(Minghui.org) Tengo 79 años y empecé a practicar Falun Dafa en 1996. Antes de emprender mi camino de cultivación, me diagnosticaron todo tipo de enfermedades graves y menos graves, como infarto cerebral, reumatismo, colecistitis y neurastenia. Tomaba medicamentos tan a menudo como comía, pero ningunas de mis enfermedades se curaban. De hecho, empeoraron.

Mi hermano comenzó a practicar Falun Dafa en 1996. En dos días, el reumatismo que había sufrido durante 10 años y los síntomas del linfoma desaparecieron. Empecé a cultivarme después de haber sido testigo del poder de Falun Dafa. Poco después de comenzar la práctica también me había recuperado de todas mis enfermedades.

Superando el yeli de la enfermedad

Una de mis enfermedades anteriores, para la cual solía tomar medicamentos e incluso fui operada por eso, me molestó durante tres días, y me trajo muchas inconveniencias. Además, sentí un dolor insoportable. Probé diferentes recursos pero nada me ayudó.

Mi hija, que también es practicante, dijo: "Mamá, ¿crees que es una enfermedad?". Su pregunta me hizo dar cuenta de que estaba equivocada. Tuve que liberarme de las nociones y pensamientos humanos. Esto no era una enfermedad, me dije: "Si no es una enfermedad, ¿de qué tengo miedo?". Por lo tanto, hice el ejercicio de la meditación sentada. Al cuarto día, volví a la buena salud.

Una vez tuve dolor de espalda que me hizo incapaz de pararme. Si quería ponerme de pie, primero tenía que agacharme sobre una pierna, luego mis manos tenían que agarrarse a algo para soportar el peso del cuerpo. Doblé la cintura a 90 grados y después lentamente enderecé la espalda. Una vez que juntaba fuerzas, podía empezar a caminar.

Un día, el dolor de espalda ocurrió de nuevo, pero lo ignoré. Entonces se me ocurrió: "Ni siquiera tengo miedo de morir. ¿Por qué me preocuparía por el dolor? Ya no soy una persona común, sino una practicante de Dafa". Me levanté con facilidad y caminé sin más problemas.

"... pensamientos rectos despliegan el poder de los dioses" (Saludos del Shifu por Año Nuevo, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).

El poder de Dafa salvó a mi esposo

Mi esposo estuvo involucrado en un accidente de tráfico en noviembre de 2016. El accidente le causó una hemorragia cerebral y múltiples fracturas y estuvo hospitalizado durante 40 días. Después de ser dado de alta del hospital, no reconoció a nadie y no pudo cuidarse solo.

El accidente de coche nos costó casi 60.000 yuanes. Con otros gastos añadidos, llegó a un total de 120.000 yuanes. Después de volver a casa, contratamos a alguien para ayudar a cuidarlo hasta que pudiera levantarse solo.

Queríamos pedirle 60.000 yuanes a la persona que causó el accidente, pero era reacio a pagar. Pensé que, como era campesino y no tenía muchos ingresos, yo no debería presionarlo para obtener el dinero.

Mis hijos que no se cultivaban se sentían intranquilos al respecto. Estaban preparados para demandarlo, pero yo los detuve. Les dije: "Fue un incidente desafortunado, pero no quiero darles infortunio a los demás".

Debido a que mis pensamientos eran rectos, el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) me ayudó, y mis hijos aceptaron mi decisión.

Mi marido se benefició de mi práctica de Dafa. Su cabeza se aclaró, y podía cuidarse. Él dijo: "Estoy agradecido por la ayuda del Maestro Li! ¡Es Él quien me salvó la vida! Yo apoyo que practiques Dafa. ¡Admiro a Falun Dafa!". Antes del accidente, él no entendía lo que yo hacía y se oponía a que practicara Dafa.

Luego, accidentalmente se cayó en el baño y quedó inconsciente. Pero no me asusté y pensé: "Va estar bien". Lo desperté y lo ayudé a llegar a la cama. Parecía estar bien. Pero, al poco tiempo, uno de sus ojos se abrió y el otro se cerró. Luego, jadeó y se desmayó. Yo pensé: "No puede morir así. Dafa lo puede salvar". Así que repetidamente le susurré al oído: "Falun Dafa es bueno. Falun Dafa es bueno". Se despertó y también recitó: "Falun Dafa es bueno." Luego, mi hija le aconsejó que renuncie del partido comunista chino (PCCh). Lo pensó y gritó: "¡Renuncio del partido!".

Recordando los sufrimientos del pasado

Recordé los primeros años de mi matrimonio. Vivíamos en lugares separados. Él tenía una amante y no cuidaba de mí y de nuestros dos hijos y solo a veces nos enviaba algo de dinero. Los niños y yo vivíamos en un galpón. El galpón estaba húmedo, especialmente en verano, y en invierno los goteos de agua se convertían en carámbanos. Trabajaba, pero mi salario era bajo, y no podía pagar todas las cuentas. Tuve que pedir dinero prestado a mis colegas y la cancelación de estos préstamos fue difícil.

Siempre hice lo mejor que pude en el trabajo. Por lo tanto, cada año, fui calificada como una profesora sobresaliente.

Después de jubilarme, mi cuerpo físico estaba en mal estado. Entonces, mi marido quería pedir el divorcio. Sin embargo, me negué a divorciarme, ya que no quería que mis hijos sean de una familia deintegrada. Quería buscar una manera positiva de lidiar con la situación. En la superficie, mis hijos tenían un padre y una madre. Pero en mi corazón, era pesimista. Silenciosamente, me quejé de mi marido y había una gran distancia entre los dos.

Dafa cambió el resentimiento por la bondad

Después de que empecé a practicar, los principios de Dafa me ayudaron a entender la razón de las dificultades de la vida. Decidí tratar amablemente a mi esposo y encontré maneras de ayudarlo a mejorar. Me iluminé desde el Fa que había resentimientos entre mi esposo y yo y que estos rencores tenían que ser resueltos. Estos entendimientos ayudaron a calmar mi corazón.

Aunque hice un gran esfuerzo para tratarlo con bondad, nos costó mucho vivir juntos en paz. Gastó su jubilación para él y no se preocupaba por la familia. Nunca me preguntó sobre nuestras deudas, como si no tuvieran nada que ver con él. Su comportamiento enfureció a nuestros hijos, e incluso me alentaron a divorciarme.

"Soy una practicante", pensé. "Debo seguir los principios de Dafa de Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Debo ser una persona buena. No puedo pedir un divorcio, independientemente de cómo la gente vea la situación. Tengo que estar tranquila. Necesito tratarlo bien y pagar mis deudas".

Después del accidente de coche, antepuse sus intereses a los míos. Pasé tiempo y esfuerzo preparando comida para él. Con mis pensamientos rectos constantes y la compasión, mi esposo cambió. Ahora apoya mi práctica de Dafa y mis esfuerzos de esclarecimiento de la verdad. Mis hijos también han empezado a respetarlo.

Ahora entiendo el principio del Fa de sin pérdida no hay ganancia. En la superficie, hago las cosas por los demás -en realidad hago las cosas para mí. La mayor recompensa es que mi esposo me ayude a soltar mis apegos de resentimiento y odio.

Mi esposo y yo nos respetamos y vivimos en armonía. La felicidad está en la mente de todos, en la mía, en la de mi marido y en la de nuestros hijos. Es como el Maestro dijo: "La luz de fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante" (Zhuan Falun).