(Minghui.org) No puedo recordar haber experimentado yeli (karma) de enfermedad desde que comencé a practicar Falun Dafa. Sin embargo, no olvido un episodio  que padecí después de haber sido liberada de prisión hace algunos años.

Conflictos cuidando a mis padres ancianos

Por años mi madre sufrió de yeli (karma) de enfermedad y no podía cuidarse a sí misma. Mi padre no practicaba Falun Dafa y necesitaba ayuda a causa de sus enfermedades. Era difícil cuidar de dos personas mayores enfermas, por lo que mis dos hermanas y yo nos turnábamos para hacerlo. Estuvimos de acuerdo que cada una se quedaría durante todo un año en casa de nuestros padres para cuidarlos, sin hacer ningún otro trabajo.

Las tres hermanas practicamos Falun Dafa y fuimos arrestadas por nuestra creencia en varias oportunidades desde que comenzó la persecución el 20 de julio de 1999. Mi hermana menor tuvo que cuidar de ellos por mucho más tiempo.

Cuando fui liberada después de un año en prisión, era el turno de mi hermana menor, pero le dije que regrese a su hogar y a su trabajo que yo la cubriría.

Una vez, después que regresé de visitar a un practicante, mi hermana menor estaba en casa de nuestros padres,  muy molesta porque yo había salido y los había dejado solos. Me enojé y pensé que ella no estaba siendo razonable, especialmente ya que yo había tomado su turno para cuidarlos.

Desde la niñez, nadie me forzó a hacer nada. Hacía lo que quería. Ahora mi hermana me estaba dando órdenes. Le dije enojada: “Debes renunciar a tu trabajo y tomar tu turno de cuidar a nuestros padres. Regresaré cuando sea el mío”.

Mirando hacia adentro

Al día siguiente mientras ayudaba a mi madre a ir al baño, de repente sentí como si mi espalda se hubiera quebrado y mi fortaleza hubiera desaparecido. Cuando fui al supermercado, me tuve que apoyar sobre mi mano contra la pared, y sentí mucho frío en todas partes. Esto continuó durante dos días.

Pensé: “Si mi estado físico continúa así, ¿no quedaré discapacitada?”. Supe que esto estaba sucediendo por como me conduje en el conflicto con mi hermana menor. Las viejas fuerzas tomaron ventaja de las brechas y me persiguieron.

Esa noche me senté en posición de loto con mis manos unidas y miré hacia adentro. Dejé ir todas mis pretensiones y apegos que usaba para defenderme.

El Maestro dijo:

“Dado que al salvar a la gente no se habla de condiciones, recompensas, remuneración y tampoco fama, ellos son mucho más elevados que las personas ejemplares entre la gente común; esto es totalmente por sus corazones de misericordia” (Zhuan Falun).

Comparándome con el Fa, me di cuenta de mi problema. ¿No estaba condicionando a mi hermana? Te trato bien, y por eso debes tratarme bien.

Disfruto que me halaguen y no me gustan las críticas. Como le había dado la oportunidad de "ganar", esperaba que me tratara bien y que pensara en mí como una buena hermana, ya que yo tomé su turno para cuidar de nuestros padres. ¿No era este mi apego a la fama?

Cuando las cosas no salieron como esperaba, estaba resentida. ¿Cuál es la diferencia entre una persona promedio y yo? Mi xinxing no estaba por encima de una persona promedio. ¿No es el yeli (karma) de enfermedad un estado que una persona promedio debe tener? Cuando mi hermana dijo cosas malas, mi respuesta fue aún peor.

Después de darme cuenta de esto, mi cuerpo se sintió rodeado de una poderosa energía. Me sentí maravillosa y cómoda. Solo había experimentado este estado durante la meditación sentada, y no lo había sentido durante algunos años. Me sorprendí al ver que ese estado, aparte de sentirlo en la meditación, también podría alcanzarse cuando uno mira incondicionalmente hacia adentro.

Al segundo día mi espalda se recuperó bien y estaba completamente normal al tercero.

Solo cuando miramos hacia adentro y dejamos ir todas las nociones posnatales que cubren y defienden nuestros errores, podemos atravesar la ilusión del “yeli (karma) de enfermedad”, gradualmente asimilarnos a Dafa y cultivarnos verdaderamente hacia arriba.