(Minghui.org) ¡Saludos venerable Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Quiero compartir algunas de mis experiencias trabajando en Minghui en Inglés.

Los arreglos del Maestro son lo mejor

Empecé a trabajar en Minghui en inglés en el 2000. En ese tiempo tenía menos de un año de haber llegado a EE. UU. para estudiar, y mi habilidad para escribir inglés no estaba muy fortalecida. Pero este proyecto de verdad necesitaba gente, así que empecé a hacer traducciones.

Mi conclusión más importante al haber trabajado en este proyecto por todos estos años es que: Tanto como tengamos el corazón de realizar este proyecto bien, el Maestro hará los mejores arreglos para nosotros. Cuando necesité habilidades para hacer traducción, el Maestro me dio sabiduría. Cuando necesité más tiempo, el Maestro arregló un trabajo para mí con horario flexible. Las habilidades que desarrollé en el proyecto de Minghui ayudaron en mi trabajo común, y el conocimiento que obtuve en mi trabajo también me ayudó a hacerlo mejor en los proyectos de Dafa. Más de una vez suspiré de admiración ante los brillantes arreglos del Maestro. Todo es arreglado para mí, para elevar mi cultivación y cumplir la misión de asistir al Maestro en la rectificación del Fa.

Al principio cuando empecé a hacer traducciones, aunque no solía cometer errores gramaticales, mi elección de las palabras y la estructura de las oraciones eran muy chinas. Recordaba con claridad un artículo que mencionaba a una practicante que estaba a punto de parir. Yo traduje la expresión directamente y un practicante occidental cambió mi traducción a una expresión más coloquial. Desde ese momento puse atención en la manera de hablar de los practicantes occidentales. También empecé a leer artículos en los medios americanos de la sociedad principal observando cómo escriben diversos tipos de artículos.

Encontré que mi trabajo en los proyectos de Dafa me ayudó a mejorar mi habilidad en escribir en inglés. Uno de mis asesores del doctorado leyó mi tesis y dijo sorprendido: “Tu inglés es muy bueno”. Dijo que no podía imaginar cómo un estudiante internacional que ha estado en el país por solo pocos años podía escribir tan fluidamente. Yo sabía que esta habilidad había sido desarrollada a través de mi trabajo en Minghui.

Mientras tanto, como estudiante requería leer muchos documentos académicos y aprender cómo hacer investigación. También era asistente de enseñanza y tenía que enseñar cuatro horas a la semana clases de debate. Mis estudios y docencia en la sociedad común también me ayudaron a aprender las maneras de pensar americanas, y la manera en la que se expresan, tanto verbal como escrita. Así que en mi trabajo de traducción ponía más atención en cómo hacer artículos que los lectores pudieran aceptar más fácilmente.

Después de graduarme continué mi investigación y docencia y tuve más oportunidades de interactuar con la sociedad americana. Mis experiencias de trabajo, todas ayudaron a mi trabajo en Minghui.

El Maestro dijo en Enseñando el Fa en la Capital de Estados Unidos:

“Ahora mismo el foco para ustedes es simplemente encontrar formas de hacerlo mejor, de ser más eficientes, de tener un mayor impacto, y de salvar a más gente”.

Cada artículo que traducimos debe tener el potencial de salvar seres conscientes. Sin embargo si la traducción es incorrecta o inadecuada, nuestros lectores no querrán leerla, y el artículo no alcanzará el efecto que debiera. Mi trabajo en la sociedad común me ha entrenado para ser más eficiente y considerar las cosas desde la perspectiva de los clientes. Por tanto, cuando traduzco para Minghui pongo atención en cómo hacer nuestros artículos más efectivos para salvar seres conscientes y cómo expandir nuestro número de lectores.

Mientras traduzco artículos, con frecuencia siento al Maestro dándome sabiduría. Muchas veces las palabras en inglés aparecen en mi mente y solo necesito escribirlas. Mi trabajo común también se ha beneficiado mucho. Si bien paso mucho tiempo en nuestro proyecto, debo dedicar mucha energía en escribir documentos para mi trabajo común. Cuando necesito producir un artículo, el Maestro me da sabiduría para hacer la investigación. Algunas veces cuando no sabía sobre cual tema escribir, de repente sentía que el Maestro me daba una idea y sabía qué tipo de investigación hacer.

