(Minghui.org) Soy originaria de Francia y comencé a practicar Falun Dafa hace 12 años.

Por algún tiempo tuve la suerte de vivir en Singapur y fue un tiempo muy feliz para mi práctica de Falun Dafa. Como no trabajaba y mi hijo estaba en la escuela todo el día, tenía mucho tiempo para practicar los ejercicios, estudiar el Fa y aclarar la verdad sobre la persecución a Dafa en China. Ya que pasaba mucho tiempo en el transporte público, lo aprovechaba para estudiar el Fa o escuchar la serie de conferencias en audio del Maestro Li Hongzhi -el fundador de Falun Dafa- durante varias horas todos los días. Leí todo el Fa del Maestro durante esos meses en Singapur. Soy una lectora lenta, por lo que hacerlo así fue todo un logro. También me enfocaba más mientras más estudiaba el Fa, sin importar dónde estaba, inclusive durante la hora pico o cuando el tranvía o el autobús estaban llenos.

Como estaba tan inmersa en el Fa, clarifiqué la verdad a todos los que conocí.

Enfrentando interferencias en el sitio de práctica

Después de llegar a Singapur iba varias veces a la semana a practicar los ejercicios en el Jardín Botánico de Singapur. Es un bello sitio de práctica en una terraza con vista a los jardines, frente a la entrada principal, que se estableció hace unos 20 años. Iniciábamos la práctica antes de las 5 de la mañana, escuchando la hermosa música de los ejercicios en la quietud de la oscuridad.

Una hora más tarde una mujer china, vestida de blanco y practicando algún tipo de arte marcial o qigong, se instalaba junto a nosotros para hacer sus calentamientos con su música en volumen alto. La primera vez que esto sucedió, admiré cuán tranquilos y tolerantes eran los practicantes locales de nuestro grupo. Luego, después de algunas veces, descubrí que me costaba concentrarme en la práctica cuando ella llegaba. A pesar de que el Jardín Botánico es muy grande, se colocaba a 1 o 2 metros detrás de nosotros y movía vigorosa y agresivamente sus piernas durante una hora. Cuanto más lo pensaba, consideraba que eso no estaba bien. A pesar de que ella era intimidante, pensé que con la ayuda de Shifu podría intentar algo. Entonces, un día después de nuestra práctica, hablé con ella. Aunque la mujer fingió no entender inglés, le dije que su música era demasiado ruidosa, que lo que estaba haciendo no era respetuoso ni tampoco bueno para ella.

Después fui a otro sitio de práctica porque funcionaba mejor con el horario de mi familia.

Un día conocí a un practicante que iba al sitio de práctica del Jardín Botánico de Singapur y le dije que había hablado con la señora de blanco. Entonces el practicante dijo: "¡Esa es la razón! La mujer había estado haciendo esto durante 10 años, pero ya no lo hace".

Practicando Falun Dafa en un sitio turístico

Los practicantes locales me pidieron varias veces que me les uniera a otro sitio de práctica. Como yo era la única persona occidental que practicaba en Singapur, dijeron que sería bueno mostrar a los turistas chinos que los europeos también practican Falun Dafa. Este sitio de práctica tiene una hermosa vista del Mar del Sur de China y hay un flujo continuo de autobuses que llevan allí a los turistas de China continental. Los practicantes están allí todos los días y usan las camisetas amarillas de Falun Dafa con la dirección del sitio web en ellas. Sin embargo, debido a la presión del partido comunista chino (PCCh), a los practicantes no se les permite hablar con los turistas chinos para aclarar la verdad o distribuirles el material de Falun Dafa.

Algunos practicantes me dijeron que cuando los turistas chinos me veían solían preguntar: "¿También practican Falun Dafa en Europa?". Al principio me resultaba incómodo hacer los ejercicios a solo 1 o 2 metros de la ruta de senderismo de los turistas.

También era desagradable tener la clara sensación de ser espiada por un hombre que pretendía ser un turista pero a quien vi varias veces. También fue un recordatorio de lo fácil que es para nosotros, los practicantes que vivimos fuera de China, practicar Falun Dafa abierta y libremente. Como occidentales, no tenemos idea de lo difícil que debe ser vivir bajo la presión constante del PCCh. Al observarme en ese sitio turístico esa persona de extraño comportamiento, me recordaba que debía apreciar nuestro entorno de cultivación. Fuera de China podemos practicar al aire libre y aclarar la verdad sin tener que vigilar nuestra espalda. Este recordatorio también me ayudó a ser más diligente en mi práctica de cultivación.

Me di cuenta de que mi rostro no chino tenía un efecto importante en los turistas chinos, así que frecuenté este sitio de práctica casi todos los días para hacer los ejercicios, que de hecho tenían el poder de aclarar la verdad.

Como se dice en el artículo Practicantes occidentales: una oportunidad sin precedentes: "nuestras caras que no son chinas tienen el potencial de hacer añicos capa por capa a la propaganda del partido que envenena las mentes de muchas personas”.

"¿No es por eso que estamos aquí después de todo? ¿Ayudar al Maestro a salvar más seres conscientes?".

