(Minghui.org) Tengo 39 años de edad y soy de Rumania, un país de la Unión Europea, de Europa del Este.

Al principio de septiembre del 2012, vine a Canadá como inmigrante. Inmigré porque quería descubrir el mundo y conocer gente de diferentes culturas, razas y religiones. También, quería ver si era capaz de manejar este desafío de empezar una nueva vida en un país nuevo, solo. Además, otra razón en ese momento era ganar más dinero.

Tenía cuatro lugares en mi mente para instalarme: Edmonton, Calgary, Toronto, o Montreal. Elegí Montreal porque era la ciudad que más me atraía.

El 27 de diciembre de 2012, un jueves fui al dentista, porque tenía dolor en una muela. Vi un folleto acerca de un espectáculo chino llamado Shen Yun Performing Arts. Lo que me llamó la atención fueron las palabras: "¡5.000 años de civilización viven en el escenario!". Siempre, he tenido mucho interés y me encanta la historia china, la música china, la cultura china, las artes marciales de origen chino, pero por falta de dinero no podría visitar China, así que dentro de mi pensé: "Esta actuación me mostrará China! ¡Tengo que verla!".

El 3 de enero de 2013, fui al show. ¡Compré la entrada más económica para ver el mejor espectáculo!

Durante la actuación, hablaron sobre una práctica de meditación llamada Falun Dafa, que está prohibida en China. Recuerdo que de alguna manera me desconcertó el hecho de que nunca había oído hablar sobre esa práctica. Sabía acerca del tai chi, qigong y Reiki. Había tomado algunas clases de tai chi y qigong en Rumania, y también estaba practicando yoga en ese momento. Aparte, había aprendido acerca de ciertas religiones, incluyendo el cristianismo, judaísmo, y budismo, etc.

Por lo tanto, tenía mucha curiosidad por ver de qué trataba Falun Dafa. Durante el espectáculo de Shen Yun me pregunté: "¿Por qué no sé nada de Falun Dafa? Además, está perseguida en China y nunca he oído hablar de ello".

En casa, accedí a su sitio web para aprender más. En febrero de 2013, fui al barrio chino de Montreal para ver de qué trataba la práctica. Encontré el lugar de la práctica y conocí al instructor, un hombre chino. Hice la práctica ese día, (que) era un domingo.

Me habló de un libro que podría encontrar en el sitio web y me dijo que sería bueno que empezara a leerlo.

Me fui a casa, encontré el libro en Internet en mi lengua materna –rumano– pero no pude leer más de tres páginas.

El domingo siguiente volví al barrio chino, y después de hacer los ejercicios el instructor me preguntó si había empezado a leer el libro. Respondí que no tenía tiempo. Él dijo: "no hay problema, usted lo leerá la próxima semana". Me fui a casa e intenté de nuevo leer el libro, pero no pude leer más de tres páginas. El próximo domingo fui a al barrio chino, pero no al sitio de la práctica, ya que me avergonzaba decir al instructor que no podía leer más de tres páginas.

El libro era Zhuan Falun, y en ese momento, me pareció muy difícil de leerlo.

Un año después, en enero de 2014, vi un póster sobre Shen Yun. Sabía que era un espectáculo nuevo, pero esta vez, no tenía la sensación de querer verlo de nuevo.

En febrero de 2014, de repente, vino una idea en mi mente, que podría ir a ver si el sitio de la práctica de Falun Dafa en el barrio chino todavía existía y si los practicantes todavía están allí. Era un domingo, y esta vez conocí a una mujer occidental, que estaba explicando los ejercicios. Me habló del libro que podía ver en la página web. Cuando volví el domingo siguiente ella respondió a mis preguntas y me habló sobre el libro de nuevo. Yo ya sabía que no lo leería, usando la excusa de no tener suficiente tiempo, tampoco me atraía mucho, y no me gustaba leer en Internet –estaba trabajando ocho horas al día con dos pantallas delante de mí, y esto era demasiado. El siguiente domingo no volví al sitio de práctica.

