(Minghui.org) Tuve muchas enfermedades antes de empezar a practicar Falun Dafa, incluyendo insomnio severo, enfermedades cardíacas, problemas estomacales y enfermedades ginecológicas, entre otras. Sufrí mucho y tomé muchos medicamentos todos los días. Fue entonces que, en 1996 alguien me presentó a Falun Dafa.

Había leído el libro Zhuan Falun una vez antes, pero como estaba muy ocupada con el trabajo no me lo tomé en serio.

La noche del 31 de mayo de 1997, tuve un sueño: El Maestro vino a mi casa, se presentó y dijo: "No fuiste a mi clase. Puedes ir al sitio de ejercicios para aprender".

Cuando me desperté, lo sentí muy extraño. Ese día conocí a una practicante de Falun Dafa y le hablé de mi sueño. Ella estaba emocionada y dijo: "Tú tienes una relación muy fuerte y predestinada. El Maestro vino a ti en persona. ¡Solo apúrate a practicar!".

Esa noche fui a la casa del asistente local de Falun Dafa para escuchar las conferencias del Maestro. Durante la noche sentí que todo mi cuerpo estaba siendo purificado, ¡y pude sentir el Falun girando por todo mi cuerpo! Poco después de que empecé a practicar Falun Dafa, todas mis enfermedades desaparecieron. ¡Me sentí inmensamente feliz!

Debido a que he estado estudiando mucho el Fa, siempre me he sentido muy cómoda, tanto mental como físicamente.

Comencé a memorizar el Fa en mi tiempo libre. Memoricé y recité Zhuan Falun dos veces antes del 20 de julio de 1999, cuando comenzó la persecución.

Desde que comenzó la persecución, mi casa ha sido saqueada y yo he sido arrestada. También he experimentado un importante yeli de enfermedad unas cuantas veces. Pero con la protección del Maestro y la guía de Dafa, mantuve pensamientos rectos y pasé todas las pruebas.

A continuación me gustaría compartir algunas experiencias sobre cómo superar la persecución con pensamientos rectos.

Vigilada por la policía

Estaba haciendo materiales de clarificación de la verdad en casa un día de mayo de 2010 cuando alguien llamó a mi puerta. La persona dijo que era un oficial de policía y que quería entrar para ver lo que estaba haciendo. Le dije que nunca abro mi puerta a extraños.

Entonces llamé a otro practicante para que me ayudara a enviar pensamientos rectos. Cuando mi marido, que no practica Falun Dafa, volvió a casa ese día después del trabajo, le conté lo que había pasado. Me sugirió que no saliera y que no abriera la puerta a ningún extraño.

Dos días después del incidente, mi esposo salió muy temprano a comprar algo, y cuando regresó vio a cuatro personas apostadas fuera de nuestra casa. No regresó a casa y se fue directamente a trabajar. Sin embargo, cuando llegó a casa más tarde esa noche, las cuatro personas aún estaban allí, así que se mantuvo alejado hasta que se fueron.

Seguí enviando pensamientos rectos cuando me enteré de esto.

No habíamos visto a esas personas desde hacía unos días, así que decidí trasladar todos los materiales de Dafa a la casa de otro practicante.

Poco después de que trasladáramos los materiales, un practicante local que había sido arrestado fue puesto en libertad. Me dijo que cuando la policía allanó su departamento, encontró una lista de contactos con mi nombre y mi número.

La policía volvió a mi casa unos días después y bloqueó la salida del edificio. Era hora de ir a trabajar, pero mucha gente estaba bloqueada en el pasillo. Pensé que no debía molestar a los demás, así que abrí mi puerta para dejar entrar a los oficiales.

Siete u ocho oficiales de policía entraron corriendo a mi casa. Registraron el lugar durante casi dos horas. Buscaron por todas partes, pero asombrosamente no tocaron el lugar donde escondí mis libros de Dafa.

En su lugar, me confiscaron la computadora y me llevaron a la comisaría diciendo que creían que yo era una "practicante jefe". No me asusté en absoluto y seguí enviando pensamientos rectos. Bajo la protección del Maestro, regresé a casa más tarde, ese mismo día.

Reflexionando y mirando hacia adentro, encontré muchos apegos. Como yo era coordinadora en el área local, otros practicantes a menudo necesitaban comunicarse conmigo, y recibía visitas casi todos los días.

Necesitaba imprimir muchos materiales de Dafa y no dediqué mucho tiempo al estudio del Fa. Desarrollé el apego a la autocomplacencia, alardeando, y simplemente haciendo los ejercicios. Como resultado, mis brechas fueron aprovechadas por las viejas fuerzas.

