(Minghui.org) Bajo la dirección del exlíder chino Jiang Zemin, Falun Dafa ha estado sometido a la persecución durante más de 19 años. Como resultado, muchos practicantes han sufrido pérdidas financieras, violencia, abuso y han perdido sus vidas. Esta es una prueba de conciencia moral para la humanidad.

La valentía de los familiares que no han tenido miedo a enfrentar al brutal régimen al apoyar a los practicantes de Dafa en sus caminos de cultivación, han elegido para ellos un futuro maravilloso. Estamos realmente conmovidos y admiramos a esas personas de buen corazón, y nos gustaría compartir algunas historias.

Apoyando a su cónyuge de por vida

El esposo de la Sra. Ming Yu, el Sr. Liu, es una persona muy confiable que fue testigo de la belleza de Dafa en su esposa. Antes de comenzar la práctica, ella había sido atormentada por muchas enfermedades, por lo que se había convertido en una persona malhumorada, y su familia a menudo estaba en conflicto.

Después que empezó a practicar Dafa, experimentó tremendas transformaciones a nivel mental y físico. Su arduo trabajo fue reconocido por la empresa y la premiaron varias veces como la empleada principal.

En casa, respetaba a los ancianos y cuidaba a los jóvenes, como lo vieron sus vecinos y amigos.

Una vez que su esposo notó estos cambios, creyó en los efectos positivos al elevar los estándares morales propios y el poder de curación de Falun Dafa. Por lo tanto, ha apoyado a su esposa en la práctica durante los largos años de  persecución bajo el régimen de Jiang Zemin desde julio de 1999. Su rectitud y firmeza mostraban su gran carácter.

En las primeras etapas, cuando comenzó la represión, la Sra. Ming Yu fue a Beijing para apelar por justicia para Falun Dafa. No le contó al esposo sobre el viaje a Beijing hasta que el hombre recibió su llamada. Él solo expresó  preocupación por ella.

Cuando fue a Beijing a apelar por segunda vez, la  arrestaron y luego la llevaron al centro de detención local donde estuvo detenida más de dos meses. El marido fue a visitarla cada semana con regalos.

"He estado trabajando aquí por más de 20 años. Nunca he visto a alguien tan agradable como su esposo", dijo el guardia a la Sra. Ming.

Dos meses más tarde la transfirieron a la comisaría. Él la visitaba todos los días después del trabajo, le preguntaba sobre sus comidas y si sufría algún abuso. Le recordaba que se cuidara, sus visitas fueron un gran estímulo para ella.

Más tarde, la llevaron ilegalmente a un campo de trabajo forzado. El esposo condujo a los hermanos de la Sra. Ming a visitarla cuatro veces en tres meses a pesar  que el viaje estaba a más de 240 kilómetros de distancia. Él le aseguraba a la esposa el regreso a casa. También los guardias se conmovieron por él.

Durante el tiempo del encarcelamiento de la Sra. Ming, el marido le llevaba familiares para visitarla. Sus visitas redujeron el efecto que la persecución tuvo sobre ella.

La Sra. Ming presentó una denuncia penal ante la fiscalía suprema para demandar a Jiang Zemin en 2015. Su carta de acusación fue devuelta a la comisaría local. Los oficiales enviaron a un excolega de la mujer para presionarla.

"Le dije a ella que escribiera las cartas y que le dijera a la policía que me vean si había alguna pregunta", dijo su esposo, el Sr. Liu. El colega se fue inmediatamente, e informó a su jefe que ya no volvería a la casa de la Sra. Ming ya que el marido no proporcionó ninguna información.

La empresa del Sr. Liu le solicitó que pagara las cuotas de membresía del partido. Él informó en su trabajo que había renunciado al partido comunista chino. Dos colegas hicieron lo mismo después de ver su renuncia. También tomó la iniciativa en su familia, firmando y denunciando a Jiang Zemin por su crimen.

Durante los largos años de persecución a Falun Dafa, ha estado bajo una gran presión mental, pero nunca ha habido una queja. Cuando la gente lo presionó para que buscara a otra persona y dejara a su esposa, él permaneció en silencio.

"¿Por qué no los escuchaste? ¿Por qué sufriste tanto por mí?", le preguntó su esposa más tarde.

"No hiciste nada malo. Si te hubiera dejado cuando estabas sufriendo, ¿no hubiera sido terrible de mi parte? Tenemos que compartir nuestra felicidad y dolor juntos como marido y mujer", respondió.

Durante esos años, sin importar lo difícil que fuera, y los comentarios negativos que la gente hacía sobre la Sra. Ming, él mantuvo su fe en ella. Su sinceridad, honestidad y preocupación fueron ejemplares. Quienes lo conocieron pensaron que era un esposo maravilloso.

Valiente oficial del pueblo protege a los practicantes

El Sr. Guo es el hermano de una practicante de Falun Dafa, la Sra. Ling. Fue secretario del comité del partido comunista chino de la aldea durante muchos años. Es honesto, con un fuerte sentido de justicia. Realmente cree en Dafa después de presenciar la gran transformación en su hermana y los altos estándares morales de los practicantes en su pueblo.

Conoce la naturaleza malvada del PCCh al presenciar su engaño y el adoctrinamiento de la lucha de clases. Simpatiza con los practicantes y los ayuda dentro de  sus posibilidades luego de darse cuenta de la gravedad de la persecución a la que fueron sometidos.

Durante estos años los oficiales de la comisaría del municipio han intentado en múltiples ocasiones ir a su pueblo para arrestar a practicantes. Él retrasaba la llegada para advertirles. Nadie fue arrestado durante estas visitas gracias a su ayuda.

Unos agentes  irrumpieron en una casa para arrestar a una practicante. No habían notificado su arribo a los funcionarios del pueblo debido a los repetidos intentos fallidos.

El Sr. Guo llegó inmediatamente a la vivienda de la practicante.

"Ella es mi ciudadana, soy responsable de su seguridad. Vinieron aquí para arrestarla sin notificación y consentimiento. ¿Por qué están aquí? La gente que practica Falun Dafa son buenas personas y son bien reconocidas en nuestro pueblo. También son ciudadanos respetuosos de la ley. ¿De qué sirve arrestarlos? ¿No sería mejor si usaran su tiempo para arrestar criminales?".

"Por favor, no tengas miedo. Soy el representante de tu pueblo. Yo soy responsable, puedes irte a casa ahora", el Sr. Guo la consoló y la ayudó  a salir del vehículo policial.

La policía quedó atónita y se fue después de verlo colaborar en liberar a la practicante de su arresto. Los otros pobladores se enteraron de la buena conducta y confiaron más en él.

Los familiares del Sr. Guo gozaron de buena salud y fortuna debido a su apoyo y actitud positiva hacia Dafa. La familia abrió una estación de gasolina hace algunos años que ha prosperado.

"Soy alguien que realmente se benefició de Dafa", dijo el Sr. Guo.