(Minghui.org) En 2012 regresé a cultivarme en Falun Dafa. Medio año después, el coordinador decidió establecer un sitio para producir materiales, y el grupo me eligió para hacerme cargo.

Operando el sitio de producción de materiales

La primera noción que tuve que romper fue la de evitar las computadoras. Un practicante con habilidades técnicas vino a mi casa unas cinco veces para enseñarme a usar una computadora, y yo hice varias páginas de anotaciones. Me pareció que había aprendido a usarla, pero apenas se fue el practicante, aparecieron los problemas para los cuales no tenía solución en mis notas.

Los practicantes se tenían que ir con las manos vacías después del estudio del Fa, porque yo no había preparado nada. Me sentía ansiosa y culpable.

El problema más grave era que las páginas se enganchaban cuando imprimía. Si no me daba cuenta a tiempo, la pérdida era grande, y pasaba seguido. Me sentía muy triste cuando tenía un montón de hojas apiladas para tirar.

Su destino era convertirse en material para aclarar la verdad, pero ahora se habían convertido en un montón de papel y tinta. Lo podría haber evitado si hubiera sido diligente y atenta. Una vez que reconocí mi apego, estuve más atenta.

El proceso de imprimir materiales fue un proceso de cultivación. Mientras limpiaba los cabezales tapados, me preguntaba si había entendido o hecho algo mal. Cuando destrababa el papel atorado, miré hacia dentro por qué estaba apurada. Siempre encontraba fallas en mi cultivación.

También entendía la importancia del estudio del Fa porque se relaciona con hacer materiales. Cuando estudiaba bien el Fa, era muy eficiente, y los materiales salían hermosos. Nunca aflojé en el estudio del Fa.

Apego a la envidia

La practicante Mei, solía estar a cargo de los materiales. Cuando se enteró que yo estaba haciendo los materiales, se puso contenta. Si no había muchos materiales, se los llevaba todos y cuando había muchos, solo se llevaba unos cuantos.

A veces no venía a buscar los materiales a la hora acordada. Se quejaba de que los folletos grandes eran difíciles de entregar, mientras que los pequeños tenían poca información.

Cada vez que nos encontrábamos en el estudio del Fa grupal, me daba algunas “instrucciones”. Otros practicantes creían que ella tenía el apego de la envidia, y yo también lo tenía.

Decidí compartir mi entendimiento con ella, y usé los principios del Fa para justificar mis sentimientos y enumerar sus fallas. Al regresar a casa, estaba complacida del “palo de advertencia” que le había dado.

Shifu dijo:

“si no tienes ese corazón, es como después de que el viento sopla, no sientes nada”. (Enseñanza del Fa en el Fahui de San Francisco)

El Fa de Shifu me hizo repensar en el asunto y mirar hacia dentro. Encontré el apego a la envidia, competencia y de tener la razón. Yo creía tener una buena personalidad, era sociable y muy dada, y solía pensar que Shifu estaba hablando de alguien más. Por eso nunca se me ocurrió que yo también tenía ese apego.

El apego a la envidia de Mei era claro y obvio y se podía detectar inmediatamente, pero mi apego a la envidia era astuto y estaba escondido. No solo fallé en detectarlo, sino que otros practicantes tampoco pudieron.

Realmente debería agradecerle a Mei por ayudarme a encontrar mi apego. Cuando mi apego a la envidia se debilitó, sus comentarios disminuyeron y nos empezamos a atesorar más.

Dejando ir el qing y la lujuria

El sitio de producción de materiales estaba en la casa de un matrimonio, y yo pasaba mucho tiempo en su casa. Mi esposo y yo nos habíamos separado porque presenté la querella criminal contra Jiang Zemin, exjefe del partido comunista chino, por iniciar la persecución a Falun Dafa en 1999.

Mi esposo tenía miedo de quedar implicado, y entonces me mudé con mi hijo y vivíamos en una casa alquilada. El matrimonio de practicantes era muy simpático conmigo. Desarrollé una ilusión y gradualmente me hice emocionalmente dependiente de ellos.

Después que la Sra. Bai, la esposa, me pidió que ayudara a su esposo a mejorar su estado de cultivación leyendo más el Fa, él y yo pasamos más tiempo juntos. Nos llevábamos bien y eso se profundizó con el tiempo.

Una vez nos pusimos a charlar muy familiarmente, su esposa nos escuchó reírnos y dijo que él me buscaría en mi casa. Unos días después perdió el control por algo muy pequeño. Ella mencionó lo que había escuchado ese día y yo me sentí avergonzada y muy humillada. Le dije que ellos eran más grandes que mis padres, por eso cómo podía pensar en algo sucio.

Después del estudio del Fa grupal, la Sra. Bai se negó a compartir entendimientos, y su esposo se quejó por mi repentino cambio de actitud.

El coordinador local me preguntó qué había pasado y dijo: “En un sueño, te vi caminando en una cresta, y no me contestabas cuando te llamaba. Me preguntaba qué estabas haciendo. Así que vine a asegurarme que estuvieras bien”.

Después de regresar a casa empecé a razonar qué es lo que había pasado. Mis ideales sobre la vida siempre habían sido “ser querida por los padres”, “armonía entre el hombre y la mujer”, y “la pareja inseparable”. Pero en realidad, había estado llevando una vida dura y solitaria.

No fue hasta que leí artículos de Minghui que llegué a entender que tener buenos sentimientos por parejas jóvenes o mayores era una manifestación de lujuria.

En el pasado, no estaba de acuerdo con los artículos y me parecía que los autores se habían desviado en su entendimiento del Fa. Ahora me doy cuenta que nunca me había cultivado en este aspecto y que incluso fui indulgente.

Shifu dijo:

“Cuando llegue una tribulación, si tú, como discípulo, puedes mantener realmente una calma inalterable o poner tu corazón en cumplir con los diferentes requisitos de cada nivel, esto debería ser suficiente para que puedas pasarla exitosamente. Si te encuentras aún en molestias interminables y si no existen otros problemas en tu xinxing o conducta, tendrá que ser que los demonios perversos se han aprovechado de las escapatorias causadas por tu carencia de autodominio” (Dao y Fa de Escrituras esenciales para mayor avance).

Shifu no solo estaba advirtiendo a otros, sino a mí. Yo seguía mirando hacia afuera.

Me disculpé con la Sra. Bai y su esposo y compartí mis entendimientos con el coordinador. La pareja también se dio cuenta de sus fallas después de compartir su entendimiento con el coordinador.

Trabajamos de nuevo juntos para hacer materiales de aclaración de la verdad y repartirlos. Nos tratamos como practicantes de Dafa y miramos hacia dentro siempre que tenemos problemas.