(Minghui.org) Falun Dafa me salvó la vida. Hoy si no hubiera practicado Falun Dafa, no estaría viva.

Los problemas durante mi infancia eran responsables de que sufriera una depresión severa, a la edad de 14 años. Voces en mi cabeza trataron de hacerme creer que era incompetente, mala y débil. Estaba viva, pero era una suicida. La medicación y permanecer internada estaban fuera de discusión, pues creía que podría perder el control de mi vida. Tuve tres hijos de los que era responsable, lo que fue la razón por la que no me hundí en una depresión aún más profunda.

Durante unas cuatro semanas me sentía viva, y luego había períodos que duraban de cuatro a seis semanas, durante las cuales apenas podía moverme y estaba aturdida y me arrastraba de un día para otro. Esos cambios periódicos se volvieron parte de mi vida. Durante una buena fase, me sentía como si me hubiera recuperado, pero luego volvía a caer en la depresión. Sufrí estos períodos de depresión durante 30 años.

Durante esos 30 años, pasé por diferentes tipos de estudios psicológicos con la esperanza de que pudieran ayudarme y superara mis períodos de depresión. Desgraciadamente, nada de lo que hice funcionó. Incluso sentí mi propia resistencia al cambio y a creer que mi vida podría cambiar. Hubo un momento en el que simplemente no podía manejarlo. Mis pensamientos se volvieron cada vez más y más hacia el suicidio. Solo quería paz en el cuerpo y en la mente.

En aquel entonces ya había cumplido 44 años y estaba cansada de vivir. Mi hermano, que vivía en Sudáfrica, vino de visita en 2007. Él había comenzó a practicar Falun Dafa en 1998. Durante una comida, le dije que no estaba nada bien. Además de la depresión, también sufría de otras enfermedades, como dolores severos de cabeza y dolores abdominales. También tenía problemas financieros.

Él me sugirió que leyera Zhuan Falun, un libro que podría hacer maravillas. En realidad, yo sabía desde hacía mucho tiempo que mi hermano practicaba Falun Dafa, pero no creía en la cultivación. Había agotado todas las opciones que pudieran ayudarme y estaba tocando fondo. Pensé que, que ya estaba al final de mi resistencia, así que decidí leer ese libro.

Una vez que empecé, no podía dejar el libro y sabía que esto era lo que había estado buscando toda mi vida. Las enseñanzas penetraron profundamente en mi corazón y no podía dejar de leer las palabras de Shifu.

Cuando terminé de leer el libro, leí todas las conferencias de Shifu. Dado que era cristiana, tuve dificultades para abandonar la doctrina cristiana. Al principio sentía como si hubiera traicionado a Jesús y a Dios. Pero, cuanto más leía las enseñanzas del Maestro, más comprendía que era algo más allá de la doctrina cristiana y que estaba destinada a tomar este camino.

Shifu estaba a mi lado y yo lo sentía. Nunca había experimentado algo así cuando practicaba el cristianismo.

Shifu limpió mi cuerpo, y en un sueño espectacular, luchó contra las entidades que se habían apoderado de mi cuerpo y mi cabeza y me liberó de todas estas malas sustancias. Ahora, sé que esos malos pensamientos no eran generados por mí, sino por entidades que me estaban despojando de mi fuerza. Para que estas entidades me dejaran, me solía tomar cuatro semanas, ya que se estaban alimentando de mi energía y eventualmente se iban después de agotarla. Sin embargo, una vez que había recuperado mi fuerza otra vez, ellos regresaban y me la quitaban de nuevo. Pensando en lo que dijo Shifu, me di cuenta de que debía haber tenido algún tipo de relación kármica con estas entidades, y Shifu me liberó de esta responsabilidad kármica.

Durante algunos de mis sueños, vomité algunas serpientes, y la depresión ya no me molestaba tanto. La energía de mi vida aumentó, y por primera vez sentí que realmente estaba viviendo mi propia vida, en lugar de otra persona viviendo en mi cuerpo. Mis problemas físicos crónicos mejoraron gradualmente, y eventualmente, desaparecieron por completo. Mi situación financiera también mejoró con el tiempo.

Hoy, cuando miro hacia atrás en el pasado y recuerdo mi vida difícil, estoy llena de profunda gratitud porque Shifu me salvó. Agradezco a Shifu desde el fondo de mi corazón.