(MInghui.org) La Sra. Hong Misu, practicante de Falun Gong, de la ciudad de Wenling, murió el 15 de agosto de 2018 mientras cumplía una pena de prisión de tres años y nueve meses por negarse a renunciar a su fe. Tenía 52 años.

Sra. Hong Misu.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina milenaria de fortalecimiento y mejora de la mente y el cuerpo, que es perseguida por el régimen comunista chino desde julio de 1999.

La muerte de la Sra. Hong fue el trágico colofón a años de sufrimiento y persecución por practicar Falun Dafa. La arrestaron un total de 8 veces y saquearon su casa en múltiples ocasiones durante los últimos 19 años. Le impusieron dos años de trabajo forzado a fines de 2000 y, tres veces, la condenaron a prisión en 2005, 2011 y 2016 sumando un total de 10 años y 3 meses de cárcel.

Si bien no quedó constancia de que la Sra. Hong fuera torturada durante su encarcelamiento, antiguas reclusas de la prisión de mujeres de Zhejiang han revelado que las practicantes de Falun Dafa son torturadas continuamente para intentar obligarlas a renunciar a su creencia.

De acuerdo a los relatos de practicantes que han permanecido detenidas en la prisión, las guardias generalmente las encierran en una habitación oscura en cuanto ingresan en la institución. Allí, son vigiladas las 24 horas por otras reclusos y se las obliga a mirar videos que demonizan a Falun Dafa.

Si la practicante se niega a firmar la declaración de renuncia a Falun Dafa después de la ronda inicial de lavado de cerebro, las guardias le propinan palizas, las electrocutan con picanas eléctricas, les inyectan o fuerzan a ingerir drogas que dañan el sistema nervioso y las someten a muchas otras torturas que constantemente prueban los límites de su fuerza de voluntad.

En el momento de escribir este informe, la familia de la Sra. Hong no ha recibido notificación oficial de las autoridades de la prisión sobre la causa de su muerte prematura.

Detalles de las detenciones y encarcelamientos de la Sra. Hong

Durante los últimos 19 años de la represión que ha venido sufriendo Falun Dafa, y a pesar de la enorme presión y el peligro que enfrentaba en todo momento, persistió en generar conciencia sobre la injustificada persecución.

Su último arresto tuvo lugar en noviembre de 2015 después de ser denunciada a la policía por hablar con la gente sobre la persecución en las calles. El tribunal de distrito de Luqiao en la ciudad de Taizhou el 24 de mayo de 2016 la condenó a 3 años y 9 meses en la prisión de mujeres de Zhejiang.

La última pena de cárcel se la impusieron solo dos años después de que terminara de cumplir una condena de 3 años y medio en la misma prisión, también por hablar a la gente sobre la persecución.

Su segunda pena de prisión se vio precedida del arresto en mayo de 2004. La secuestraron mientras hacía las tareas domésticas. La policía no la dejó dormir durante una semana antes de transferirla al centro de detención Wenling. Después de más de diez meses de detención, la sentenciaron a tres años de prisión. En la cárcel de mujeres de Zhejiang, la recluyeron en una habitación fría y oscura. Las guardias la controlaban todo el tiempo y no le permitían hablar con nadie. Quedó traumatizada después de ser sometida durante tres años, sin cesar, a lavados de cerebro e intimidación.

Un término de dos años de trabajo forzado fue anterior a los tres términos de prisión de la Sra. Hong.  Mientras estuvo recluida en el campo de trabajo forzado para mujeres de Moganshan en 2001, las guardias la obligaron a tomar extrañas drogas. Su salud disminuyó rápidamente hasta hallarse al borde de la muerte. Temiendo que muriera en el campo de trabajos forzados, las autoridades la liberaron bajo libertad condicional por motivos médicos.

Durante los años en que permaneció detenida, la policía a menudo acosaba a sus padres provocando que vivieran bajo el temor y la preocupación constantes. Las autoridades también obligaron al marido de la Sra. Hong a divorciarse.