(Minghui.org) Hay un proverbio chino que reza: "Los ríos y las montañas pueden cambiar, pero resulta difícil cambiar la naturaleza de una persona". Esto sugiere que es más difícil cambiar el carácter de una persona que cambiar el curso de los ríos y mover montañas.

Sin embargo, ahora, las experiencias de los practicantes de Falun Dafa demuestran que ya se puede decir: "Los ríos y las montañas pueden cambiar, y la naturaleza de una persona también puede cambiar".

Falun Dafa cambia a una mujer maltratadora de 60 años

Wang Xianglian tiene más de 60 años y vive en una remota zona rural. En el pasado, su salud y su situación económica eran malas. Las dificultades de su vida la habían convertido en una mujer dura y temperamental, que se enojaba con facilidad y maltrataba a los demás, hasta el punto de golpearlos. Ocasionó grandes disturbios en la oficina del gobierno municipal, porque opinaba que la distribución de los fondos de ayuda era injusta.

En una ocasión, le robaron algunas verduras, entonces colgó una tapa de aluminio frente a su casa y la golpeó durante toda la noche. Después de pelearse unas cuantas veces con ella, el jefe de la aldea le permitió, algo sin precedentes, que ganara el mismo salario que un hombre por su trabajo agrícola. Si alguien la insultaba a ella o a su familia, se plantaba en la puerta de su casa, bloqueándole la salida y le empezaba a gritar.

Los funcionarios no podían hacerla cambiar. Cuando Falun Dafa llegó a su ciudad natal, en 1996, el líder de la aldea y el líder del condado dijeron: “Si alguien pueda hacer que Wang Xianglian practique Falun Dafa, habrá logrado algo de suma importancia".

Así que la gente empezó a tratar de persuadirla para que practicara Falun Dafa. Le explicaron que los ejercicios curarían sus enfermedades, sin gastar un centavo. Estas palabras conmovieron a la Sra. Wang porque no gozaba de buena salud.

No había nadie en su pueblo que hubiera aprendido aún la práctica, así que se desplazó a una ciudad cercana para conseguir el libro Zhuan Falun, el 28 de junio de 1997. Se llevó el ejemplar a su pueblo y empezó a leerlo. Entonces, lloró innumerables veces hasta que, de repente, comprendió el verdadero significado de la vida. Se dio cuenta de que lo increíblemente agotador que era llevar una vida de lucha. Su resentimiento se disolvió y su corazón resplandeció. Su vida se llenó de esperanza y de significado justo en aquel momento.

Dejó sus malos hábitos de pelear, golpear y abusar de los demás, en su lugar aprendió a respetarlos y se volvió tolerante. Dejó de luchar cuando sentía pérdidas, y se volvió una persona educada y considerada hacia el resto de aldeanos. Comenzó a tomar en cuenta primero a los demás y a seguir Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Al cabo de medio año se volvió muy saludable y con un aspecto más juvenil.

En el pasado, nadie lograba cobrarle los honorarios por los trabajos administrativos de gestión, aunque tuviera el dinero. Cuando llevaba dos años practicando Falun Dafa, un día se presentó con el dinero, sorprendiendo a los funcionarios locales. Expresaron: "Hemos tratado de cobrar en toda esta área, pero nadie lo ha hecho, a excepción de usted. Ha cambiado de verdad, y nos brinda un soplo de aire fresco. ¿Qué la ha vuelto tan razonable?”.

Wang Xianglian respondió: "Es que practico Falun Dafa. Falun Dafa me cambió. Nuestro Maestro nos enseña a ser buenas personas y a considerar siempre las necesidades de los demás".

Algunos funcionarios le respondieron con gestos de aprobación al oírla, y afirmaron: "Admiramos a su Maestro y a Falun Dafa. Su Maestro es asombroso”.

Todos los aldeanos presenciaron su transformación gracias a la cultivación y manifestaron: "Wang Xianglian, realmente, ha cambiado hasta la médula. Parece otra persona. Falun Dafa es sorprendente".

En el pasado, los aldeanos siempre intentaban evitarla. Pero cuando, recientemente, necesitó construir una nueva casa, todos los aldeanos se reunieron para ayudarla. Esto se debió a que la cultivación en Falun Dafa la hizo cambiar y mejorar su carácter.