(Minghui.org) Soy una joven practicante que acaba de graduarse de la escuela secundaria. Después de que comenzó la persecución, mi madre fue a Beijing y apeló en la Plaza de Tiananmen. Aunque estaba embarazada de mí, fue enviada a un centro de detención.

Mi madre fue arrestada numerosas veces por mantener su creencia. A veces estuvo en casa menos de dos años antes de otro arresto. Como resultado, pasé mi infancia con mi padre y su familia.

De mala estudiante a primera de la clase

Nadie en la familia de mi padre practica Falun Dafa y son muy egoístas. La atmósfera en ese lado de la familia era deprimente. Ellos consideraban que todos los que estaban fuera de la familia eran malos. Influenciada por la familia de mi padre, me sentía irritada fácilmente y a menudo hacía comentarios sarcásticos sobre los demás.

Mis notas en la escuela eran terribles. Ignoraba las reglas de la clase y a menudo copiaba de otros durante los exámenes. Mis profesores siempre pensaron que era una estudiante mala e inútil.

Afortunadamente, el Maestro estaba cuidando de mí. Mi madre regresó el verano después de que me gradué de la escuela primaria. Con Dafa en mi vida, las cosas cambiaron considerablemente.

Me mudé con mi madre durante la escuela secundaria. Cuando llegué por primera vez, me enfadaba fácilmente y hablaba mal de todos. No quería estudiar. Mamá fue muy paciente y me animó. Era difícil deshacerse del mal comportamiento que había aprendido durante 10 años, pero mi madre tenía confianza y me guió a leer los libros de Dafa. "Falun Dafa es muy profundo y puede cambiar todo para mejor. ¿Qué tal si lo intentas?", dijo ella.

Mi mente se calmó después de que comencé a practicar Falun Dafa. Comprendí las cosas a un nivel más profundo y pude distinguir el bien del mal. Los principios descritos en las enseñanzas tenían sentido para mí, especialmente en la sección de "La transformación del yeli (karma)", Cuarta Lección, Zhuan Falun. Dafa abrió mi mente, haciéndome más pacífica y positiva. Como comprendí que las buenas y malas acciones que hacemos nos afectan, aprendí a controlar mi temperamento y a dejar de lastimar a los demás.

Dafa me dio sabiduría y me mantuvo en el camino de la escuela. Mamá siempre tuvo confianza en mí. Después de la primera reunión de padres y maestros, mamá dijo que creía que yo podía ser la mejor de la clase. Yo lo dudé seriamente. Sin embargo, al mes siguiente, llegué a ser la primera de la clase. Durante los siguientes dos meses, mejoré aún más y me convertí en la mejor estudiante de mi grado. Las cosas cambiaron tan rápidamente que cada día me parecía un milagro.

Mis notas se mantuvieron altas. Después de entrar en la escuela secundaria, siempre fui la primera de la clase, ya sea en las artes liberales o en las calificaciones generales. Era como un sueño hecho realidad y todas estas cosas asombrosas me fueron dadas por Dafa.

Mejorándome y validando Dafa en la escuela

Debido a mis buenas notas, mis compañeros de la escuela secundaria me seleccionaron como candidata para la liga juvenil comunista, una organización juvenil del partido comunista chino (PCCh) cuando se lo dije a mi madre, me pidió que decidiera qué hacer. Dafa es muy bueno y el PCCh lo persigue brutalmente. Yo decidí no estar conectada con el partido.

Al día siguiente, se lo dije a mi profesora. Su respuesta fue: "¡¿Qué?!" Se veía tan sorprendida que pensé que se le saldrían los ojos. Le contó a los otros profesores sobre esto y todos se sorprendieron. Cuando me preguntaron por qué, dije: "El PCCh es muy malo. No quiero ser parte de él". Mi profesora no sabía qué hacer y llamó a mi madre. Mi madre dijo: "Es su elección". Finalmente, nunca me convertí en miembro de la liga juvenil y estoy orgullosa de ello.

