(Minghui.org) El documental “En el nombre de Confucio” hizo su estreno en Bulgaria durante el prestigioso Festival de Cine Documental "Sofía Biting Docs”, en la Casa de Cine de Sofía el 30 de septiembre de 2019, un día antes del día nacional de China y dos días antes del día mundial de los institutos Confucio. La trama del documental es que los institutos Confucio son herramientas del régimen comunista chino e interfiere con la democracia en el mundo.

Hay dos institutos Confucio funcionando en Bulgaria -uno asociado con la Universidad de Sofía, “St. Kliment Ohridski”, y otro asociado con la Universidad de Veliko TArnovo, “St. Cyril and St.Methodius”. Las infraestructuras de “Confucio” fueron establecidas en seis escuelas en las ciudades búlgaras de Sofía, Plovdiv, y Stara Zagora, todas subvencionadas por el gobierno chino. Hasta 2018 había 548 institutos Confucio funcionando en escuelas de educación superior en todo el mundo, y 1193 aulas Confucio en escuelas primarias y secundarias. Toda esta financiación podría haber beneficiado a las regiones remotas de China, conocidas por su escaso desarrollo educativo.

A pesar de caracterizarse a sí mismo como "humanitario", los institutos Confucio han sido criticados no solo por promover la agenda del partido comunista, sino también por ser sospechosos de estar involucrados en espionaje. Los socios de la universidad comentaron que los temas que Beijing considera "inconvenientes", como Taiwán, Tíbet, la masacre de Tiananmen y la persecución a la práctica espiritual de Falun Dafa, han sido eliminados de sus planes de estudio. Los representantes chinos insisten para que sus socios universitarios no discutan estos temas durante las clases. Los institutos Confucio también han sido acusados de presionar a sus socios universitarios para que promuevan sus propios programas. Por ejemplo, parte del plan de estudios de Confucio eran poemas y canciones en honor a Mao Zedong.

¿Cuál es la situación con los institutos Confucio en Bulgaria? El tema surgió después de la proyección del documental "En el nombre de Confucio" en Sofía. Una espectadora entusiasta dijo que la película le dio una lección de democracia y que estaba contenta de ver el final feliz. Otro espectador comentó que la gente en Canadá era muy ingenua, razón por la cual el gobierno comunista chino estaba aprovechándose de ellos. El documental dejó claro que a pesar del intento de presentarse similar a escuelas como el British Council, el Instituto Goethe y la Alianza Francesa, los institutos Confucio estaban, de hecho, promoviendo la propaganda comunista china y silenciando a los disidentes.

Para muchos búlgaros, sin embargo, los institutos Confucio significan cultura china. Los institutos han estado organizando festivales de películas chinas gratuitos y eventos para presentar caligrafía, medicina, y otras tradiciones chinas. Los practicantes de Falun Dafa búlgaros tomaron ventaja de este interés en la cultura china para informar a la audiencia sobre las violaciones de derechos humanos en China y la persecución de personas inocentes que eligen seguir los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Practicantes organizaron dos stands informativos al lado del edificio del instituto Confucio en Sofía el 28 de septiembre. Docenas de transeúntes firmaron una petición condenando la persecución de Falun Dafa en China, y cientos se llevaron material informativo. Un grupo de jóvenes dijo que estaban muy conscientes de la interferencia del partido comunista chino a través de los institutos Confucio. Una mujer mayor que vino con su hija quisieron aprender sobre la cultura china actual, porque los institutos Confucio no pudieron ofrecer información fiable sobre el tema. Muchos jóvenes chinos que hablaban búlgaro perfecto también tomaron folletos y agradecieron sinceramente a los practicantes por la información.

Uno de los practicantes de Falun Dafa a cargo de los eventos en Bulgaria comentó: “Esperamos que estos sean los primeros pasos que guíen a un conocimiento que ya existe en Canadá, que los institutos Confucio, son una fuente de propaganda comunista, y es mejor que los cierren. Esto abrirá las puertas para una genuina cultura tradicional china en Bulgaria”.