(Minghui.org) Mi madre comenzó a practicar Falun Dafa en 1998. Trabajaba en una fábrica durante el día, y luego en la granja. Además, tenía que hacer las tareas domésticas como lavar la ropa de todos, cocinar y cuidar a los mayores de la familia. Frecuentemente estaba muy cansada.

Con los años de este trabajo agotador y excesivo, mi madre enfermó. Sufría de una grave inflamación de amígdalas y enfermedades ginecológicas. Estaba tan delicada que tenía que usar abrigo, incluso en verano. Había todo tipo de medicamentos en casa que solía tomar con regularidad, pero no la ayudaban en absoluto.

En la primavera de 1998, nuestra vecina habló con mi madre sobre Falun Dafa y le dijo que la ayudaría a mejorar su salud. Le dijo que el Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, ayuda a purificar el cuerpo de todos los practicantes. Mi madre sintió curiosidad, así que leyó a Zhuan Falun y comenzó a hacer los ejercicios de meditación.

Mi madre se transformó en una persona diferente después de comenzar la cultivación de Falun Dafa. Su salud mejoró y se volvió más amable. Ha seguido practicando Falun Dafa por más de veinte años y ha seguido fielmente las enseñanzas de Dafa. En ella observé la paz, la bondad y la perseverancia de los discípulos de Falun Dafa.

Perseverancia en su fe

Al principio, mi padre se opuso a que mi madre practicara Falun Dafa. Todos los días, la obligaba a hacer muchas tareas, con diferentes pretextos, para que no estudiara el Fa ni hiciera los ejercicios. Pero mamá tenía sus propios requisitos estrictos. No estaba enfadada con mi padre y no discutía con él. Se encargaba de todo el trabajo sin ningún tipo de queja.

Mi padre vio los cambios positivos en la salud de mi madre y su persistencia en practicar Falun Dafa. Poco a poco fue conociendo un poco más sobre la práctica e incluso a menudo se unió al pequeño grupo de estudio del Fa.

En la primavera de 1999, mi madre fue a Beijing a participar en la petición pacífica en la oficina de apelaciones del consejo de estado del 25 de abril. Después de regresar a casa, su unidad de trabajo comenzó a monitorearla, ya que no querían que volviera a Beijing. Para convencerla, la trasladaron del puesto de trabajo, que todos envidiaban, en el taller. Más tarde fue transferida a cavar en la tierra. Las tareas eran pesadas y duras. Cavar arena afuera era muy duro y mi madre estaba expuesta al sol todo el día. Estos sufrimientos no cambiaron su determinación, ya que continuó cultivándose sin quejas ni rencores.

La persecución contra Falun Dafa comenzó el 20 de julio de 1999. Ese día, como decenas y miles de discípulos de Dafa, mi madre fue a la Plaza de Tiananmen y a la oficina de reclamaciones y visitas para validar Dafa, y esclarecer los hechos a los funcionarios. Fue arrestada ilegalmente y llevada a un centro de lavado de cerebro. Sufría mucho, pero nada podía impedir que siguiera cultivándose.

En el año 2000, la unidad de trabajo de mi madre trató de nuevo de presionarla para que dejara de cultivarse y le ordenó que escribiera una declaración prometiendo no volver a Beijing. Amenazaron con que si no lo hacía, la despedirían.

No escribió la declaración y renunció con orgullo a su trabajo. Un excolega suyo me contó después lo que pasó ese día. Mientras salía de la fábrica, su colega quien había trabajado con ella durante casi veinte años trató de impedir que se fuera. Mi madre dijo: "Elijo practicar Falun Dafa. ¡No escribiré ninguna declaración!".

Nuestros parientes y vecinos condenaron a mi madre diciendo: "Perdiste tu trabajo por culpa de la cultivación. ¿Realmente vale la pena?". La respuesta de mi madre fue: "Falun Dafa me ha dado todo lo que tengo. Sin Falun Dafa no soy nada. ¡Quiero practicar Falun Dafa!".

Llevarse bien con los parientes y vecinos

Antes de practicar Falun Dafa, mi madre tenía mal genio. Cuando las cosas pequeñas no salían como ella quería, se enojaba conmigo y con mi padre. Le teníamos miedo. Pero desde que comenzó a practicar, se volvió más considerada con todos los familiares.

Mi padre fue adoptado cuando era un niño. Después de casarse con mi madre, ella fue gentil con sus padres adoptivos y los atendió bien hasta que fallecieron. Más tarde, mi padre trajo a sus padres biológicos a vivir a casa. Nuestros parientes y vecinos sintieron lástima por mi madre. Le dijeron: "Tú ya has hecho tu parte al cuidar de tus suegros adoptivos. ¿Ahora tienes que cuidar de estos otros padres también? Eso no es justo para ti".

Mi madre se reía y me decía: "No hay problema. Es lo que debo hacer".

Mi padre tenía cuatro hermanos biológicos. Aún así, mis abuelos biológicos eran quienes más querían a mi familia porque sentían que mi madre se preocupaba más por ellos. Siempre cocinaba la comida que les gustaba. A mi abuela le gustaba hablar con ella, especialmente cuando estaba preocupada por algo, y normalmente mi madre la consolaba con el fin de que se sintiera mejor. Mi madre a menudo le enseñaba a mi abuela a decir: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y mi abuela repetía felizmente las frases.

