(Minghui.org) Practico Dafa desde 1996. Mi camino de cultivación no ha sido fácil, pero el Maestro Li (Fundador de Falun Dafa) nunca me abandonó y por eso estoy muy agradecido.

Recordando el sitio de práctica al aire libre

Un compañero de mi oficina comenzó a practicar Falun Dafa en 1996. Cuando charlamos, él hablaba mucho de Zhuan Falun, el libro principal de esta disciplina y me interesó. Me prestó el libro y después de leerlo, muchas preguntas que tenía en mi vida fueron respondidas. Estaba emocionado y quería cultivarme.

Mi compañero me dijo el horario del sitio de práctica de ejercicios cerca de mi casa y fui al lugar el día que no trabajaba. Había mucha gente haciendo todo tipo de ejercicios en el parque, le pregunté a una mujer cómo llegar al grupo de Falun Dafa.

Cuando encontré el grupo, habían terminado con los ejercicios y algunos estaban charlando, me sentí rodeado de una energía desconocida pero reconfortante. No pude evitar llorar.

Un asistente dijo: "Estás empezando a aprender Dafa y tu conciencia principal en otra dimensión es tan feliz que no pudo evitarlo y tuvo que llorar". No entendí lo que dijo y no sabía lo que quería decir con conciencia principal. Solo sabía que nadie se burlaba de mí por llorar. El ambiente era pacífico y la gente parecía ser muy amigable.

A partir de ese día, fui al parque todos los días para hacer los ejercicios. Estuvimos juntos hasta 1999, el año en que Jiang Zemin, el exjefe del régimen comunista, lanzó la persecución. Hoy en día, cuando camino por ese parque, pienso en los viejos tiempos.

Obtener algo sin perseguir nada

Antes de llegar a Dafa tenía úlceras en el estómago, enfermedades del corazón, insomnio, dolor en la zona del hígado y otros problemas. Ni la medicina occidental ni la china pudieron curarme. Por la noche, cuando me dolía mucho el hígado, no dejaba que el acolchado tocara mi cuerpo. Durante el día, mi mano derecha tocaba la zona del hígado, calmando el dolor para que funcione con normalidad. En la medicina china, esto se llama "bloqueo del qi en el hígado".

Desde que practiqué la cultivación, hice los ejercicios y estudié el Fa a diario. Me mantuvieron de buen humor. Tenía buen apetito, dormía profundamente y mi cuerpo se sentía ligero.

El Maestro dijo:

"La Escuela Fo habla de la relación predestinada, y todos ustedes han sido traídos por esta relación, así que si lo obtienes, probablemente es porque debes tenerlo; por eso debes atesorarlo y no albergar ningún corazón de perseguir" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Entré a Dafa con una mentalidad muy simple y pura. El Maestro vio la simpleza y la pureza, y por eso me ha dado lo mejor. Me recuperé de todas mis enfermedades.

Un pensamiento determina el resultado

Desde que empecé a cultivarme, tuve un criterio en mi mente que uso para medir el carácter moral. Como practicante de Dafa, vivo según los principios, Verdad-Benevolencia-Tolerancia. El Maestro nos enseña a ser buenas personas, yo quiero escuchar al Maestro y ser benevolente.

Una vez llevaba a mi hija en la espalda cuando iba en bicicleta y un joven que venía en dirección opuesta nos golpeó. Mi hija fue arrojada a varios metros y yo caí al suelo. Una gran multitud nos rodeó en seguida. El joven estaba muy asustado y quería ir al hospital con nosotros. Le dije: "No me arrastres, no puedo moverme". No dejé de pensar en mi mente, que estaba bien. Le dije al joven: "No vamos a ir al hospital, estamos bien. Puedes irte, no te estoy engañando". Me dejó su número de teléfono y luego se fue. Nos quedamos ahí hasta poder movernos, luego caminamos a casa.

El Maestro dijo:

"Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento..." (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Creía que si mi pensamiento no era recto en ese momento, estaríamos muy heridos o incluso moriríamos.

Perdiendo la dirección

En junio de 1999, dejé mi trabajo. Un mes después, comenzó la persecución a Falun Dafa y el sitio de práctica se tuvo que disolver, al igual que el pequeño grupo de estudio del Fa. Perdí contacto con todos los practicantes. Y como mi cultivación no era buena, creí que si el gobierno nos prohibía practicar, yo también debía abandonarla. Cuando volví a la cultivación me arrepentí mucho de haber dejado de practicar en ese momento. 

Aunque tenía guardados los libros de Dafa, no me cultivaba con seriedad y diligencia. Estaba ocupado con el trabajo ordinario y la familia, y poco a poco empecé a tener problemas de salud. Todas mis enfermedades volvieron. Luego, mi mamá falleció, una experiencia dolorosa para mí. Con el tiempo, sufrí depresión. Me encerré y no quise ver a nadie. Solo comía y tomaba medicamentos, lloraba y dormía todo el día. Luego aumenté la dosis de somníferos. Pero nada funcionó.

