(Minghui.org) Planeé viajar al extranjero y fui al Departamento de Trabajo local para obtener los documentos necesarios. Tan pronto como crucé la puerta, escuché a un empleado quejándose de la mala actitud y el comportamiento de la policía local.

Resultó que una anciana quería jubilarse y necesitaba una carta de la comisaria de policía local. El empleado emitió un documento pidiendo la carta. Sin embargo, la policía local confiscó el documento y le dijo a la señora que se le exigía que le extrajeran sangre, se le tomaran huellas de pies y dedos y se le fotografiara. De lo contrario, no recibiría la carta.

La policía también es víctima

Entonces, recordé a un amigo, que era expolicía. Me comentó que casi había perdido la vida en un accidente automovilístico porque arrestó a practicantes de Falun Dafa y se negó a escucharlos. Me dijo que siempre eran tratados como criminales por defecto. Comencé a sospechar que aquella anciana que pretendía jubilarse era practicante de Falun Dafa y que la policía quería extraerle sangre para, una vez comparada su sangre con un comprador potencial, ser arrestada, encarcelada y sustraídos sus órganos. La idea me recorrió la espalda como un escalofrío.

Hablé con otro empleado y me explicó que no era necesario hacerse un examen físico antes de recibir una carta de la policía.

He oído que el PCCh arresta a practicantes y los lleva a campos de trabajos forzados y cárceles. Obligan a los practicantes a donar sangre con el propósito de acabar sustrayéndoles los órganos. 

Aunque había escuchado y leído mucho acerca de la persecución y de renunciar al PCCh, no lo había creído. Pero ahora pensaba que, si todo esto era verdad, debía renunciar al PCCh porque el Cielo lo iba a destruir, y yo también lo sería. Parece que hoy tuve mucha suerte y el Cielo me estaba brindando la oportunidad de ser salvado.

Salí detrás de la señora y le pregunté por una dirección. Después de darle las gracias, le advertí: "Debe ser practicante de Falun Dafa. Deje de ir a la comisaría. Se meterá en problemas". Sonrió y contestó que, precisamente, la policía había sido engañada para perseguir a los practicantes, así que por lo tanto, también son víctimas.

"Necesitan saber la verdad para poder salvarse“, señaló. Debo de ser bondadosa con ellos porque también son víctimas de la persecución. Gracias. Tendré cuidado. ¡Tengo al Maestro para protegerme!".

Mis ojos se llenaron de lágrimas, y no queriendo que viera llorar a un hombre tan mayor, rápidamente gire y me fui.

Los practicantes son muy amables. La policía la persiguió y todavía anhelaba salvarles, dentro de su corazón. Solo los discípulos del Sr. Li Hongzhi, que viven según los principios de “Verdad, Benevolencia, Tolerancia", podrían mostrar bondad bajo tales circunstancias. Sentí calidez desde el fondo de mi corazón y grité: "Falun Dafa es bueno", mientras las lágrimas rodaban por mi rostro.