(Minghui.org) No fue hasta que crecí que pude comprender el significado de un viejo refrán chino que dice: "El amor de un padre es tan grande como una montaña".

Solía ser una niña desobediente, egoísta y sacaba malas calificaciones. Fue mi padre que con su tolerancia, amor y guía me ayudó a crecer y ser una persona madura con buena educación académica y un trabajo decente.

Tolerancia

Mi padre comenzó a practicar Falun Dafa hace 23 años. En aquella época yo solo tenía 2 años. Mis padres se divorciaron cuando tenía 12 años. Mi madre, que estaba en contra de Falun Dafa, me llevó con ella a Canadá. Aunque crecí bajo la influencia de Dafa, con el tiempo me distraje con los video juegos, los programas de televisión y otras cosas mundanas.

Cinco años después, regresé con mi padre a China. Para entonces, ya no era aquella inocente y encantadora muchacha que una vez fui.

Fui a la preparatoria y tuve un novio. Muchas veces me quedé en las calles pasado el toque de queda. Cuando no llegaba a casa mi papá tomaba su bicicleta para buscarme por toda la ciudad. Apagaba mi teléfono para que no supiera donde estaba.

Una vez, cuando llegué a casa, mis familiares me preguntaron si había visto a mi padre.

Contesté: "Mi padre murió".

No mostré respeto hacia mi padre y seguido lo retaba. Le pedía que me comprara ropa cara, aún cuando sabía que no ganaba mucho. Una vez, le di una patada porque no me gustó la ropa que me compró. Ahora, al recordar, lamento muchísimo mi comportamiento.

Además de su trabajo de tiempo completo, mi papá tenía que cuidar de ambos en casa. Una vez me pidió si podía lavar mi ropa.

Le respondí llorando y gritando: "¡Me estás explotando!".

No me lo pidió de nuevo. En cambio, lavó toda mi ropa sin decir otra palabra. A veces cuando tenía mi período, usaba varios pantalones en un día y hasta manchaba mis sábanas. Y mi papá nunca se quejó, él solo las lavaba.

Sin presión

Nuestra preparatoria requiere que asistamos a clases extras por la tarde. Nunca tuve estas actividades intensivas en la escuela en Canadá, así que le dije a mi papá que ya no quería ir más a la escuela.

Mi papá (aunque ahora que lo pienso él debe haber estado muy triste al escuchar eso) me dijo amablemente: "Solo te puedo dar mi sugerencia. Puedes tomar tu propia decisión. Pero pienso que es mejor que vayas a la escuela".

Y de esa manera siempre fue él: nunca me forzó a hacer algo, solo me daba una sugerencia. Esto me ayudó a tomar mis propias decisiones.

En la preparatoria siempre fui buena en la clase de inglés gracias a mi educación en Canadá. Mis calificaciones fueron todas consistentemente bajas y me clasificaron en el décimo nivel más bajo de mi escuela. Aún así mi papá nunca me gritó ni me regañó.

Cuando le dije que mis calificaciones no eran buenas, el estaba tranquilo: "Siempre y cuándo hagas tu mejor esfuerzo, esta bien aún si la calificación no es la ideal".

Una ves mejoré en mis estudios, llegué al lugar 20 de 40 estudiantes de mi clase. Estaba muy feliz.

Le pregunté a mi papá: "¿Es demasiado tarde para empezar ahora a ser diligente?".

"Mientras que empieces", me contestó, "nunca es tarde".

Guíandome

Un día, mi papá me pidió que estudiara Falun Dafa e hiciera los ejercicios con él y estuve de acuerdo.

El examen nacional de ingreso a la universidad es el mayor obstáculo para cada estudiante en China. Mientras otros estudiantes estaban bajo mucha presión y estudiaban hasta tarde cada noche para prepararse para el examen, yo iba a casa después de mi clase de la tarde a estudiar el Fa con mi papá, después me iba a dormir. Cuando el Maestro publicaba nuevos artículos, nos lavábamos las manos y los leíamos cuidadosamente. Para mi sorpresa, fui admitida en la universidad.

El quinto ejercicio de Falun Dafa requiere que uno se siente en meditación con las piernas en posición de flor de loto completo. Realmente me dolía hacerlo y una vez hasta lloré del dolor. Pero mi papá me sonrió y me dijo que había mejorado porque podía aguantar y seguir adelante a pesar del intenso dolor.