En marzo, abril y mayo de 2014, comencé a sentirme muy mal, tanto física como mentalmente. Todas mis frustraciones y quejas salieron, y me sentí tan abrumado que, en mayo, pedí permiso a mi responsable para trabajar solo cinco horas al día, porque estaba al límite y no podía seguir más.

Tenía un fuerte dolor en el pecho y a veces no podía ni siquiera respirar. Sentía como si acababa de terminar una carrera de maratón. Nunca me había sentido así en toda mi vida. Había hecho deportes en el pasado, así que sabía que tenía una cierta cantidad de resistencia física, pero la forma en que me sentía era más de lo que podía soportar. Fui al hospital y los doctores dijeron: "Señor, usted está bien". ¡Estaba bien, pero la sensación era como si me estuviera muriendo! Sentía como si mi cabeza estaba en el barro y perdido como un barco sin rumbo que no podía encontrar el camino correcto.

Pensé: "¡Tengo que hacer algo porque no puedo seguir así por mucho tiempo! Los doctores no entendían de cómo me sentía. Aquí solo, fuera de mi país, ¿qué debo hacer?!".

Regresé al sitio de práctica del Barrio Chino a finales de mayo, esperando que los ejercicios de Falun Dafa me ayudaran a mejorar mi nivel de energía. Ese domingo, conocí a otra instructora, que era una mujer vietnamita. Ella también me habló del libro, y mencionó que tenía copias del libro para la venta. Compré una copia de Falun Gong y una copia de Zhuan Falun en francés y comencé a leer. Cuando toqué el libro azul de Zhuan Falun por primera vez, sentí un suave flujo de energía.

Continué yendo al sitio de práctica todos los domingos. Después de hacer los ejercicios un domingo a finales de junio, la instructora vietnamita me invitó junto con otro practicante a asistir a una presentación. Para mi sorpresa, la presentación era sobre el espectáculo que me encantaba –¡Shen Yun!

Recuerdo que mientras escuchaba su presentación, al mismo tiempo pensaba en otra presentación a la que asistí en junio de 2010, en Bucarest, Rumania. Se trataba de mi inmigración a Canadá. Allí, me preguntaba: "¿Qué estoy haciendo aquí? ¿De verdad quiero ir a Canadá?". Ese día en el barrio chino, me preguntaba lo mismo: "¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué tengo que ver con este espectáculo de Shen Yun?".

Ese día, después de la presentación, me llamó la atención una foto en la pared titulada "Cumpliendo los votos", y pregunté a una practicante china, que es lo que representaba la foto. Ella respondió: "somos nosotros, los practicantes, que venimos del Cielo a la tierra". Noté que todos en esa foto sostenían un rollo de papel en sus manos. Le pregunté sobre esto y ella contesto: "esos son los votos que todos hicimos antes de reencarnar". Pensé, "¡Guau!!" es como aquel amigo en Bucarest, de la capital de Rumania, que me dijo más de una vez, algo parecido unos años atrás. "Cuando venimos a la tierra firmamos un papiro con Dios prometiendo que en nuestras vidas haremos todas las cosas que están escritas en ese pedazo de papel".

El julio de 2014, terminé de leer Falun Gong y Zhuan Falun por primera vez. Vi las nueve conferencias del Maestro Li Hongzhi, en línea, con la traducción rumana. Estaba empezando a entender algo sobre Falun Dafa. La práctica me gustaba cada vez más y comencé a sentirme mucho mejor. Recuperé mi energía. Era como si mi cabeza hubiera salido del barro y empecé a respirar y a mirar alrededor. Iba al sitio de práctica todos los domingos, ya que mi corazón quería estar allí. También, comencé a asistir al estudio del Fa grupal con los practicantes occidentales y a hacer preguntas. Tenía muchísimas preguntas en ese momento.

