillos o sopas ligeras de vegetales.

Sentencia y confinamiento solitario

En marzo de 2017, la Sra. Zhang fue acusada y sentenciada por usar su teléfono celular para instar a las personas a renunciar al PCCh. Su abogado defensor la declaró inocente, ya que era su derecho constitucional hacer llamadas telefónicas. El juez que presidió le proceso la condenó a dos años de prisión.

El 15 de marzo de 2017, la Sra. Zhang fue llevada a la prisión para mujeres de Hohhot. Se descubrió que tenía problemas de hígado durante el examen físico requerido para el ingreso en la prisión, pero aún así se le ordenó realizar un trabajo físico, pero lo rechazó.

El cuarto día, un guardia le preguntó si renunciaría a Falun Gong y ella dijo que no. Luego la colocaron en régimen de aislamiento, donde permaneció hasta su liberación.