Ofrecí un entrenamiento en línea para nuestros compañeros traductores por aproximadamente un año y medio. Curiosamente, pronto tras haber empezado, mi universidad también comenzó a ofrecer clases en línea a gran escala. Comparando nuestra manera de instruir en persona, las clases en línea eran muy distintas, pero el entrenamiento en línea que ofrecí para Minghui me dio muchas ideas para mi instrucción en línea en la universidad.

Muchas veces sentí los arreglos complejos del Maestro para mi cultivación y mi trabajo común. No puedo encontrar las palabras para expresar mi gratitud al Maestro.

Cultivando la paciencia y la capacidad

Hace algunos años, además de hacer traducciones, he sido responsable de entrenar a nuestros compañeros traductores. Mi trabajo era ayudar a los compañeros practicantes a traducir mejor los artículos de Minghui del chino al inglés. Al principio hice mucho esfuerzo escribiendo materiales escritos y retroalimentando a los compañeros traductores. Pero algunos continuaban haciendo los mismos errores gramaticales o de otro tipo. Los corregía una y otra vez, pero algunos aun cometían los mismos errores. Estaba muy frustrada e interiormente resentida con los otros traductores por no poner atención a la retroalimentación que les daba y por gastar mi valioso tiempo. Estuve quejándome con una coordinadora, y ella siempre me animaba pacientemente a tener paciencia.

El Maestro dijo en Enseñanza del Fa en Gran Nueva York 2013:

“Siendo un cultivador, no importa lo que sea, tú eres una persona transitando el camino de un dios. Todos saben, la gente que transita el camino de un dios es diferente de las vidas normales, de la gente común. Pero ustedes están cultivándose entre la gente común, en el comportamiento, incluso tu vestimenta, tu comportamiento y manera de hablar, no hay diferencias con la gente común; solo hay un aspecto de mayor diferencia, que cuando te encuentras con conflictos, cuando te encuentras con cualquier asunto, tú puedes buscar la razón hacia dentro de tu corazón: ¿será que hice algo equivocado? ¿Será que mi problema ha causado que este asunto esté tan retorcido? Esta es la única diferencia obvia con la gente común”.

Poco a poco me di cuenta que no eran mis compañeros traductores los que tenían problemas. Más bien era yo quien tenía un problema. Les pedía a otros que usaran mis propios estándares y mis formas de hacer las cosas, olvidándome que cada persona tiene su propio método de aprendizaje y su ritmo para progresar. Sabía que necesitaba más paciencia y una mayor capacidad. Pensé en cuánta paciencia necesita el Maestro para salvarnos. Simplemente mirándome como una discípula de Dafa tengo tantas cosas que no llegan al estándar, pero el Maestro nunca se dio por vencido conmigo. Con frecuencia sentí al Maestro dándome sabiduría para lograr el trabajo de entrenamiento. Me di cuenta de que no podía imponer mis propios estándares a otros, ni pedir que alcancen un cierto estándar en cierto periodo de tiempo. No puedo cambiar a otros, solo puedo cambiar yo misma.

Asombrosamente, después de que mi mentalidad cambió, parecía que, nuestros compañeros traductores progresaron y dejaron de cometer los mismos errores. La calidad de su traducción también comenzó a mejorar. En uno o dos años, nuestro equipo hizo grandes mejoras en la calidad de nuestras traducciones. Algo que al principio pensé era imposible, tuvo un cambio cualitativo.

En esta experiencia aprendí que cuando uno mire hacia adentro, todo alrededor nuestro cambiará. En apariencia soy yo quien entrena a otros. De hecho fue una oportunidad arreglada por el Maestro para que yo me cultive. Con frecuencia el estado de pureza de la mente de otros discípulos me conmueve. Cada uno tiene una familia, trabajo, vida y otros proyectos de Dafa, pero encuentran tiempo para trabajar en Minghui y dan lo mejor para hacer bien este proyecto. Solo tengo respeto y admiración por ellos. Estoy muy agradecida de que el Maestro arregló que yo trabajara en Minghui, que trabajara junto con tantos discípulos diligentes.

