(Minghui.org) Me alejé de varias prácticas de meditación en 1997 y comencé a buscar una práctica verdadera. Pero no sabía dónde encontrar algo así. Aunque no tenía ninguna enfermedad o dolencia física importante y llevaba una vida agradable, sentía que me faltaba algo.

Un sábado por la tarde estaba parada en un kiosco de la estación de tren, en un pequeño pueblo, esperando mi tren a Zurich. Para pasar el tiempo, hojeé una revista "esotérica" y encontré un artículo que desde entonces cambió mi vida y mi actitud hacia la vida por completo.

El artículo trataba sobre el qigong chino y sobre Falun Dafa, impartido por el Maestro Li Hongzhi, en China. Cuando leí el artículo, supe que tenía que aprender Falun Dafa. Luego leí Zhuan Falun hasta altas horas de la noche. Inmediatamente comencé mí cultivación.

Cuando miro hacia atrás y veo que pasaron más de veinte años de cultivación, me siento llena de gratitud hacia Shifu. Un día me protegió de un gravísimo accidente, similar al que se describe en el libro. Un camión casi me choca en un cruce, pero en el último momento lo evité con mi bicicleta. La colisión no ocurrióy nada me pasó. Supe que Shifu me protegió.

En la primera Conferencia del Fa en Ginebra, tan pronto como entré en la sala, las lágrimas comenzaron a caer sobre mi rostro, como un río interminable. Sentí el gran poder misericordioso de Falun Dafa. Me parecía que finalmente estaba en casa. Encontré una respuesta profunda sobre el significado de la vida. También comprendí que todos los problemas de la vida tienen sus causas.

Manteniendo siempre una mente tranquila

Con frecuencia recitaba las palabras de Shifu:

"El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno. El aguantar con odio, quejas o lágrimas es el Ren de una persona común que está apegada a sus recelos. Sólo el aguantar completamente sin ningún odio ni queja alguna es el Ren de un cultivador" (Escrituras esenciales para mayor avance).

Cuanto más asimilaba estas palabras a mi cultivación, más me daba cuenta de la misericordia que se genera a través de un corazón que perdona. Mientras trataba de ponerme en el lugar de los demás, me daba cuenta que mi mentalidad de pelea se estaba debilitando. Tan pronto como practiqué la tolerancia, ya no pude aferrarme rígidamente a mis opiniones. Al desprenderme, tanto mi cuerpo como mi mente se liberaron.

Cuando inicié mi cultivación era muy obstinada e impaciente con mi marido y después me arrepentí de mi comportamiento. Esto también me causaba molestias físicas o dolores. Más tarde me esforcé en escucharlo con tolerancia. Desde entonces, nuestra relación se armonizó enormemente. Mi cambio de actitud también hizo que mi esposo se volviera una persona más activa y me apoyara en las actividades de Falun Dafa, especialmente durante la promoción de Shen Yun. Ser tolerante también me ayudó a ver los problemas desde una perspectiva diferente. Mi mundo se hizo más extenso y luminoso.

Cuando antes me criticaban o me trataban injustamente o si sentía que perdía prestigio, mi corazón ya no se tranquilizaba. Sin embargo, desde que aprendí o recité el Fa sólidamente, me di cuenta de que todas mis células se transformaban con el Fa y la calma volvió en mí. En ese estado, pude aceptar las críticas con mucha más serenidad, ya no sentía que era algo personal y mantuve la mente tranquila.

La coordinación es más fácil

Es como dijo Shifu:

"Frecuentemente, si tu corazón siempre es así de sereno y misericordioso, cuando de repente aparece un problema, te da margen para amortiguarlo y reflexionar. Si dentro del corazón siempre quieres competir con los demás y reñir por aquí y por allá, digo que tan pronto como te encuentres ante un problema terminarás luchando contra otros; está garantizado que es así" (Zhuan Falun).

Me di cuenta  que todavía quería sobresalir. Pero esto sucedía de una forma inteligente y bien oculta. Por fuera, parecía modesta, pero en mi mente pensaba que me cultivaba mejor que los otros. Continué apartando esos pensamientos hasta que finalmente lo logré. Ahora cuando aparecen esos pensamientos, me miro cuidadosamente.

Durante la promoción de Shen Yun Performing Arts, mis pensamientos y mis sentimientos humanos se reflejaban en mí, e inevitablemente tenía que mirar hacia dentro.

Una vez estaba esperando a otros practicantes en una parada de tranvía, porque quedamos en distribuir folletos juntos. Después de una hora de espera en el frío,  llamé a uno y le pregunté cuándo llegarían en auto.  Pronto, respondió ella. Dos horas después finalmente me recogieron. Miré hacia dentro y noté que la idea de quejarme de los demás reapareció en mi. Rechacé todos los pensamientos negativos y recité Lunyu varias veces.

Shifu nos revela muchos principios en el Fa para poder elevarnos. Doy gracias a Shifu por su inmensa misericordia. Agradezco a todos mis compañeros practicantes, por su apoyo en la práctica y en mi camino de cultivación.

Si mi escritura no es adecuada al Fa, les pido su amable corrección.