(Minghui.org) A la edad de 36 años, empecé a sufrir de dolor de espalda y colitis ulcerosa. También temía la posibilidad de cáncer de colon.

Aunque mi empleador requería que las mujeres usaran tacones altos para trabajar, yo no podía cumplir con este requisito debido al dolor en las piernas. Antes de que la colitis me causara problemas significativos, no tomaba mi enfermedad en serio. Sin embargo, me preocupé cuando el doctor me presentó los resultados de su examen y ordenó una colonoscopia para verificar la extensión de la enfermedad. Mis dolencias finalmente me obligaron a renunciar a mi trabajo.

Regresé a mi ciudad natal e hice los preparativos para hacerme la colonoscopia en el hospital local de la ciudad. Durante este tiempo, me sentí muy deprimida y a menudo lloré. Una presión invisible me oprimía el pecho y apenas podía respirar. No podía soportar considerar la posibilidad de dejar atrás a mi precioso hijo, esposo y familia. El tormento era indescriptible y me dejaba sin poder dormir por la noche.

Justo antes de irme al hospital, mi suegra, una practicante de Falun Dafa, me llevó a un lado y me aconsejó: "Cuando sientas que tu vida está en peligro, recuerda recitar sinceramente: ¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! ¡Sálvame, Maestro Li!". Para complacerla, prometí verbalmente seguir su consejo. Sin embargo, en mi corazón no creía en la bondad de Dafa, todavía creía en la propaganda mediática y en las mentiras del partido comunista chino (PCCh).

Como se había decidido antes que mi hermano menor me acompañaría para este procedimiento, yo había visitado primero mi propia casa familiar. Justo antes de que saliéramos para el hospital, mi madre, también practicante de Falun Dafa por muchos años, me llevó a un lado y me dijo: "Recuerda recitar silenciosa y sinceramente, ¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! ¡Sálvame, Maestro Li!". Volví a estar de acuerdo verbalmente, aunque en el fondo sabía que también la estaba engañando.

La colonoscopia fue extremadamente dolorosa. Durante todo el proceso, grité de dolor y mi ropa estaba empapada de sudor. Empecé a gritarle al doctor que ¡me iba a morir!

Para estar preparada para el procedimiento, no había comido prácticamente nada durante los 2 días anteriores. El trauma y mi estado emocional causaron tanto estrés añadido que me desmayé. En ese momento, mi alma salió flotando de mi cuerpo. Me sentí tan ligera y no tuve ningún dolor. Incluso vi mi cuerpo claramente tendido debajo de mí y pensé para mí: "Vaya, así que esto es lo que pasa cuando alguien muere".

De repente, un pensamiento débil me sacudió: "No puedo morir y dejar atrás a mi hijo y a mi marido". ¡Tengo que vivir!". El consejo de mi madre y de mi suegra me vino a la mente, y rápidamente agarré esa débil cuerda salvavidas, recitando silenciosamente una y otra vez: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, Sálvame, Maestro Li! !No quiero morir! ¡No quiero dejar a mi hijo y a mi esposo!". Después de recitar esto unas cuantas veces, mi alma flotante gradualmente cayó de nuevo en mi cuerpo y ¡me desperté!

Esa experiencia fue realmente una llamada de atención para mí. Esto cimentó instantáneamente mi creencia de que Falun Dafa es un camino verdadero y que mi suegra y mi madre habían dicho la verdad. ¡El Maestro Li me salvó en ese momento crítico! Abandoné mis creencias en las mentiras del PCCh y reconocí sus horribles acciones en la persecución a Falun Dafa.

Esta experiencia me dejó con una fuerte revelación de que la vida es solo un sueño vacío. Yo había trabajado duro para mantener a mi familia durante 17 años, pero cuando estaba en mi lecho de muerte, mi esposo, hijo, padres y suegros ni siquiera estaban cerca. Mi marido no podía permitirse el lujo de tomarse un día libre en el trabajo. Mi suegra tuvo que cuidar de mi hijo y llevarlo a la escuela. Esto no me había preocupado antes, pero después de esta experiencia cercana a la muerte, sentí que la vida estaba tan vacía y desolada. La muerte eventualmente me separaría de todo, sin dejar nada. ¡Esta experiencia me dio una nueva perspectiva del significado de la vida!

Insistí obstinadamente en que los médicos completaran el procedimiento antes de que saliera a trompicones de la sala de examen, me inclinara y me sujetara el abdomen. Comencé a sollozar incontrolablemente en el momento en que vi a mi hermano menor, que había estado esperando pacientemente afuera.

Durante el viaje de regreso a casa, recité en silencio, ¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! Siempre me he mareado al viajar en coche, pero para mi sorpresa, esta vez me sentí perfectamente bien.

Mi madre había preparado un tazón de gachas acuosas en mi mesilla de noche. Tomé un sorbo, pero el dolor mientras las gachas atravesaban mis intestinos era tan fuerte que solo podía acurrucarme en la cama. La siguiente vez que levanté la vista, encontré a mi madre llorando mientras estaba a mi lado.

Me levanté rápidamente y me arrodillé ante mi madre, llorando mientras me aferraba a su ropa: "Mamá, estoy viviendo una vida peor que la muerte". Si hay una manera de curarme, no importa cuál sea, lo haré". Mi madre respondió: "Para escapar de este sufrimiento y ser curada, tendrás que cultivar Dafa". Llena de esperanza, me aferré a esta vía de escape. Tomando prestada una copia de Zhuan Falun de mi madre, regresé a la casa de mis suegros y me embarqué decididamente en el camino de la práctica de la cultivación.

Mientras leía la Cuarta Lección de Zhuan Falun, sentí que el Maestro limpiaba mi cuerpo. Terminé de leer el libro en unos pocos días, y luego comencé de nuevo. Gradualmente, encontré las respuestas a muchas de mis preguntas de siempre: "¿Qué es lo que no se puede hacer? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos a ir? ¿Por qué existimos? ¿Por qué nuestras vidas deben estar llenas de sufrimiento? Zhuan Falun realmente enseña a uno a ser una buena persona y cómo tener éxito en la cultivación. No es nada como dice la propaganda del PCCh. Basado en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, Falun Dafa ayuda a los cultivadores a mejorarse para convertirse en mejores personas.

Yo he cultivado como practicante de Falun Dafa por más de 10 años. Mis dolencias desaparecieron gradualmente sin ningún tratamiento médico, y fui restaurada a una salud completa. Aunque ahora tengo 48 años, me han dicho que me veo mucho más joven.

Estoy compartiendo mi experiencia con la esperanza de que aquellos que todavía creen en las mentiras del PCCh aprendan de mi historia, abran sus corazones, y traten de entender verdaderamente a Falun Dafa. ¡No se dejen engañar como yo lo hice y dejen este mundo con arrepentimiento!