Cultivando liberando la complacencia y el egoísmo

Hay un coordinador que con frecuencia lee Minghui en inglés y nos da retroalimentación. Al inicio yo estaba agradecida por sus sugerencias, pero poco a poco me puse impaciente. Yo sentía que poníamos mucho esfuerzo en cada artículo pero él seguía con sus críticas. Sentí que él no estaba de acuerdo con nuestros principios para la traducción. Cuando nuevamente mandó una serie de correos pidiendo ciertos artículos, se me acabó la paciencia y me sentí muy frustrada. Lo que pasaba es que durante ese tiempo había estado muy ocupada en mi trabajo común, así que decidí dejar de trabajar en este proyecto.

Sus respuestas me hicieron darme cuenta cuán temperamental estaba. No me culparon. Me recordaron no olvidar mi propósito al trabajar en Minghui. Esa era mi misión. ¿Cómo podía renunciar casualmente a este proyecto?

Tras calmarme me sentí avergonzada. Había atravesado esta prueba tan pobremente. Me di cuenta que me había vuelto complaciente mientras trabajaba en el programa de entrenamiento y no quería oír las sugerencias de otros. Desarrollé vanidad y mentalidad de sobreprotegerme y también al equipo que yo supervisaba. Cuando veía que las sugerencias de este coordinador eran para un artículo traducido por otro equipo, pensaba que no tenía nada que ver conmigo. Pero cuando sus sugerencias se relacionaban con los artículos de mi equipo, me preocupaba mucho más.

El Maestro dijo en: Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes de la región Asia-Pacífico:

“Todos tienen que prestar atención a un asunto. Ustedes están validando el Fa, no están validándose a sí mismos. La responsabilidad de un Dafa dizi es validar el Fa. La validación del Fa es también cultivación, y justamente la cultivación es eliminar el apego de uno hacia sí mismo. No deben, por el contrario, ayudar, consciente o inconscientemente, a fomentar este tipo de problema de que uno se está validando a sí mismo”.

Me di cuenta que desarrollé egoísmo y que mi motivo para trabajar en Minghui ya no era puro. Solo quería que mi equipo lo hiciera bien sin importarme cómo lo hacían otros equipos. Esto era una manifestación del egoísmo y del interés propio. Solo quería validar mi buen inglés y mi gran habilidad. Olvidé que nuestros varios equipos son un cuerpo, que nuestra meta en común es traducir artículos que la gente quiere leer, alcanzar el efecto de salvar seres conscientes.

Cuando regresé y leí de nuevo las retroalimentaciones del coordinador, estuve profundamente conmovida de que empleara su tiempo en leer nuestros artículos y nos diera sugerencias. Vi que sus sugerencias eran pertinentes y que había áreas en las que necesitábamos mejorar.

Le agradezco al Maestro por darme esta oportunidad de recordar mi propósito de trabajar en Minghui. No es para validarme ni para mostrar mis habilidades en inglés. Es para validar el Fa, para salvar seres conscientes.

Apreciando este ambiente de cultivación

Este proyecto requiere que pasemos mucho tiempo frente a la computadora cada día. Lo que es más, por razones de seguridad no podemos decir a otros discípulos lo que estamos haciendo. Algunas veces estoy cansada por el trabajo y quisiera encontrar proyectos nuevos para trabajar. Pero pronto entiendo que es aquí donde está mi misión, que no hago esto por mi placer sino para asistir al Maestro a rectificar el Fa. Veo a otros discípulos que han trabajado en este proyecto por más tiempo que yo, y todos están trabajando silenciosa y sostenidamente sin quejarse, porque están cumpliendo sus misiones en este proyecto. Ahora comprendo que este es el arreglo para mi cultivación. Cada discípulo tiene un camino diferente de cultivación. Yo puedo trabajar en otros proyectos cuando tenga tiempo, pero mi misión está aquí. No puedo darme por vencida.

¡Gracias Maestro!

¡Gracias compañeros practicantes!