El año en que solicité el ingreso al 2.º ciclo de secundaria o preparatoria, mi madre sufrió una tribulación por yeli de enfermedad. Aunque mis notas significaban que podía inscribirme en la mejor escuela preparatoria, elegí una más cercana a mi casa. La gente se sentía mal por mí. Dijeron que podría lograr más en la mejor escuela preparatoria. Pero no me preocupé porque ya estaba bendecida por Dafa, que es lo más importante en este mundo.

Después de entrar en la escuela preparatoria, a menudo estaba en la parte superior de mi grado. Al observar mis buenas notas y mi personalidad, los profesores me apreciaban mucho. Tuve muchas oportunidades de contarles a los demás sobre Dafa. Los funcionarios de la escuela hablaron con mi madre, con la esperanza de aumentar mis notas aún más. También la invitaron a hablar durante las reuniones de padres y madres y a dar consejos sobre la educación de los hijos.

Mamá les contó a los funcionarios de la escuela y a los profesores sobre nuestra creencia en Falun Dafa y lo que experimentamos. Cuando se enteraron de la determinación de mi madre en medio de la enorme presión de la persecución, la respetaron aún más. Durante las reuniones de los padres, ella les contó a todos sobre cómo había sido enviada a los campos de trabajo por practicar Falun Dafa. Fueron los principios de Dafa los que la iluminaron sobre cómo educarme. Muchos padres se sorprendieron al escuchar esto, pero lo aceptaron.

Dejando de lado las cosas superficiales

La gente, incluyendo muchos estudiantes a mi alrededor a menudo me preguntaban, "¿Cómo puedes estudiar tan bien?". Les dije que debido a Falun Dafa, no le di prioridad a las cosas superficiales.

Cuando los familiares me daban dinero durante el Año Nuevo Chino, siempre se lo daba a mi madre o a otros practicantes. El dinero podía ser usado para producir materiales de Dafa o para comprar pequeños reproductores de MP3, los cuales podían ser cargados con archivos de audio para ser distribuidos y salvar a la gente. Cada vez que mi madre quería que me comprara ropa nueva, yo decía: "Ya tengo ropa".

Mi comida también era sencilla. Algunos practicantes mayores dijeron que la madre no cocinaba bien y que un niño en crecimiento requería una buena nutrición. Les dije que podía comprar comida en la escuela, pero no me gustó. Mamá siempre estaba ocupada y a menudo solo comía algo al azar para llenar su estómago. Recuerdo que una vez leí una historia sobre cuando el Maestro introdujo Dafa en los primeros años. Él solo comía fideos instantáneos. Cada vez que veía que mis compañeros de clase tiraban la comida, les recordaba que debían apreciarla.

Cuando tenía 11 años, ayudé a una practicante anciana. Ella quiso agradecérmelo y me llevó a comer. Como tenía que pedir algo, elegí unos dumplings (empanadillas chinas). Le dijo a mi madre que yo era diferente de las otras niñas. Más tarde le expliqué a mi madre que elegí los dumplings porque solo costaban 12 yuanes mientras que todo lo demás costaba docenas de yuanes.

Como practicantes de Falun Dafa, no estamos apegados a las cosas de esta sociedad cotidiana. Los principios del Fa nos han enseñado que el universo es profundo. Debido a que mi mente estaba tranquila, pude concentrarme en el estudio. Es más, el Maestro nos dijo que como estudiantes, debemos estudiar bien. Además, los principios de Dafa me ayudaron a llevarme bien con los profesores y los demás alumnos. He visto a muchos estudiantes con buenas notas discutiendo con otros estudiantes, profesores y padres. Eso causó problemas para todos y afectó sus propias calificaciones. Me sentí mal por eso y a veces expliqué a otros lo que he aprendido de los principios de Dafa. "Lo que dices es verdad", dijo una alumna mientras lloraba de rabia, "pero es tan difícil llegar allí".

Los teléfonos celulares y las redes sociales son otros de los dolores de cabeza que enfrentan los estudiantes. Debido a que soy una practicante con la misión de salvar a la gente, apenas reviso los medios sociales y no presto atención a las discusiones o mensajes allí. Puse mi teléfono móvil en silencio, para que no interrumpiera mis estudios. Si no hubiera sido una practicante, probablemente sería como muchos adolescentes que están fuera de control.