Parecía tener corazón para Falun Dafa, pero mi cerebro no era tan fácil de convencer, posiblemente porque había practicado una religión cristiana ortodoxa la mayor parte de mi vida.

Así que, leer los libros del Maestro Li Hongzhi no fue fácil para mí. Tenía muchas preguntas que hacer porque quería entender. Un día, encontré en YouTube un corto video llamado "Un cuento de hadas para la gente del futuro" que me ayudó a entender mejor.

Terminé de leer Zhuan Falun por segunda vez a principios de septiembre de 2014. Creo que desde ese momento, la práctica de los domingos y el estudio del Fa me ayudaron a comprender y también a superar las dificultades que experimenté.

Y, debido a que el Maestro Li Hongzhi habla de "practicar solo una vía de cultivación", decidí ser practicante de Falun Dafa y seguir solo la vía de cultivación de Falun Dafa.

Así que, un domingo del 2014 en septiembre, después de la sesión de la práctica, hablé con un practicante chino. Le dije: "Creo que eres uno de los coordinadores. Sé que no preguntas sobre nombres o cualquier otra cosa aquí, pero me gustaría que supieras quién soy. Quiero ser un discípulo de Falun Dafa y ayudar al máximo que pueda". Él sonrió, y dijo: "de acuerdo", y luego me fui. Desde ese día en adelante, me he considerado un practicante de Falun Dafa y un discípulo del Maestro Li Hongzhi.

Comencé a asistir al estudio del Fa grupal a principios de octubre.

Pero todavía me faltaba un verdadero entendimiento de Falun Dafa. Sabía que necesitaba recuperar los últimos 22 años de enseñanza que el Maestro Li impartió. Por lo tanto, accedí al sitio web de Falun Dafa y descargué todos los documentos que pude encontrar y que habían sido traducidos a mi lengua materna. Pude compilar seis volúmenes, en su totalidad casi 2.000 páginas. Estos incluían conferencias que el Maestro Li dio entre el 1994 y el 2014, Zhuan Falun Fajie, Zhuan Falun Volume II, conversaciones con los coordinadores en China, Escrituras esenciales para mayor avance I y (II), y Hong Yin I, II y III. Ahora la pregunta es: "¿Cuándo voy a encontrar el tiempo para leer todo esto?".

A mediados de noviembre de 2014, me enteré de que había sido aceptado para iniciar un programa de maestría en la universidad, el mes de enero. No tenía ni idea de cómo iba a compaginarlo con un trabajo a tiempo completo.

La respuesta llegó pronto. A principios de diciembre de 2014, me despidieron de mi trabajo. Estaba asegurado por la seguridad social durante los próximos diez meses. Y al final de este período, encontré otro trabajo que me permitió el tiempo para continuar mis estudios en la universidad, y terminarlos, a finales del 2016.

Así que el Maestro arregló mi vida y me dio el tiempo necesario para ir a la escuela, aprender y estudiar las 2.000 páginas de sus conferencias que imprimí, y suficiente dinero para pagar mis facturas y sobrevivir.

Leer todas estas páginas me ayudó a entender mejor a Falun Dafa; a saber quién es el Maestro Li y lo que nosotros, como discípulos, estamos haciendo aquí en este planeta; lo que Shen Yun representa; y todos los otros proyectos en los que los discípulos están involucrados.

Durante los siguientes cuatro años después de convertirme en un discípulo de Falun Dafa, (2015, 2016, 2017 y 2018), ayudé con Shen Yun en Montreal distribuyendo volantes, vendiendo entradas, promoviendo el espectáculo a mis amigos y compañeros, y ayudando cuando Shen Yun estaba en la ciudad.

También tuve la suerte en el verano de 2016, de hacer mi práctica de la universidad en La Gran Época, Montreal. Allí, hice todo lo posible para mejorar la distribución de las ediciones del periódico en francés y chino, para ayudarles a llegar a más personas y aclarar mejor la verdad sobre la persecución.

