(Minghui.org) Soy una joven practicante de Falun Dafa. Cuando comenzó la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999, yo tenía 12 años. En ese momento, cuatro de mis familiares practicaban Falun Dafa. Pasamos por muchas dificultades debido a la persecución. Mis padres y mi hermana fueron arrestados y encarcelados. Mi hermana y yo dejamos de practicar Dafa en 2005. Regresé a Falun Dafa después de leer uno de los artículos del Maestro Li Hongzhi (el fundador de la práctica) a finales de 2015.

La gente quiere escuchar la verdad

Estaba embarazada a finales de 2015, y me puse muy ansiosa y preocupada porque no podía practicar mientras criaba a un niño. Me preocupaba no poder completar mi camino de cultivación antes de que terminara la rectificación del Fa. Con la ayuda de practicantes locales y más estudio del Fa, gradualmente me calmé. El Maestro Li dijo:

“… porque ya se les ha dado todo lo mejor a lo largo de la historia...” (Los discípulos de Dafa en el período de la rectificación del Fa, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Ya tenía lo mejor de todo. ¿Qué más puedo pedir? Solo necesitaba estudiar el Fa y hacerlo bien como practicante.

Después de dejar mi trabajo para prepararme para ser madre, por la mañana estudiaba el Fa, por la tarde aclaraba la verdad sobre Dafa distribuyendo materiales informativos y pegando adhesivos sobre Falun Dafa en las paredes. Shifu a menudo me alentaba.

Un día de camino a casa, después de recoger los materiales para aclarar la verdad, me detuve en un puesto de frutas. Le di al dueño un diario de Minghui Weekly y le dije: "Puedes leer los materiales y mantenerte informado en medio de la confusión". Él respondió: "¡Cuanto más lo leo, más lo comprendo!".

Después de que mi bebé cumplió un mes, salí a aclarar la verdad sobre Dafa casi todos los días. Una vez, le di un volante a un hombre de mediana edad que estaba descansando bajo un árbol. Después de seguir adelante, me llamó para esperarlo. Detrás de él, había dos hombres de mediana edad en motocicletas. Al principio, pensé que eran policías encubiertos. Pero uno de ellos me pidió que le diera un folleto. Sin importar si era policía o no, le di uno. Cuando me pidió más, le entregué una copia de cada uno de los folletos que tenía.

Las armoniosas relaciones familiares

Como muchas otras nueras, no me llevaba bien con mi suegra antes de empezar la cultivación. Su salud era mala, así que solo me ayudaba a cocinar y me dejaba a mí las demás tareas domésticas mientras yo también cuidaba a mi bebé.

Al principio, me sentí enojada por hacer la mayor parte de las tareas domésticas mientras conocía a otras nueras en mi vecindario que no hacían mucho. Después de convertirme en practicante, cambié y miré el tema desde la perspectiva de Dafa. Shifu dijo:

“Debido a la contaminación de la gran corriente y gran tina de tintura de la sociedad humana común, los asuntos que la gente considera correctos, en realidad muchos son incorrectos. ¿No quiere toda la gente vivir una vida buena?” (Zhuan Falun).

No debería desear una buena vida y compararme con los demás. Aunque hoy en día es muy común que las nueras les digan a sus suegras qué hacer, su comportamiento se desvía de la tradición china.

Después de estudiar sobre la pérdida y la ganancia, empecé a tomar los intereses personales a la ligera. Mi suegra es una mujer de pueblo. Sus ingresos de 5.000 yuanes provienen del alquiler de los terrenos de la familia y de su pensión alimenticia de jubilación. Le pagué los gastos familiares, incluyendo su medicina y también le compré bocadillos sin enojarme.

A menudo pensaba que como soy una practicante, necesitaba ser considerada con los demás. Ella tuvo una vida dura cuando era joven. Sentí que era bueno que finalmente pudiera disfrutar de la vida a su edad.

Una vez llevé a mi hijo al pueblo y varias personas me alabaron como una buena nuera. Continuaron diciendo lo bien que traté a mi suegra. Me preguntaba cómo sabían de mis asuntos familiares y me enteré de que ella se los había contado.

En julio mi suegra se cayó y se fracturó los huesos. Ella tiene dos hijos y mi marido era el menor. Mi cuñado tiene una casa en la ciudad. Nunca le he pedido que comparta los gastos de mi suegra. El clima era muy caluroso, así que le instalé un aire acondicionado.

La gente del pueblo me preguntó si mi cuñado había pagado por ello. Le expliqué que estaba ocupado en el trabajo, y que no importaba quién lo pagara. Mi buena acción me dio la oportunidad de aclarar los hechos de la persecución a los del pueblo.

El Maestro Li dijo:

“Cualquier cosa tampoco es coincidencia, en todo existen elementos de ambos lados, no es para probarte a ti, eso es para ayudarte a ti, positivo y negativo, los dos lados, piensa, no hay coincidencias” (25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York).

Después de que mi suegra sufrió una lesión, hablé con otros practicantes sobre por qué había sucedido esto y busqué mis apegos. Me di cuenta de que no era diligente en el estudio del Fa y en la práctica de los ejercicios.

Estaba haciendo todo lo posible para equilibrar el cuidado de mi bebé de 18 meses, preparar la comida y bañar a mi suegra mientras se recuperaba.

Mi esposo regresó a casa por un descanso y se conmovió hasta las lágrimas cuando presenció la situación. Había sido influenciado profundamente por las enseñanzas ateas y una vez se enojó conmigo por imprimir y entregar materiales de Dafa.

Él exclamó: "Cuidaste muy bien de mi madre. Debería tratarte bien por el resto de mi vida. ¡No me opondré nunca más a que practiques Falun Dafa!".

Mi suegra empezó a escuchar las conferencias del Maestro en Guangzhou, así como las canciones "Jishi" y "Pudu". Mi esposo a menudo escucha canciones de Shen Yun y también renunció a las organizaciones juveniles del partido comunista chino.