(Minghui.org) Aunque he querido compartir mi historia desde hace tiempo, seguí aplazándola, usando la excusa de que no tenía tiempo, o pensando que quizás mis experiencias no eran tan extraordinarias. Han pasado catorce años desde que empecé a practicar Falun Dafa. Cuando recuerdo mi viaje de cultivación, ¡me doy cuenta de que he experimentado muchos momentos grandiosos!

Mis inicios en Falun Dafa

Conocí Falun Dafa por mi hermano. Sus mejoras en la salud al inicio fueron en realidad su motivación para compartirlo conmigo, razón por la que me invitó a participar de las prácticas. Nunca conseguía el tiempo para asistir por razones laborales u otro tipo de interferencia. Recuerdo que lo miraba leer las enseñanzas del Fa cuando yo me recostaba a descansar, estas lecturas me motivaron a asistir. Entonces me enteré que los practicantes locales iban a participar en una Feria Internacional del Libro promoviendo la disciplina y quise ayudar, ya que estaba inspirada por los cambios positivos que veía en mi hermano.

Decidí asistir y fue un momento crucial y maravilloso de conexión. Inmediatamente, al llegar al estand, recuerdo que lo primero que hice fue tomar folletos y comenzar a repartirlos, sin saber en profundidad en qué consistía la disciplina Falun Dafa ni su serie de ejercicios. ¡Fue como si hubiera sido practicante por años! Recuerdo que me sentí tan feliz, la gente me preguntaba y sin pensar solo decía que era algo bueno, lo decía por los cambios que había visto en mi hermano, pues aún yo no era practicante.

En esa actividad de varios días que acompañé al grupo se sumaron unos practicantes de Estados Unidos que vinieron a apoyar, trajeron materiales e información para entregar a la gente, ese momento fue para mí como un encuentro con la familia, me sentí muy bien e identificada. Uno de ellos me enseñó los ejercicios, temía hacerlos en público, pero fue tan bueno que mucha gente se detuvo a mirar y muchos se animaron a aprender también, formándose así un grupo de enseñanza que era el propósito fundamental de la participación de Falun Dafa en esa feria y que para mí marcó un inicio extraordinario, ¡me convertí así en practicante de Falun Dafa!

Desde entonces me integré activamente a las prácticas y actividades, para difundir y compartir con todo el mundo, luciendo botones distintivos con el nombre de Falun Dafa, viajaba al interior del país con otros practicantes para difundir Dafa y participaba en diversas actividades locales promoviendo la disciplina. Me sentía radiante, totalmente renovada, libre ysin problemas de salud: era como una nueva persona.

Desde entonces no paré, quería hablar con más personas sobre Falun Dafa. Pero, ¿cómo hacer mejor esto?, fue una de las preguntas que me hice. De inmediato comencé a leer las enseñanzas de Falun Dafa por más tiempo y también reforcé la práctica de ejercicios.

Recuerdo que un practicante del extranjero me enviaba las conferencias traducidas al español para que ayudara en la revisión y afinando las traducciones, era como un trabajo de apoyo, pero para mí fue de gran ayuda en mi cultivación, ya que me permitió profundizar aun más en las enseñanzas del Maestro, y fueron mi guía y fortaleza en la cultivación.

Abracé con mucha entrega esta oportunidad de estudiar las enseñanzas, aproveché cada momento sin importar el lugar ni la hora; leí y descargué todas las conferencias y todo lo que había en idioma español y lo que estaba en inglés era traducido por mis compañeros practicantes quienes fueron mi gran apoyo en esos primeros años tan lindos. Formé mi biblioteca de Dafa en casa, todo lo imprimí, encuaderné y empasté, todo con colores azul y bien cuidado, me fundí en un estudio constante para poder entender mejor, y en la búsqueda de entender, esas enseñanzas transformaron mi interior, mi mente se amplió y me llenó de mucha fuerza para compartirlo y salvar a las personas. Estaba maravillada por la grandeza de Dafa y quería avanzar firmemente en el camino de la cultivación, para que más gente supiera sobre la práctica.

La importancia del estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos

El estudio individual y grupal fomentó la base de mi cultivación, fue el motor de arranque para hacer grandes cosas, como clarificar la verdad sobre la persecución en China a los practicantes de Falun Dafa.

Muchas condiciones se dieron a mi favor para llevar a cabo esta tarea. Tuve la oportunidad de entregar personalmente a dos presidentes de estado material de clarificación de los hechos acontecidos en China y la violación a los derechos fundamentales de los mismos. Entiendo que el estar presente en varios eventos importantes del país ante las autoridades más destacadas en varias ocasiones fue un arreglo de Shifu, y lo aproveché como la oportunidad de dar a conocer Falun Dafa y cómo está siendo perseguido.

Uno de los momentos más importantes en mi historia de cultivación fue el evento del Relevo de la Antorcha de los Derechos Humanos por los juegos olímpicos celebrados en Beijing.