En octubre de 2015, ayudé a presentar los libros Cosecha Sangrienta, un informe independiente de los abogados canadienses David Kilgour y David Matas, y Órganos del Estado: Abuso de trasplantes en China, para la comunidad rumana en Montreal. Estos libros habían sido traducidos al rumano unos años antes. Durante el evento, los participantes tuvieron la oportunidad de ver la película "China Libre: El Coraje de Creer".

Comprendí la importancia de hablar con la gente sobre los beneficios de Falun Dafa y aclarar la verdad. Así que traté de participar en la medida posible, en los lugares de aclaración de la verdad, en el barrio chino de Montreal, frente al consulado chino, y en los eventos para los estudiantes universitarios de Montreal. Llevo volantes de Falun Dafa conmigo todo el tiempo. Cuando me encuentro con gente en la calle, en el metro o en el autobús, trato de hablarles de Falun Dafa, siempre y cuando encuentro un buen momento u oportunidad. Trato de no molestarlos y lo hago de manera relajada, pero con dignidad, sin dañar la imagen de Dafa.

Entiendo la importancia de estudiar bien el Fa y de enviar pensamientos rectos para poder hablar eficazmente sobre Falun Dafa a la gente.

En mi entender, es muy importante que, en cada momento de nuestras vidas, estemos plenamente conscientes y anclados en el presente. Y no debemos perder la oportunidad de hablar con la gente acerca de Falun Dafa. Esto sería como perder a un ser humano, quien de lo contrario no tendría la oportunidad de conocer Dafa. Eso me pasó varias veces y me sentí triste. Quién sabe si esa gente tendrá otra oportunidad de escuchar sobre Dafa.

Me involucré en un proyecto pequeño pero importante, en el que puse todo mi corazón. Era con el fin de actualizar la lista de los sitios de práctica que figurban en el sitio web canadiense de Falun Dafa.

Pienso, que cada vez más personas están despertando y sienten en sus corazones que están buscando algo. A veces ni siquiera saben lo que están buscando. Como practicantes de Falun Dafa, creo que deberíamos estar preparados para estos seres humanos que nos están buscando.

Esta es la razón por la que quería ayudar a actualizar la lista de los sitios de práctica aquí en Canadá. La lista debía ser actualizada para proporcionar la información correcta y profesional a las personas que querían encontrar un lugar de práctica y probar los ejercicios de Falun Dafa.

En octubre de 2017, empecé a llamar a todos los números de teléfono que teníamos en ese momento en el sitio web canadiense. Hablé con las personas responsables, averigüé si seguían practicando y si había otros sitios en sus alrededores. El trabajo duró unos meses hasta marzo de 2018, y con la ayuda de otros practicantes, ahora, la lista de contactos en el sitio web canadiense de Falun Dafa tiene un nuevo aspecto. También, estaba pensando que quizás otros países deberían actualizar sus propias listas de contactos en los sitios web.

Me gustaría añadir que, viniendo de Rumania, recuerdo cómo era vivir en Rumania bajo el régimen comunista. Los métodos que el partido comunista utilizaba dondequiera que tomaba el poder eran los mismos... matanza, miedo, mentiras, detención, campos de trabajo forzado, presión, propaganda, control. En China, todos estos son de mayor magnitud y se intensifican con el uso de la tecnología.

A través de mi experiencia me gustaría expresar mi admiración hacia los compañeros practicantes chinos, y estoy seguro de que todos los practicantes occidentales sienten lo mismo, porque, después de tantos años, ellos todavía están apelando pacíficamente, esperando con esperanza y coraje hasta que esta persecución termine, cultivándose bien, mientras al mismo tiempo aclaran la verdad a sus compatriotas que no conocen los hechos acerca de Falun Dafa o que todavía creen que Falun Dafa no es bueno.

Queridos compañeros practicantes de China continental: ¡Se han ganado el respeto de todos los occidentales!

Seamos diligentes y perseveremos hasta el final.

¡Falun Dafa Hao! ¡Zhen-Shan-Ren Hao!