(Minghui.org) El Maestro mencionó en sus recientes conferencias que algunos practicantes estaban relajados en la cultivación y no eran tan diligentes como antes. Sentí que hablaba de mí: aunque hacía las tres cosas todos los días, hacía mucho tiempo que no era diligente. Sentí que había algo que me separaba del Fa.

Sabía que no estaba bien seguir en ese estado. El tiempo presente para salvar a la gente y cultivarse sólidamente es precioso, ya que el Maestro se ha sacrificado mucho para prolongar el tiempo para la rectificación del Fa.

Sin embargo, por mucho que quería ser diligente, no podía hacerlo. Busqué hacia dentro y eliminé varias nociones y apegos, pero mi situación no mejoró. Estaba angustiado.

Recientemente, el Maestro me dio compasivamente pistas para ayudarme a comprender la razón por la que había fallado en ser diligente.

Eliminando los apegos profundamente enraizados

Recordé que cuando comenzó la persecución, no tuve miedo y pude hacer cualquier cosa para validar Dafa. En ese momento, no sabía realmente cómo cultivarme. Pensé que "hacer las cosas" era la cultivación y no me di cuenta de que era un apego.

Las viejas fuerzas se aprovecharon de mi brecha y me persiguieron constantemente. También tropecé muchas veces en la cultivación y comencé a formar una noción incorrecta de aprender de las cosas negativas que me sucedieron.

Pensé que la persecución que me habían impuesto se debía a algo específico que yo había hecho, así que necesitaba prestar más atención. Centrarme en las experiencias negativas me hizo más astuto con el tiempo. Cuando el Maestro me dio una pista, usé la excusa de los "problemas de seguridad" para encubrir mis defectos y dejarlos pasar. Por lo tanto, mi xinxing no podía mejorar.

El apego a la astucia continuó creciendo sin que me diera cuenta hasta que formó un muro que bloqueó mi camino para ser diligente.

Shifu dijo:

“...no siempre aprendan el lado negativo. Aprender del lado negativo de la lección quiere decir pensar los problemas con el corazón humano, ser astuto, malicioso, perspicaz, entonces uno se malogra” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010).

El Maestro también dijo:

“Tienes que pensar los problemas desde el lado positivo, después de las caídas tienes que buscar la causa desde la perspectiva de un cultivador: ¿dónde lo hice mal? Mídete con el Fa, así puedes aprender del lado positivo de la lección, si puedes hacerlo verdaderamente, seguramente vas a hacerlo bien” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010).

Mediéndome con el Fa y buscando en mi interior, fui capaz de descubrir muchos apegos y nociones incorrectas que incluían pensamientos negativos, astucia, mirar hacia afuera, protegerme y egoísmo.

También me di cuenta de que otra razón que me impedía ser diligente era el apego a la envidia. Aunque el Maestro mencionó la importancia de eliminar la envidia, realmente no le presté atención.

No era fácil para mí darme cuenta de que tenía un apego a la envidia porque a menudo se manifestaba en pequeñeces cotidianas y la ignoraba fácilmente. En Zhuan Falun aprendí que la envidia está profundamente arraigada y relacionada con el confucianismo chino, el igualitarismo absoluto de la cultura del partido comunista chino y las prácticas religiosas de varias culturas.

Finalmente pude eliminar estos apegos profundamente arraigados con pensamientos rectos y ser más diligente en la cultivación. Ahora puedo asimilar el Fa en mi mente y ver las diferentes capas de los principios del Fa.