Los oficiales acatan mis deseos

Un colega con conocimientos técnicos fue detenido en diciembre de 2013. Este practicante fue torturado hasta la muerte después de solo cuatro días en custodia. Había trabajado con este practicante muchas veces.

Un día de diciembre, varios oficiales vestidos de civil vinieron a mi casa. Dijeron que yo estaba en la mira de un "caso importante" dirigido por el ministerio de seguridad del estado, y que tenían que llevarme a la comisaría. Me mantuve muy tranquila y no tuve miedo.

Les aclaré la verdad y sonreí todo el tiempo. Vieron que yo estaba tranquila y hablaban bien, así que también se relajaron.

Aun trataban de allanar mi casa, así que pensé que tenía que hacer que pararan, porque si encontraban mis teléfonos celulares podrían poner en peligro la vida de muchos otros practicantes.

En ese momento, el oficial en jefe dijo: "No buscaremos más si vienes con nosotros". Estuve de acuerdo.

Pidió a sus subordinados que se llevaran algunos libros de Dafa cuando se fueran. Le fui aclarando los hechos mientras caminábamos, y le dije: "Tus buenos pensamientos y esfuerzos para tratar adecuadamente a los practicantes de Dafa serán recompensados con felicidad y seguridad". Él me dijo que no me causarían problemas.

Una vez que llegamos a la comisaría, tuve la oportunidad de escabullirme, pero sabía que si lo hacía tendría que salir de casa para evitar el arresto.

Sentí que debía salir de la comisaría de una manera abierta y digna, así que me quedé y hablé de Falun Dafa a los que estaban en la estación. Muchos de ellos mostraron su apoyo.

Esa noche, un oficial nos llevó a mi esposo y a mí a una habitación separada y nos dijo que si yo "confesaba", me soltarían en unos días; de lo contrario, probablemente me tendrían encarcelada durante diez años.

Siguió tratando de intimidarme, pero yo permanecí tranquila todo el tiempo. Supe que el Maestro tenía la última palabra en lo que sucediera.

Otro oficial vino y le pidió a mi esposo que me ayudara a persuadirme para que confesara. Mi marido conoce bien a Dafa, aunque no practica, y por eso me dijo que no respondiera a ninguna de sus preguntas.

Esa noche dejaron ir a mi esposo, pero me detuvieron junto con otros dos practicantes. Practicamos los ejercicios juntos, y cuando hice el quinto ejercicio, me senté durante dos horas en una tranquilidad extraordinaria.

A la mañana siguiente, un oficial de la comisaría me llamó a la sala de interrogatorios. Me preguntaron de dónde había sacado mis libros de Falun Dafa y quién los había hecho.

Le dije: "En primer lugar, no voy a traicionar a los demás. Segundo, si te doy el nombre, simplemente te estoy haciendo daño".

No sabían cómo responder.

Entonces les pedí que me devolvieran el libro Zhuan Falun, que quería leerlo, y ellos hicieron lo que les pedí.

Me liberaron más tarde ese mismo día.

Me devolvieron seis de los libros que me confiscaron originalmente, y también me devolvieron mi computadora.

Recordando todo esto, siento que el Maestro me ha estado protegiendo todo el tiempo. Además, como había estudiado mucho el Fa y creído plenamente en él, supe que el Maestro estaba conmigo.

Buscando dentro de mí

Fui arrestada por tercera vez en abril de 2016. Esa vez, yo estaba aún más serena y mantuve pensamientos rectos fuertes.

Seguí aclarando los hechos a la policía y enviando pensamientos rectos a la comisaría. Me arrestaron alrededor del mediodía y me liberaron ese mismo día a las 6:00 p. m.

Yo sabía que estas cosas no pasaban por casualidad. Miré dentro de mí y me di cuenta de que no actuaba de acuerdo con el Fa en muchos aspectos.

Por ejemplo, tenía un fuerte sentimiento hacia mis compañeros de práctica, lo que les hizo desarrollar un apego a confiar en mí. Ellos venían a mi casa para hablar conmigo sobre muchos asuntos, grandes o pequeños, y algunos de ellos me felicitaban y decían que yo tenía pensamientos fuertes y rectos y una clara comprensión del Fa.

Con el tiempo, desarrollé muchos apegos tales como alardear, fanfarronear, ser presumida y obstinada.

También tuve un fuerte sentimiento hacia aquellos que se quedaron sin hogar para evitar la persecución. Traté de cuidarlos bien cuando se quedaron en mi casa, y también a menudo les recordaba sus problemas de xinxing. Pero me olvidé de tener una conversación con ellos sobre nuestra comprensión de los principios del Fa.

Todavía me siento arrepentida y culpable por eso, incluso ahora.