(Minghui.org) Hace algunos años, fui arrestado por presentar una demanda contra Jiang Zemin, el exlíder del partido comunista chino (PCCh) quien comenzó la persecución a Falun Gong en 1999. Me detuvieron por quince días, durante los cuales le expliqué al jefe del centro de detención por qué estaba mal la persecución.

Sonrió y me contó su historia. En 2009 estaba a cargo de forzar a los practicantes de Falun Gong detenidos a renunciar a sus creencias, más tarde le diagnosticaron perforación de estómago. Después de un año de tratamiento, estaba tan mal que perdió el trabajo, ya que físicamente no podía cumplir con su deber. Al final, el hospital dejó de tratarlo y lo envió a casa.

Según él, había perdido toda esperanza y vivía día tras día sufriendo y muriendo lentamente.

Un día, recordó cómo una vez un practicante le contó que Falun Dafa tenía un poder curativo milagroso. Algo pasó por su mente y tuvo esperanza. Buscó literatura de Falun Dafa que había confiscado en viviendas y la leyó cuidadosamente. Algunos meses más tarde, su intolerable enfermedad había desaparecido.

Fue en ese momento que verdaderamente creyó todo lo que los practicantes de Falun Dafa le habían contado: el Maestro estaba allí para ofrecer salvación y Dafa era una práctica recta. Se dio cuenta que había sido castigado por las cosas malas que había hecho a los practicantes. Ahora que había despertado de las mentiras del PCCh, fue bendecido por Dafa y recuperó su salud.

“Estoy de regreso en mi trabajo. Pero sé que debo ser una buena persona y ayudar a aquellos que lo necesitan”, manifestó.

Y eso fue lo que hizo. Cuando me vio meditar, en lugar de detenerme, les dijo a otros que meditaran conmigo porque era bueno para ellos. Todos hablaban de lo agradable que era. Les permitió a todos usar agua caliente y dejaba que cualquiera que necesitara llamar a su casa usara su teléfono celular. Todos sabían que se había convertido en una persona amable por su experiencia con Falun Dafa.

El día que fui liberado, él estaba de servicio. Y me dijo: “Practica lo que crees después de llegar a casa y sé cuidadoso”. Estoy muy feliz que pudiera ser salvado. Le agradezco al Maestro por ofrecer su salvación a todos los seres.