Un renombrado abogado de derechos humanos se enteró de mis buenas notas y quedó muy impresionado. "Los hijos de los practicantes son tan buenos. Pueden cuidarse. Mis hijos, por otro lado, siempre están con sus teléfonos celulares", le dijo a mamá.

De un patito feo a un cisne

Debido a que mis profesores de aula a menudo me ponían como ejemplo para los otros estudiantes, tenía muchos "enemigos". Algunas chicas se quejaban a menudo a los profesores: "¿Por qué la tratan tan bien?". Entendiendo el tema de la envidia de las enseñanzas de Dafa, nunca presumí. Cuando las personas decían palabras sarcásticas, yo solo cambiaba el tema o reconocía sus cualidades. Gracias a mi bondad y generosidad, no tuve casi ningún conflicto con los demás. Los profesores también estaban impresionados. "Mira, es tan positiva y de mente abierta. Uno puede decir que Falun Dafa es grandioso", dijo uno de ellos.

Además de hablar con los profesores, mi madre y yo les dimos memorias USB que contenían información de aclaración de la verdad, como los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Cuando una profesora me invitó a unirme al PCCh durante mi segundo año en la preparatoria, le dije que no y no se sorprendió. Cuando todos los profesores y estudiantes de la escuela estaban organizando un concurso de canciones pro-PCCh, no me uní y le pedí a mi profesora que no me obligara a asistir. Cuando los otros estudiantes preguntaron por qué estaba ausente, les expliqué la razón. Por eso, casi todos los profesores y los alumnos sabían que mi madre y yo practicábamos Dafa. Ellos respetaron mi creencia y no me discriminaron. Quiero agradecer al Maestro por haberme cuidado siempre.

Debido a la presión de entrar en una buena universidad, pasé la mayor parte de mis dos últimos años de escuela preparatoria dedicados a los estudios escolares. El tiempo para el estudio del Fa era muy poco, y realmente me arrepentí. Sin los principios del Fa, mi mente no estaba tranquila. Fue una lección seria para mí.

Después del examen de ingreso a la universidad, muchos estudiantes se fueron de vacaciones para relajarse. Esperaban obtener buenos resultados. Yo estaba muy tranquila. Antes del examen, le pedí al Maestro: "Maestro, por favor haga arreglos para que yo vaya a donde pueda ser más útil para validar el Fa". Confié en el Maestro.

Antes de que salieran los resultados, el oficial de admisión de una universidad fuera de China me dijo que la educación allí era ideal. Los estudiantes no tienen que perder el tiempo aprendiendo temas comunistas y también reciben una beca. Mi madre se molestó porque siempre pensó que yo iría a una buena universidad local. Pero, esta parecía una gran oportunidad.

Mamá estaba ansiosa, así que le recordé: "Puedes pensar que nuestro camino lo decidimos nosotros. En realidad, no lo es". Estas palabras la ayudaron y ya no estaba molesta. Cuando me enteré de que me habían admitido en esa universidad, todos mis parientes y amigos se emocionaron. Todos dijeron que siempre había sido una buena niña. Yo sabía que no era verdad. Al principio, fui problemática -fue Dafa quien me cambió, de un patito feo a un cisne.

Durante la escuela secundaria y la preparatoria, nunca me enfermé ni necesité ver a un médico. Rechacé la aplicación de las vacunas. Esto era muy diferente de mis años de primaria, durante los cuales me enfermaba con frecuencia. Fue Falun Dafa quien me trajo estos cambios positivos. Cuando entré a la preparatoria, recibí una puntuación perfecta en la clase de gimnasia. Mi salud era excelente. Viendo a los estudiantes a mi alrededor contagiándose de gripe y otras enfermedades, siempre estuve muy agradecida con el Maestro por cuidarme.

