(Minghui.org) Tengo 52 años y he estado practicando Falun Dafa durante 22 años. Aunque ha habido muchos obstáculos en mi camino de cultivación, nunca abandoné mi fe en Shifu Li (el fundador de la práctica) y en Falun Dafa.

Curando mis enfermedades y recobrando la capacidad de oír

A principios de 1990, desarrollé una enfermedad incurable, que interfirió con la capacidad de mi cuerpo de producir glóbulos rojos y plaquetas, de manera natural. También sufría de gastroenteritis y rinitis aguda. Un médico chino dijo que no había nada que pudiera hacer por mí. Me sentí desesperanzada.

Entonces escuché acerca de los beneficios milagrosos para la salud que conlleva la práctica de Falun Dafa así que decidí probarlo. Estudié el Fa, hice los ejercicios de Falun Dafa y apliqué los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en la vida diaria. En menos de un mes, me curé completamente de mis enfermedades. ¡Me encontré llena de energía y rebosante de salud otra vez!

Cuando tenía cinco años, estaba jugando con un bastoncillo de los oídos de una estilista picada por la curiosidad. Entonces, un adulto gritó y me asustó, y accidentalmente me perforé el tímpano con el palito. Desde entonces, dejé de escuchar con mi oído derecho. Al año de practicar Dafa, recobré la audición.

El temperamento de mi marido cambia

Mi esposo solía tener mal genio. Cuando no estaba contento, apostaba, tenía aventuras amorosas y me insultaba o incluso me pegaba. Me golpeaba aún más si trataba de persuadirlo de que dejara de hacerlo. Lo odiaba y odiaba vivir con él.

Después de comenzar a practicar Falun Dafa, llegué a ser más tolerante, compasiva y dejé de discutir con él. Aunque tenía muchas deficiencias, él todavía tenía algunas cosas buenas.

Shifu Li nos enseñó:

“Qué es un corazón de gran Ren? Siendo alguien que refina gong debes, ante todo, ser capaz de no devolver el golpe al ser golpeado ni devolver la injuria al ser injuriado, tienes que ejercer Ren. De otro modo, ¿qué clase de cultivador eres?” (Novena Lección, Zhuan Falun).

Hace tres años, trajo a su amante a casa. Cuando le dije que no volviera a hacerlo, me atizó con un palo. Usé mi antebrazo derecho para protegerme y el palo se rompió. Entonces agarró otro palo para pegarme, pero me protegí con el otro brazo. No dije nada y tampoco devolví el golpe. Aunque mis dos brazos resultaron heridos, seguí estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Diez días más tarde, mis brazos habían sanado completamente.

Durante el Año Nuevo Chino, mi esposo trajo unos amigos a casa para jugar al poker. Le dije que justamente había invitado a mi familia a almorzar con nosotros. Le pedí que me ayudara.

Entonces sus amigos se fueron. Mientras estaba ocupada preparando la comida, me dio una patada en el centro de la espalda. Aguanté el dolor y permanecí tranquila. Mi primer pensamiento fue que había estado demasiado ocupada preparando el almuerzo y no había saludado a sus amigos. Había fallado. Mi espalda se recuperó ocho días más tarde.

Cuando me encontraba con tales situaciones, miraba hacia adentro y continuaba cuidando de él. Poco a poco, ha cambiado, y su carácter se ha vuelto más agradable y cortés. Ya no me insulta, juega ni va con prostitutas. Se ha convertido en un hombre recto que me ayuda con las tareas domesticas.

Shifu explicó:

“…tu campo puede corregir tales estados incorrectos. Cuando una persona de mente mala piensa en algo incorrecto, el efecto poderoso de tu campo puede cambiar sus pensamientos y quizás en ese momento él ya deje de pensar en cosas malas. Quizás alguno quiera regañar a alguien y, de repente, cambie de idea y ya no quiera hacerlo. Solo el campo de energía del xiulian del Fa recto puede generar este efecto. Por eso, en el pasado la religión budista tenía una frase: “La luz de fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante”, que significa precisamente esto” (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Mi hijo difunde la bondad de Dafa

Cuando mi hijo estaba en el segundo grado, su maestra me llamó para decirme que tenía fiebre y me pidió que fuera a recogerlo de inmediato. Lo llevé al médico. Le diagnosticaron paperas.

De camino a casa, le dije a mi hijo que recitara: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Cuando llegamos, dijo: "Mamá, estoy bien. Ya no tengo fiebre, entonces no hay necesidad que tome la medicina". Le respondí: "Eso es bueno. Si ya te sientes bien, no necesitas medicinas. Fue Shifu quien te quitó la enfermedad". Luego, mi hijo le dio las gracias a Shifu.

Generalmente le enseño a ser bueno, a respetar a sus profesores y compañeros de clase, y a ser un buen estudiante. Una vez, escuché que le dijo a su primo: "Te enfermas de gripe con facilidad. Puedes recitar: 'Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. Cada vez que lo recito, mi gripe desaparece".