El Relevo de la Antorcha de los Derechos Humanos marcó un reto en mi cultivación y como cuerpo. Al recordar todo me quedo impresionada, porque no pensé fuera posible el montaje de ese gran evento. Todo fluyó en la logística, desde conseguir la orquesta musical de la Policía Nacional, autobuses estatales para el transporte, el apoyo del cardenal de la iglesia católica local y diversas comunidades que se integraron, colegios y movimientos apoyados por la máxima autoridad de los derechos humanos, todos unidos con los atletas medallistas en oro que tomaron la antorcha en el desfile y la ofrenda floral en el altar de la patria para apoyarnos en decir no más persecución a los practicantes de Falun Dafa en China continental.

Este evento fue sin duda una gran experiencia, con la cobertura de gran parte de los medios de comunicación explicando lo de este Relevo de la Antorcha y poniendo al tanto sobre la violación de los derechos humanos en China a los practicantes de Falun Dafa. Sentimos que cumplimos nuestra misión gracias al estudio constante y a los pensamientos rectos que mantuvimos. Guiados por Dafa todo es posible, siempre ha sido mi convicción y he visto cómo se manifiesta.

Todas las oportunidades son para salvar a la gente

He participado en otros proyectos cada año que me han ayudado en mi cultivación, como la experiencia de presentar a Falun Dafa en la Feria Internacional del Libro. Este escenario me permite conversar con personas sobre Falun Dafa y aclarar la verdad sobre la persecución actual en China. También me ha ayudado en mi cultivación, hablar con personas de diversos tipos de pensamientos, creencias y perspectivas, así como también encontrarme ante situaciones y conflictos de xinxing durante el montaje. Siempre que miré dentro mío y me evalué desde el Fa, las cosas fueron resueltas.

Cuando trabajamos juntos se revelan nuestros apegos, creando la oportunidad de mirarnos y elevarnos. ¡Cuán maravilloso es! Podemos salvar gente y mejorarnos al mismo tiempo.

Quiero destacar una de las participaciones en la Feria del Libro que más me ha marcado fue cuando nos unimos a la campaña del millón de firmas para poner fin a la persecución a los practicantes de Falun Dafa en China.

Ese año el estand de Falun Dafa fue colocado dentro de un museo y a los museos el número de personas que asiste es menor, lo que vimos como algo que afectaría la recolección de las firmas. Rectificamos esos pensamientos negativos con el envío de pensamientos rectos y nos decidimos a hacer lo que teníamos que hacer. Con esta perspectiva, todo sale como debe ser, y Dafa se manifiesta de forma natural.

Fueron tantas las personas que se acercaron a nuestro estand nos dolía la garganta de tanto hablar, porque había que explicar todo para que la gente pudiera firmar conscientemente. La generosidad y grandeza de Dafa fue tan divina, que fue el primer año que la Feria del Libro se extendió una semana más y recuerdo que los países invitados se retiraron, y los expositores locales pasamos a los espacios libres, lo cual fue maravilloso porque fue el momento en que ampliamos aún más la campaña de recolección de firmas ayudando a más personas a posicionarse rectamente ante este llamamiento. Mi voz se restableció; muchas personas vinieron a firmar la petición, todo se hizo claro sin tener que explicar mucho, todos firmaban animadamente.

A todo esto, me preguntaba cómo lo hicimos. Pues al mostrar los ejercicios en el estand y estudiar el Fa se creó un ambiente favorable. Aprendí que la clave de todo proyecto era la misma. Dafa te da la fortaleza necesaria, cuando desde tu corazón emana bondad, determinación y unión al hacer las cosas. La clave principal es la cultivación, el estudio constante y la fe recta.

Otros momentos para compartir en esta historia están relacionados con la proyección de documentales como China Libre, el Coraje de Creer; Trascendiendo el Miedo y otros. La primera presentación de China Libre, el Coraje de Creer fue en la Feria Internacional del Libro, y aunque solicitamos el salón con tiempo, la proyección no fue incluida en el programa y tampoco habíamos recibido la película para proyectarla. Ante estas dos interferencias, lo primero que hicimos fue mirarnos internamente para ver que pasó y fortalecer nuestros pensamientos rectos. Recuerdo que solicité conversar con la organizadora, y todo fue resuelto, ella consiguió el salón apropiado y la película fue incluida en el programa diario de la feria. El día antes de la proyección, la película llegó a casa, mi padre la recibió, y confieso que lloré, y le decía a mis padres, sin que ellos pudieran comprender, que fue el Maestro Li que lo hizo posible. Mis padres estuvieron en la proyección y luego de ver la película tuvieron un mejor entendimiento sobre lo que han pasado los practicantes de Falun Dafa en China y de lo que he venido haciendo al clarificar esto. Esa película tocó sus corazones y la de muchos de los espectadores que llenaron la sala ese día.

El año pasado con otra proyección, la interferencia vino por las condiciones climáticas, intensas lluvias se registraron durante esos días. En un momento, creímos que la proyección se cancelaría, pero recuerdo que bajo un árbol, iniciada la lluvia, enviamos pensamientos rectos junto a mis compañeros practicantes, muchos pensamientos rectos. Finalmente, a pesar de la lluvia, llenamos el salón y volvimos a proyectarla por segunda vez. Superamos desafíos, interferencias, pruebas y una lista de otras que no cabe contarlas todas aquí, pero nos mantuvimos firmes con todo los medios y recursos existentes para que más personas puedan fijar sus posiciones ante los hechos que acontecen en China y la brutal persecución a Falun Dafa.