Mi abuela se quedó en casa de mi tío durante el Año Nuevo Chino. Un día, mi tío nos llamó y nos dijo: "Mamá quiere comer dumplings rellenos con hinojo". Cuando mamá se enteró, salió a comprar hinojo y empezó a hacer dumplings. Luego tomó el transporte público para entregárselos.

La tía era la única hermana de mi madre. Su vida era estresante y a menudo se peleaba con su marido. Murió a una edad muy temprana. Todos nuestros parientes odiaban al tío y no se contactaban con él. Sin embargo, cada Año Nuevo mi madre me decía que comprara algunos regalos y que fuera a verlo. No me alegraba la situación. "Trató muy mal a la tía. Si no fuera por él, quizá la tía no habría muerto tan joven. ¿Por qué debo ir a verlo?", le pregunté.

Mi madre me respondió: "Al fin y al cabo, somos parientes. Debes ir".

No tuve elección, así que compré algunos regalos y fui. En mi viaje a casa, hablé con un taxista sobre la visita a mi tío. El conductor me dijo: "Tu madre es muy compasiva. Si fuera yo, no iría".

Yo le respondí: "Mi madre practica Falun Dafa. Es bondadosa. La propaganda que el gobierno inventa y difunde no es correcta".

El conductor asintió con la cabeza.

El año pasado, el gobierno se apropió de las tierras de mi familia y nos compensó con más de un millón de yuanes. Al momento que recibimos el dinero, mi tío y mis vecinos querían pedirle prestado una cantidad. Mi madre accedió a permitir que todos tomaran prestado algo de dinero.

El dinero desapareció en menos de un año, mientras que nuestra casa aún necesitaba reparaciones. Mi madre vivía modestamente para ahorrar dinero para dichas reparaciones. Cuando me quejé por esto, me dijo: "La gente acudía a pedir dinero prestado porque lo necesitaba realmente. Debemos ayudarlos".

Todos nuestros parientes y vecinos alabaron a mi madre por su generosidad. Por eso cuando mi madre les aclaró la verdad sobre Dafa, estuvieron de acuerdo con todo lo que les dijo.

Dándome apoyo total

Comencé a trabajar como maestra de escuela primaria en 2006. Mi madre sabía que yo tenía mal genio. A menudo me recordaba que no debía ser cruel, y que debía tratar a los padres, colegas y niños con los principios del Fa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Me dijo que trabajara duro y que no tuviera miedo de sufrir. También me aconsejó que cualquier cosa que me pidieran los funcionarios, lo hiciera sin condiciones y sin quejas.

Muchos de mis colegas eran jóvenes y cuando los funcionarios les delegaban tareas, siempre había algunos que se quejaban. A veces sus familias presionaban a los funcionarios, ya que todos querían tener un trabajo fácil. Aparentemente, solo mi madre, una practicante de Falun Dafa, le pidió a su hija que hiciera un trabajo pesado sin quejas y que cooperara con los administradores.

Como maestra de escuela primaria, básicamente me ocupaba de mi propia clase. Debido a que había pocos maestros, si alguno solicitaba un permiso de ausencia, los otros debían ocuparse de su turno, lo que significaba hacer horas extra.

Mi madre crió más de doscientas ovejas para ganarse la vida, y aún así no dejaba que me preocupara por nada en casa. Me repetía: "Haz bien tu trabajo y cuida de tus alumnos. Llevo bien los quehaceres de la casa".

Así que con su apoyo y la buena fortuna que me trajo Dafa, no me he pedido ni un solo permiso en los últimos doce años.

Mi escuela animó a todos los profesores a mejorar sus cualificaciones académicas en 2013, así que me embarqué en estudios de postgrado, que comenzaron en el verano. Tenían requisitos estrictos; si uno se ausentaba durante un tercio de las clases, tenían que volver a tomar el curso. La carga de trabajo en la escuela ya era bastante pesada, y si tuviera que volver a tomar un curso, habría muchos problemas. Mi madre se dio cuenta de esto y me brindó mucho apoyo. Aunque ella tuvo que esquilar ovejas en verano, me pidió que me concentrara en mis estudios y se hizo cargo de mi tarea de preparar la cena todas las noches.

En el verano de 2013 y 2014, todos las labores del hogar las hacía mi madre. Cuando le pregunté si se encontraba cansada, me respondió: "No estoy cansada. Solo concéntrate en tus estudios".

Gracias a su apoyo, no falté a ninguna clase de mi programa de estudios de postgrado y pude completar la maestría en dos años.

Escribí estas palabras en el reconocimiento de mi tesis de maestría: "Estoy muy agradecida por el apoyo de mi madre durante los últimos dos años. Sin ella, no habría terminado mis estudios hoy". Estas palabras fueron aplaudidas por los profesores que participaron en la ceremonia de mi maestría.

Mi madre es una mujer corriente de campo, pero para mí es muy especial. La práctica de Falun Dafa la convierte en la vida más grande del universo. Durante los últimos diecinueve años, la vil campaña del partido comunista chino contra los practicantes de Falun Dafa ha desencadenado el sufrimiento de muchos practicantes y de sus familias. Así como mi madre no ceja en sus esfuerzos, decenas y miles de practicantes sufren penurias y continúan con sus pacíficos llamamientos para poner fin a la persecución.

Espero que este artículo ayude a todas las personas de buen corazón a conocer a los practicantes de Falun Dafa y a apoyarlos. ¡Apoyarlos les proporcionará un futuro brillante!