(Minghui.org) Soy una practicante alemana de 52 años, madre de dos hijas y trabajo a tiempo completo en la empresa de mi esposo como oficinista y en ventas.

Antes de entrar en contacto con Falun Dafa en 2013, sufría de varias dolencias, como tensión aguda en el cuello, en hombros, y una alergia a ciertos alimentos y al polen. Debido a eso, tomé varios suplementos nutricionales diferentes. Siempre me preocupé por mi familia, especialmente por mis hijas y por mi salud. En 2003, me enfermé gravemente y mis temores me llevaron a una grave depresión. La medicina alternativa, no la facultativa, me ayudó a salir de la depresión, pero mis temores y muchas otras dolencias se mantuvieron y se hacían patentes una y otra vez. En aquel momento mi matrimonio también se desmoronó.

Me volví a casar y en noviembre de 2013 sentí que podía volver a caer en depresión. Buscaba una manera de relajarme y pensé en yoga o algo similar. Mi marido me sugirió que le preguntara a su hermana, ya que practicaba algo así. Mi cuñada ya me había hablado sobre Falun Dafa, pero no me mostré dispuesta a hacerlo en ese entonces, por una mala experiencia que tuve con una técnica de relajación.

Le pregunté sobre Falun Dafa nuevamente y me volvió a explicar con mucho gusto los ejercicios. Cuando practiqué los ejercicios por primera vez, los encontré agotadores, pero me sentí completamente atraída. Tuve un buen presentimiento. Luego leí los libros de Falun Dafa que me dio y aprendí los ejercicios en casa con el video instructivo del Maestro Li Hongzhi. Mi cuñada es practicante hace 16 años y dirige un grupo en el que participo regularmente desde entonces.

Leyendo Zhuan Falun del Maestro Li Hongzhi, muchas cosas se me aclararon. También encontré una explicación para una experiencia que tuve una vez con la adivinación. Una excolega me dijo entonces, sin quererlo, que estaba embarazada y que tendría una niña. Y fue así. También se confirmó lo que me dijeron otros practicantes, que con cada nueva lectura de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, otros entendimientos se revelarían una y otra vez.

Cuando empecé a practicar, mi depresión desapareció y mis dolencias físicas disminuyeron. La fuerte tensión en el área del cuello y los hombros desaparecieron gradualmente, como así también el miedo a la enfermedad, a mi familia y a todo.

Cuanto más leía Zhuan Falun, mejor era mi condición física y mental. Manteniendo a Falun Dafa y a Shifu en mi mente, puedo corregirme de cualquier situación que me provoque dificultades y puedo eliminar la ilusión de enfermedad.

Por supuesto, todavía hay situaciones en las que no actúo de acuerdo con el Fa, pero siempre trato de corregirme y hacerlo mejor. Las enseñanzas de Shifu siempre me guían. En situaciones difíciles, me ayuda decir: 'Falun Dafa, ¡es bueno!'.

Nuestro grupo se reúne dos veces por semana, un día para practicar los ejercicios y otro día para leer Zhuan Falun. Después de leer juntos, compartimos nuestros entendimientos y nos ayudamos a encontrar apegos detrás de cualquier problema que podamos tener.

Cuando estoy de viaje, siempre llevo conmigo unos cuantos volantes para informar a la gente sobre Falun Dafa y aclarar la verdad de la persecución en China. Siempre se presentan situaciones en las que me involucro en una conversación con otras personas y les doy un volante. También aprovecho las oportunidades de repartir volantes en las ferias y flores de loto de papel hechas a mano.

Tengo la suerte de poder practicar Falun Dafa. Le doy las gracias a Shifu de todo corazón.