Cuando los turistas chinos me veían, les hacía pensar y empezaban a hablar entre ellos ¡Cuando salen de China y visitan sitios turísticos, a menudo ven a practicantes de Falun Dafa, e incluso a practicantes no chinos! Se rompen las mentiras sobre Falun Dafa que se les dicen en China.

Por supuesto, a veces algunos tenían reacciones negativas. La mayoría se sorprendía al ver a practicantes chinos y a un practicante no chino. Como tenía curiosidad, a veces abría los ojos para ver qué pasaba mientras hacía los ejercicios y los turistas se sorprendían aún más al ver mis ojos azules. Vi a mucha gente levantar los pulgares, sonriéndome, fingiendo tomar fotos de flores cuando tomaban fotos de los practicantes de Falun Dafa en ese sitio turístico. A menudo se colocaban frente a nosotros para tomar sus fotos. Algunos se quedaban con nosotros el mayor tiempo posible antes de volver a su autobús turístico o para esperar a que los demás estuvieran lo suficientemente lejos para que pudieran mostrarnos su apoyo. Una vez, una familia de cuatro nos dio el visto bueno y cuando los otros turistas estaban lejos, el joven gritó dos veces a pleno pulmón "¡Falun Dafa Hao!" (Falun Dafa es bueno). En otra ocasión, mientras hacíamos la meditación sentada, una mujer y su hijo adulto permanecieron de pie frente a nosotros todo el tiempo, con sus manos en la posición de Heishi (con las palmas juntas frente al pecho) y con una sonrisa tranquila en sus caras, lo que me conmovió mucho.

Entregando un volante a la duquesa Kate

Cada día recibía un diario gratuito entregado en mi puerta que leía para comprender mejor mi nuevo entorno y poder aclarar mejor la verdad sobre Falun Dafa en Singapur. Un día supe que el príncipe William y la duquesa Kate vendrían a visitar Singapur. Mi primer pensamiento fue: si recibo esta información es por una razón, y entonces me reuní con una practicante local para discutir cuál sería la mejor manera de contactar a la pareja real. Cuando nos separamos la practicante me dijo que no pusiera demasiada energía en eso. Probablemente pensó que las posibilidades de conocerlos eran muy escasas.

Al día siguiente esperaba en medio de una multitud de fanáticos británicos con la esperanza de acercarme a la pareja real. En ese caluroso día estaba rodeada de personas que sostenían con entusiasmo pequeñas banderas británicas a ocho filas de distancia de las vallas de seguridad. Estaba cuestionando seriamente mi buen juicio y pensé en rendirme e irme a casa, pero luego le pedí ayuda al Maestro.

Cuando el príncipe William y la duquesa Kate finalmente llegaron, la multitud me empujó por detrás hasta llegar apretadamente a la fila 3. La pareja real bajó de su carruaje y ambos tuvieron palabras amables y personales para mucha gente. Caminaron lentamente cerca de la multitud, así que extendí mi brazo con un folleto de Falun Dafa. El Príncipe William pasó sin llevarlo, luego vino la Duquesa Kate y ella tomó el folleto. Mantuve pensamientos rectos para que el príncipe Guillermo y la duquesa Kate leyeran el folleto. ¡Gracias maestro!

Aclarando la verdad en diversas circunstancias

Los practicantes locales siempre estuvieron dispuestos a ayudarme para entender la cultura tradicional china y me explicaban el entorno local, me daban materiales y me orientaban sobre la mejor manera de acercarme a las personas. Al aclarar la verdad aprendí a reconocer rápidamente el país de origen, el grupo étnico y el idioma de las personas que encontraba para saber qué materiales darles y cómo abordarlas.

La población de Singapur es muy diversa. Algunas personas llegan todos los días de Malasia para trabajar allí. Por lo general podía hablarles en inglés, pero tenía que ser consciente de que probablemente eran musulmanes y estarían menos dispuestos a escucharme, pero que con el tiempo eso mejoró. Una vez estábamos en un restaurante informal en la playa y nuestra camarera era una mujer joven que vestía su cabeza y cuerpo cubiertos. Le di un folleto y hablé con ella sobre Falun Dafa. Ella se mostró entusiasta y extrovertida e incluso me pidió que le mostrara los ejercicios. Junto a nosotros había una mesa de turistas esperando para ordenar, así que los invité a unirse y practicamos el primer ejercicio con la joven camarera mientras sus colegas, otras jóvenes completamente cubiertas con velo, nos miraban y reían. Como estaba trabajando, nuestra camarera se fue y regresó después de unos minutos para continuar haciendo los ejercicios.

Cuando vivía en Singapur tomaba el autobús varias veces al día. Siempre daba materiales de aclaración de la verdad al conductor. Muchos de los conductores provienen de China continental. Una vez estaba lista para bajar por la parte trasera del autobús cuando el conductor del autobús se levantó de su asiento, me saludó con la mano y gritó feliz en voz alta: "¡Gracias!".

Hay muchos sitios de construcción muy grandes en Singapur. La mayoría de los trabajadores son de China continental o India. Observaba la hora de cambio de turnos y me quedaba cerca de la entrada para entregarles material de aclaración de la verdad.

