(Minghui.org) El Maestro dijo:

“Los Dafa dizi son la esperanza de los seres humanos, más aun, también son la única esperanza. Salvar a las multitudes de seres es nuestra misión, es una responsabilidad de mayor importancia: solo si se cultivan a sí mismos bien podrán hacer lo que los Dafa dizi tienen que hacer” (Al Fahui europeo en París).

En 2004 fui arrestada por practicar Falun Gong y llevada a un campo de trabajo forzado. Allí había una guardia de unos veinte años. Una de las practicantes detenidas trabajaba en el mismo lugar que su esposo. La oficial se acercaba a esta practicante y a menudo hablaba con ella. La practicante le aclaró los hechos. Por lo que nos apoyó y protegió dentro de sus posibilidades.

Sin embargo la practicante con la que hablaba fue transformada en una sesión intensiva de lavado de cerebro. Escribió declaraciones renunciando a Falun Gong y dijo cosas para difamarlo.

La joven guardia estaba muy decepcionada y confusa. Desarrolló pensamientos negativos hacia Falun Gong y se negó a escuchar cuando otros trataron de aclararle los hechos nuevamente.

Había un subdirector de la división de seguridad nacional local. Era muy activo en la persecución y tomaba la iniciativa de arrestar a los practicantes, saqueando sus hogares y quemando libros de Falun Gong. Después de un tiempo, experimentó serios problemas de salud. Le diagnosticaron una enfermedad mortal a una edad temprana.

Se asustó y entendió que estaba recibiendo retribución de yeli (kármica), y fue con un practicante en busca de ayuda.

El practicante lo persuadió a que aprenda Falun Gong. Aceptó y comenzó a practicarlo.

Era un practicante de unos ochenta años, casi la misma edad que su propia madre. Se unió al grupo de estudio y escribió una declaración solemne, expresando su arrepentimiento por las malas acciones del pasado. Pronto comenzó a recuperarse.

De allí en adelante, dejó de tomar parte en la persecución y también previno a practicantes impidiendo que fueran arrestados.

El practicante mayor con el que estudió el Fa tenía un fuerte pensamiento humano y un gran apego a presumir, por lo que le contó a otros sobre el subdirector. La noticia transcendió y el departamento de policía local le preguntó al oficial si estaba practicando Falun Gong. Tuvo miedo y lo negó. Aun así, el jefe de policía decidió degradarlo y reducirle el salario.

El oficial se ponía muy nervioso siempre que un practicante era arrestado, temiendo que lo reportara a la policía. Dejó de practicar y nunca más contactó nuevamente a practicantes locales. Más tarde, el practicante mayor murió.

Donde quiera que vayan los discípulos de Dafa conocerán seres conscientes con relación predestinada. Si lo hacemos bien, salvaremos a esa persona; pero si no seguimos al Fa, los seres conscientes bien podrían ser destruidos por nuestra culpa.

Como dijo el Maestro:

“…solo si se cultivan a sí mismos bien podrán hacer lo que los Dafa dizi tienen que hacer” (Al Fahui europeo en París).