La dolorosa depresión enfermó mi cuerpo, me desgastó y eliminó mi fuerza de voluntad. Pensé en suicidarme para liberarme. Mi hija estaba asustada. Ella dijo: "Te desprecio", sugiriendo que me menospreciaría si me suicidaba.

Regresando al camino de la cultivación

Aunque no me cultivaba con diligencia, creía en la benevolencia de Dafa. Entonces, de pronto comprendí que no había medicina que pudiera curarme, solo Dafa podía salvarme. Corrí al garaje a buscar mis libros de Dafa. Me llevó un tiempo, pero al final encontré Zhuan Falun. "Gracias Maestro, gracias Maestro", dije.

Cerré la puerta del garaje y sin música empecé a hacer el primer ejercicio. Encontré todos mis libros de Dafa y regresé al camino de la cultivación el 17 de febrero de 2008.

Después de volver a la cultivación, estudié el Fa de forma continua y comprendí cada vez más los principios del Fa.

El Maestro dijo:

"Ni bien se cierran ambos ojos, nadie reconoce a nadie, pero igualmente tienes que pagar tus deudas de ye. Viviendo en la ilusión, el hombre simplemente no puede dejar estas cosas. Alguien no puede dejar a su hijo, dice qué bueno que era él, aunque él ha muerto; o dice qué buena era su madre, que también ha muerto; él está casi muerto de tanta tristeza, prácticamente quiere seguirlos a ellos por el resto de su vida. Por qué no piensas un poco, ¿acaso esto no viene a atormentarte? Se emplea esta forma para que no puedas pasar un buen día" (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Mi mente estaba clara. ¿No estaba el Maestro hablando de mí? Estaba tan apegado a mi madre que sentía como si llevara un gran bulto en la espalda que no me dejaba seguir. Dafa me ayudó a desatar el nudo en mi corazón.

Mientras estudiaba el Fa y hacía los ejercicios a diario, experimenté el poder de Dafa. Podía dormir bien y ya no estaba deprimido. Ahora parezco 10 años más joven.

Aclarando la verdad

Perdí la oportunidad de cultivarme durante algunos años y sentí que debía ponerme al día con otros practicantes. Compré una computadora para poder leer el sitio web de Minghui todos los días. También compré una laptop que llevaba conmigo cuando trabajaba fuera de la ciudad.

Para contarle a la gente sobre Dafa, fui a visitar a todos mis parientes y compañeros de clase en Anhui, Henan, Sichuan y Xinjiang. Los ayudé a renunciar al partido. Cuando iba en un tren, descargué materiales informativos de Dafa y se los di a la gente para que los leyera y también ayudé al conductor del tren a renunciar al partido.

Aclaraba la verdad en todos los lugares a los que iba. Y cuando se me acababan los materiales, arreglaba una hora para llevar folletos a los que no los tenían.

A menudo decíamos: "Nos vemos, llueva o brille el sol". La simple declaración mostraba que el mundo reconocía poco a poco la naturaleza malvada del partido y también expresaba la voz del público en general y transmitió una fuerte opinión pública.

Arrestado y detenido

Fui arrestado y estuve detenido durante un mes, en 2015. Les expliqué la verdad a todos los que conocí.

Todos mis libros, equipos y objetos personales de Dafa fueron confiscados. Además, las autoridades detuvieron a mi hija durante más de 40 horas y continuaron acosándonos a mi familia y a mí.

En el centro de detención, la policía y los guardias me golpearon, me amenazaron y me llevaron a juicio. Se negaron a darme de comer. Intentaron ponerme en una silla de hierro, pero no cooperé porque no cometí ningún crimen. Me preguntaron por qué practicaba Falun Dafa. Dije que si no practicaba, estaría muerto.

Los pocos que fuimos detenidos, les aclaramos la verdad a todos. También los ayudamos a renunciar al partido y a sus organizaciones juveniles. Algunos dijeron que practicarían Dafa después de ser liberados. Yo le dije: "¿Qué tal si practicas ahora? Puedo mostrarte cómo. Dijeron que no se atrevían a hacerlo ahora".

Me puse ansioso y quise encontrar una manera de irme. Enviamos pensamientos rectos y le pedimos al Maestro que nos ayudara. Los practicantes y mi hija, hicieron sus mejores esfuerzos para rescatarnos. Me liberaron en un mes.

Dafa se extendió por todo el mundo durante 27 años y personas de todas las profesiones y etnias en más de 100 países abrazan la práctica a pesar de la persecución. ¡Alentémonos, unos a otros para continuar con el esfuerzo de despertar la conciencia de la gente y estar preparados para un mundo mejor sin comunismo!