Los practicantes en China normalmente se levantan realmente temprano a hacer los ejercicios. Por lo general papá me despertaba pocos minutos después de las 3 a. m. Un día me sugirió que no saliera con mis amigos, le grité: "Siempre me juzgas de acuerdo a tus estándares. La verdad es que no me quería levantar para hacer los ejercicios en la mañana. Lo hice solo para hacerte feliz".

Después de eso, dejó de despertarme para hacer los ejercicios. Pude dormir más, pero de algún modo me sentía triste. Ahora me doy cuenta que sin papá no habría podido seguir el ritmo de los ejercicios antes de comprometerme con Dafa.

Otra cosa que me dijo mi papá es que me mida de acuerdo con los estándares de Dafa.

Un día fui a comprar mi desayuno. No había fila, todos pedían sus órdenes en la caja. Esperé pacientemente y no competí. El cajero seguía tomando las órdenes de todos excepto la mía. Al final, no lo soporte más y me puse a llorar: "¿Cómo me puedes ignorar?".

Cuando le conté a mi papá me dijo: "Lo hiciste muy bien al esperar pacientemente".

De repente me di cuenta que no controlé bien mi xinxing bien en esa situación.

En otra ocasión, el estudiante a cargo de la limpieza de nuestro salón me pidió que lavara la escoba durante la clase de física. Sin embargo, el profesor me pidió que me quedará en el salón. Después el estudiante me reportó con mi asesor porque no obedecí órdenes y no limpié el salón. El asesor me llamó para que fuera a su oficina a hablar. Sentí que estaba en lo incorrecto y lloré durante todo el periodo de clases.

Cuando mi papá supo de la historia, me dijo: "Deberías de disculparte con el estudiante".

"¿Por qué? Él fue malo conmigo. ¿Cómo me puedo disculpar con él?".

"Fue una prueba para tu xinxing. Te enojaste y lloraste ¿no deberías pedir disculpas?".

Al escuchar eso, mi enojo y odio hacia el compañero desaparecieron.

Una vez un chico me golpeó. Le pedí a mi padre que le gritara, pero mi padre dijo: "No debería hacer eso, si lo hago, no sería un practicante sino una persona común".

No me gustó eso, así que fui a la casa del chico a reprocharle, incluso insulté a sus padres. En respuesta, su papá fue a mi casa para discutir con mi papá. Mi papá lo invito a que pasara y que se sentara, le ofreció fruta y se disculpó con él. Así de fácil se resolvió lo que pudo haber sido una guerra entre dos padres.

Poco a poco aprendí a seguir los estándares de Dafa. Una vez, llevé a dos de mis primos a jugar badminton.

"Pasas mucho tiempo jugando video juegos", le dije a uno de ellos. "¿Ves a tu otro primo? Le gusta estudiar y saca buenas calificaciones".

El primer primo comenzó a llorar. Después me di cuenta que, basándome en el Fa, que no me importó lo que le dije y no pensé en cómo se sentiría. Así que me disculpé con él sinceramente.

Dejó de llorar y sonrió.

Conclusión

Hay muchas más historias sobre mi papá. Una vez, se quedó dormido mientras me esperaba para que escogiera un regalo de cumpleaños para mi compañero de clase.

Lo desperté: "¿Como puedes dormir durante el día?".

"Me quedé despierto toda la noche haciendo folletos para ayudar a la gente a comprender Falun Dafa".

Tuve un nuevo entendimiento sobre mi papá ese día.

En otra ocasión, hice un berrinche y dejé a mi papá afuera del departamento. Tocó la puerta por un rato y después dejó de tocar. Tan pronto como mi papá dejó de tocar, mi enojo parecía desvanecerse en ese instante.

Cuando lo encontré, estaba enviando pensamientos rectos con los que estaba eliminando los factores de enojo de mi cabeza. Esa fue la primera vez que sentí el poder del envío de pensamientos rectos.

Estoy escribiendo todo esto porque estoy muy agradecida con mi papá. Acostumbraba a quejarme todo el tiempo de que él no me hacía esto o aquello. Pero ahora que recuerdo todo, me doy cuenta que él me estaba dando la cosa más preciada, porque él me ha cambiado de ser una persona grosera y maleducada a ser una persona que es únicamente buena.