Constante abuso físico y tortura mental en la prisión de mujeres de Gansu

(Minghui.org) Más de 30 practicantes de Falun Dafa están actualmente detenidas en la prisión de mujeres de Gansu. Sufren una tremenda tortura física y mental por parte de guardias y reclusas.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es un sistema de meditación basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde que el partido comunista chino (PCCh) comenzó a reprimir al grupo en julio de 1999, un gran número de practicantes han sido detenidos, encarcelados y torturados por su creencia.

Torturada y herida

La Sra. Guo Caiping de la ciudad de Qingyang, que ya tenía más de 70 años, fue golpeada casi a diario por las reclusas Wang Lei y Zhang Yu. Las reclusas la agarraron por el pelo y golpearon su cabeza contra las puertas de metal. Wang le echó agua fría por el cuello, mientras que Zhang la golpeó, la empujó al suelo y la arrastró por el cuello, casi la asfixió y le causó hematomas en la cara y el cuerpo. Además de no permitir el uso del baño, a menudo se vio obligada a ponerse en cuclillas durante mucho tiempo.

La Sra. Duan Xiaoyan, también de Qingyang, fue electrocutada con picanas por el guardia Wei Ying. Su rostro se volvió negro violáceo y estaba a punto de perder la vista. Los guardias la obligaron a escribir un resumen de su pensamiento y a reescribirlo si lo consideraba insatisfactorio. Las reclusas Jiao Lijuan y Fang Lin pincharon sus glúteos con bolígrafos, llenándola de agujeros como una colmena.

La Sra. Zhang Youfu es de la ciudad de Baiyin. Fue electrocutada por el guardia Wei Ying con picanas en numerosas ocasiones. Los guardias le exigieron que calumniara al fundador de Falun Dafa frente a las reclusas, cuando ella se negó, no le permitieron usar el baño. La Sra. Zhang también se vio obligada a ponerse en cuclillas durante mucho tiempo y fue brutalmente golpeada por la reclusa Li Haoxi.

La Sra. Li Mingyi del condado de Gangu fue alimentada con drogas que dañan el sistema nervioso, no se le permitió sentarse y sufrió miserablemente.

Debido a negarse a escribir sobre su pensamiento (una técnica de lavado de cerebro), a la Sra. Liu Wanqiu de la ciudad de Lanzhou se le prohibió usar el baño y, por lo tanto, se ensució los pantalones. Gao Juan la llevó al baño y le echó agua fría. Por la noche, los represores quitaron toda la ropa de cama y tuvo que dormir en una tabla de madera. No solo eso, los guardias esposaron sus manos al armazón de la cama haciéndola incapaz de darse la vuelta. Debido a que sus pantalones estuvieron mojados de orina por mucho tiempo, su trasero se infectó. Esta tortura duró más de cinco meses. Además, se vio obligada a escribir declaraciones denunciando a Falun Dafa. La Sra. Liu, de unos 60 años, fue llevada a una prisión al mismo tiempo que su hija. Los guardias la obligaron a hacer cosas en contra de su voluntad, amenazando con lastimar a su hija.

La Sra. Zhang Jianhua, de más de 80 años, de la ciudad de Lanzhou, también sufre en la prisión de mujeres de Gansu. Los guardias Sun Liwei y Wei Ying le exigieron reiteradamente que renunciara a su fe. Le exigieron que escribiera todos los días un pensamiento que calumniara al fundador de Falun Dafa y a ella misma. Cuando la Sra. Zhang se negó, los reclusos Zhao Ruixiu la golpearon y patearon, y la obligaron a permanecer de pie por mucho tiempo. Los guardias también le exigieron que denigrara a Falun Dafa y al fundador frente a las reclusas. Sin su propio cubo, la Sra. Zhang orinó por la noche en un cubo que pertenecía a otra persona. La reclusa Zhang Xiaoxuan la obligó a sostener el cubo y beber la orina en el baño.

Las torturas anteriores no son aisladas, casi todas las practicantes detenidas en la prisión de mujeres de Gansu han sufrido así.

Muerte de una practicante

La Sra. Xu Huixian, maestra jubilada del condado de Zhenyuan, fue sentenciada a un período de tres años en 2015. Estaba demacrada y en estado muy grave por la tortura en la prisión. Poco después de su liberación el 18 de junio de 2016, murió el 8 de julio.

La Sra. Xu estaba extremadamente débil y no podía hablar durante sus últimos días. Aparte de dormir, estaba bastante agitada a veces. Las practicantes que también fueron detenidas en esa prisión, dijeron que probablemente le dieron drogas antes de su liberación.