(Minghui.org) Un compañero practicante solía decirme sobre las cosas que le habían sucedido antes de comenzar a practicar Falun Dafa. Otro practicante a veces describía los conflictos que había experimentado antes de entrar en su camino de cultivación. No me interesaba su pasado y les dije molesto. "Por favor, dejen de hablar de cosas que ocurrieron antes que comenzáramos a practicar". Pensé que tenían pobre xinxing y no eran diligentes en su cultivación.

En ese momento, mi entendimiento del Fa era superficial y no entendía sobre qué trataba la cultivación. Pensaba que una vez que uno comienza a practicar Falun Dafa, todo era borrón y cuenta nueva. Además, las conexiones a la vida antes de la cultivación ya no tenían valor.

Ya que somos muy afortunados de ser practicantes de Dafa, ¿Por qué todavía mencionamos cosas sobre nuestro pasado? Si es algo que se relaciona con la rectificación del Fa, definitivamente le prestaré atención. De lo contrario, no tengo tiempo para escucharlo.

Pero después de varios años, me di cuenta de que no había sido accidental el haber escuchado comentarios sobre experiencias antes de la cultivación. A través de memorizar y recitar el Fa, llegué a entender que, sin importar cuán diligentes seamos, o cuán bien hagamos nuestra clarificación de la verdad, siempre podría haber algo que queremos olvidar. Esto puede relacionarse con el yeli que teníamos en aquel entonces, o algunos malos recuerdos que no han sido eliminados.

Recuerdos de la persecución

Algunos practicantes fueron detenidos por practicar Falun Dafa, y estos recuerdos permanecían en sus mentes. Esto es porque las viejas fuerzas habían forzado esas malas sustancias en nuestro cerebro. Entonces se volvieron un recuerdo que no podía ser olvidado.

Un practicante local fue llevado a un centro de detención. No pudimos obtener información alguna sobre él por dos años, y solía culparme por ello. Luego debido a brechas en mi cultivación yo también fui detenido. Esto ocurrió porque no podía deshacerme de mis malos recuerdos. Así que, me gustaría recordar a los practicantes que fueron liberados y a aquellos a su alrededor, que descarten cualquier pensamiento relacionado al centro de detención, bueno o malo.

Algunos practicantes quizás miren mal a otros y luego se encuentren con una situación similar. Una vez que desarrollamos un apego, las viejas fuerzas se aprovecharán y no nos dejarán olvidarlo. Tenemos que eliminar ese apego y mejorar.

Cuando alguien nos dice algo que nos hace sentir incómodos, tenemos que mirar adentro. No podemos tener pensamientos negativos hacia otros porque sus palabras no encajen con nuestras expectativas.

Solía pensar que los practicantes han de mirar adentro y que por lo tanto los conflictos entre nosotros deberían ser mínimos. Ahora sé que son pensamientos fantasiosos. De hecho, los conflictos nos proveen oportunidades para progresar y mejorar.