El proyecto La Gran Época

Al contar algo de mi historia de cultivación mientras participo en el proyecto de coordinación de La Gran Época en mi país, es como decir que aquí entro en una etapa de maduración, desafíos, retos, pero sobre todo firmeza ante una interesante labor que se expande y multiplica con miras a aclarar la verdad desde otra óptica y a un alcance mayor. Es algo grandioso que me ha ayudado mucho en el proceso.

Hace diez años, cuando parecía imposible iniciar este proyecto y planteé la idea, muchas cosas ocurrieron. Trabajamos como un cuerpo coordinado con los practicantes de Argentina que llevan el proyecto allá y que fueron nuestro gran apoyo en este emprendimiento. Hoy La Gran Época tiene diez años de circulación local, con aún muchos retos por delante y mucho que mejorar en el proceso, ha sido un proyecto consistente, donde un grupo de practicantes de otros países nos ayudan hacer posible este trabajo.

Al inicio de este proyecto pensé que me encontraba en un buen estado de cultivación y a pesar de esto, tuve que encarar muchos desafíos, pruebas, apegos expuestos, de todo, pero fue el inicio de la madurez en algunos aspectos de mi cultivación. Como nos enseña el Fa, todo es cultivación y debemos aprovechar estas oportunidades.

Cuando publicamos la primera edición de La Gran Época en octubre de 2007 mi país fue afectado por el Huracán Noel. Con la segunda edición también se registró la Tormenta Tropical Olga en noviembre del mismo año. A pesar de todos estos fenómenos y algunas limitaciones en el proceso, hicimos la distribución como estaba planificada, sin desviar nuestra atención del propósito fundamental.

Un reto que tuve que encarar al inicio de publicar La Gran Época, fue la calidad de impresión, durante ese proceso estuvo a prueba mi Ren, desde adentro hacia afuera, esto fue expuesto ante mi durante ese proceso, hasta lograr elevarme y alcanzar naturalmente una impresión de calidad. Aprendí que eso era parte del proceso, porque me estaba cultivando mientras encaminaba esta valiosa misión. Pude ver claramente que muchos de los obstáculos del camino tenían que ver conmigo. Dafa es tan grandioso que proporciona esta maravillosa oportunidad de revisarnos, y poner cuidado al proyecto que estemos desarrollando.

También recuerdo que tuve muchas dificultades con la distribución. Una de ellas era que no tenía vehículo, y muchas veces los practicantes no estaban disponibles al momento o día de la distribución. A pesar de todo, yo entendía que si demorábamos un poco más, las noticias del periódico perdían vigencia. Esto me ponía impaciente, perdía un poco el control, pero rápidamente miraba dentro, y retomaba el curso.

Un día en que debíamos hacer la distribución, bajo un sol ardiente propio de este país, resulta que un practicante que me ayudaría se le presentó algo y no pudo llegar a tiempo. Toda la distribución estaba empacada. Siempre cuidé mucho la consistencia, pues esto le daba seriedad a lo que hacíamos, pero en ese momento no tenía como hacerla.

Solo un pensamiento vino a mi mente: “No acepto interferencia alguna, esto es un proyecto importante y la distribución va a salir hoy”. Recuerdo que el tema de portada de esa entrega era la denuncia de la sustracción de órganos a practicantes de Falun Dafa en China. Había notado que siempre que teníamos un tema sensible para clarificar la verdad, algo ocurría, poniendo a prueba incluso nuestra determinación.

Con este pensamiento, tomé un bulto pesado de un lado de mi brazo y cargué otro bulto del otro lado. Caminé unas largas cuadras con los pesados bultos, tomé transporte público e inicié la distribución a los medios de comunicación. Con un sudor que corría por todo mi cuerpo caminé sin parar por zonas donde no había transporte, solo en mi mente fijé un pensamiento: “Esto tiene que llegar a los medios hoy, Falun Dafa es bueno, ¡¡Falun Dafa es bueno!!”, recitaba. No pueden imaginar la tranquilidad, la felicidad que sentí al terminar el día.

A los pocos días, en mi trabajo me trasladaron a otra unidad y allí me asignaron un vehículo. En ese momento solo pensé en la distribución del periódico, sentí que recibí una ayuda para hacer posible la distribución, estaba tan emocionada, sentí que no estaba sola y que fui ayudada. Luego, pude adquirir mi vehículo propio y no utilizar el de la institución para esos fines. Realmente recibí una ayuda doble, y agradecí al Maestro Li.

Mirando dentro encontré que, cuando uno suelta y deja que todo fluya, la grandeza de Dafa se manifiesta.

He superado muchos momentos difíciles pero que son parte del camino a transitar. Cada prueba e interferencia solo me han ayudado a fortalecer mi determinación para cultivarme bien y salvar a más personas.

Sé que cuando estoy en armonía con el Fa, todo se resuelve compasivamente, y ¡todo es posible!