Algunas veces los trabajadores chinos esperaban en fila para recibir los materiales. Tanto los trabajadores chinos como los indios no solo estaban felices de recibir la información de Falun Dafa, sino que incluso estaban ansiosos y se veían muy agradecidos. Estas son personas trabajadoras y la parte más receptiva de la población que encontré en Singapur.

También me uní a los practicantes locales que distribuyen material y aclaran la verdad a las personas en una estación de metro una vez a la semana, cuando hay muchos inmigrantes chinos en su día libre, que son originarios de China continental.

Mi familia también viajó a diferentes países del sudeste asiático, así que me organizaba con anticipación para obtener materiales en el idioma apropiado y, cuando sea posible, reunirme con los practicantes locales al llegar al país. Todos estábamos felices de compartir nuestras experiencias y mis compañeros practicantes siempre fueron cordiales y muy dispuestos a ayudarme a comprender el entorno local. Los practicantes vietnamitas son en su mayoría jóvenes educados que recientemente han aprendido sobre Dafa a través de la Internet.

Fue una gran alegría conocer a todas estas personas, compañeros practicantes y no practicantes, por igual. Tuve la fuerte sensación de caminar por el camino que Shifu había dispuesto para mí y traer el Fa o aclarar la verdad a las muchas personas con las que me crucé. Lo hice con gran entusiasmo y alegría en mi corazón. Fue fácil. Solo caminé el camino que se me presentó. Consideré que cada persona que conocía debía escuchar sobre Dafa y sobre la persecución a Dafa en China.

Estando fuera de China tenemos la oportunidad de ser libres de practicar Falun Dafa en un entorno seguro y deberíamos aprovecharla al máximo. Esto es algo que debemos apreciar.

Ahora que estoy de regreso en Europa, suelo salir a la calle con una practicante china para repartir materiales a turistas chinos. Ella habla y, si los turistas hablan inglés, también hablo con ellos.

A menudo comentamos cuánto más fácil es encontrarnos con turistas chinos cuando estamos juntas. Se siente que uno más uno es mucho más que dos cuando trabajamos en par.

Creyendo en Dafa y atravesando pruebas

Antes de practicar Falun Dafa tenía problemas de taquicardia; mi corazón latía repentinamente a 240 latidos por minuto sin razón aparente en cualquier momento y, a menudo, durante 2 o 3 horas. Eso era incómodo y agotador. Necesitaba acostarme y esperar a que mi corazón se calmara.

Después de que comencé a practicar Falun Dafa, esto me sucedía cada vez menos. Una vez al año voy de excursión a los Alpes con mi esposo. El año pasado ya estábamos a varias horas de distancia de cualquier carretera cuando de repente caí al suelo y mi esposo se asustó. Mi corazón estaba acelerado.

Aunque mi esposo no es practicante me ordenó: "¡Haz tu meditación!". Primero envié pensamientos rectos, pero me di cuenta de que debería hacer el quinto ejercicio. Esta es una de las pocas veces en que no solo no me dolieron las piernas sino que estaba en este hermoso estado de paz. Me sentía en un lugar seguro. Solo tenía que confiar en Shifu y creer en Dafa. Mi mente estaba increíblemente calmada. No sentía ningún síntoma de taquicardia en absoluto. Solo cuando me concentré en el latido de mi corazón me di cuenta de que sí, de hecho aún latía muy rápido. Me senté en este maravilloso estado durante una hora y solo 2 minutos antes del final del quinto ejercicio. De repente sentí que mis pensamientos volvían a acelerarse, así que sabía que mi corazón había vuelto a su ritmo normal.

Durante esta hora quería que mi esposo supiera que todo estaba bien y que no se preocupara (él pensaba llamar a un helicóptero), pero también sabía que era más importante permanecer en este estado de calma. Después de esto me levanté y seguí caminando. En lugar de sentirme agotada, como en el pasado después de tales síntomas, me sentía refrescada y con una mente aguda, sintiéndome calmada, llena de energía y de gratitud hacia Shifu y hacia Dafa. Esta prueba fue realmente un regalo.

No mucho después de esta experiencia comencé a experimentar calambres en las piernas durante el tercer o cuarto ejercicio y eso me interfería para hacer el quinto ejercicio. Entonces, un día, durante el quinto ejercicio, se me vino a la mente este pensamiento: "Soy practicante y no vas a perturbar mi práctica". Sorprendentemente, los calambres ya no formaban parte de mí. Regresaron tal vez dos veces y desaparecían durante el quinto ejercicio sin afectar mi práctica.

Estos dos eventos realmente fueron para poner a prueba cuánto me considero una practicante y cuánto creo en Dafa.

Sé que mi ego todavía es muy grande y todavía tengo muchos apegos que eliminar. También trato de rechazar los pensamientos negativos y cuando llegan trato de recordar que no son parte de mí. Todo esto va mejor ya que he podido leer cada día una lección de Zhuan Falun, o su equivalente, durante un año.

¡Gracias Shifu!