Usando cada oportunidad para aclarar la verdad

También aproveché cada oportunidad para contarles a los demás estudiantes y profesores sobre Falun Dafa. Una vez, el profesor de idiomas mencionó un documental sobre la contaminación en China que fue prohibido. Un estudiante dijo: "Muchos de esos documentales prohibidos son en realidad bastante buenos". Otro dijo: "Falun Dafa también está prohibido". La profesora no respondió directamente, diciendo que no sabía mucho al respecto. Sabía que tenía que hablar con ella.

Después de que la clase terminó, fui hacia la profesora y le dije que me gustaría hablar con ella sobre Falun Dafa. Ella dijo: "Bien, por favor, adelante".

Su actitud abierta me hizo sentir menos nerviosa. Le dije: "Falun Dafa es un método de autocultivación y se basa en los principios fundamentales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. El PCCh difama a Falun Dafa y persigue a los practicantes. Esto es similar a la represión de los cristianos durante el Imperio Romano. Sabemos que el poderoso Imperio Romano se derrumbó. Mucha gente cree que en realidad fue una retribución kármica".

La profesora escuchó en silencio e hizo preguntas sobre cosas como el incidente de autoinmolación escenificada en la Plaza Tiananmen. Le dije: "Eso fue un engaño. Falun Dafa prohíbe el suicidio y lo considera un pecado".

"Entonces, ¿qué hay de las enfermedades?", preguntó. Le dije: "Falun Dafa no prohíbe a los practicantes ver a los médicos cuando están enfermos. Es el PCCh el que calumnia a Falun Dafa". Nuestra conversación fue bien. El Maestro me ayudó y me dio sabiduría para explicarlo todo con claridad.

"Uno de mis vecinos practicó Falun Dafa", dijo ella. "Debe ser una buena persona. ¿Verdad?". Respondí. "Sí, lo es. Pero fue arrestado", respondió la profesora.

"¿Sabes lo que les pasa a los practicantes después de que son arrestados y encarcelados?". Pregunté, tratando de contener mis lágrimas. "Sufren toda clase de torturas por su creencia y algunos incluso son asesinados". La profesora se sorprendió. Aparentemente no sabía lo oscuro que era el sistema judicial chino, ya que la propaganda del PCCh siempre afirma lo contrario.

Le dije: "Tengo una unidad USB y espero que pueda echarle un vistazo cuando tenga tiempo". Los practicantes de Falun Dafa son buenas personas y son inocentes". Ella dijo: "Eso sería genial. Le echaré un vistazo".

Varios estudiantes también escucharon nuestra conversación. No me interrumpieron ni se fueron. Más tarde, contaron a otros lo que dije y dijeron que me respetaban mucho. Cuando regresé a casa, todavía estaba un poco nerviosa hasta que recibí un mensaje de un estudiante: "Todos te apoyamos".

En mi tiempo libre, otro practicante y yo salíamos a menudo a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Intencionalmente íbamos a una zona residencial militar, que estaba custodiada por soldados armados. Entramos en el edificio y dejamos materiales en cada piso. Tratamos de evitar hacer ruido. Distribuimos una gran cantidad de materiales en muchos edificios, así como en vehículos. Como en ese momento yo era solo una estudiante de secundaria, la gente no sospechaba de nosotros. Fuimos allí tres veces en total y siempre tuvimos en cuenta la seguridad.

Epílogo

Los practicantes no tenemos que preocuparnos por el futuro. Estamos aquí en la tierra por poco tiempo ya que nuestro verdadero hogar está en el Cielo. No deberíamos estar demasiado apegados a las cosas de aquí.

Mirando hacia atrás, solía ser una niña problemática. Afortunadamente, me convertí en una practicante de Falun Dafa; de lo contrario, sería otra persona que se desliza hacia abajo en esta sociedad moralmente degenerada. Mi madre me ayudó a conocer Dafa, lo que me ha traído todos estos cambios positivos.

¡Mi vida es como la fábula en la que un patito feo se convirtió en un hermoso cisne! Seguiré apreciando a Falun Dafa y le diré a todo el mundo lo maravilloso que es.