(Minghui.org) Cuando el partido comunista chino (PCCh) fabricó el engaño de la autoinmolación de Tiananmen en 2001 para poner a la opinión pública en contra de Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, me sentí confundida. Así que cuando conocí a un practicante de Falun Gong, le pregunté: "¿Por qué se prendieron fuego? ¿Qué enseña Falun Gong? ¿Por qué lo practicas?".

Conociendo Falun Gong

Antes de que la persecución comenzara, había varios practicantes de Falun Gong en mi entorno, pero ninguno me había hablado sobre cómo Falun Gong beneficiaba a la gente en mente y cuerpo. Así que decidí leer Zhuan Falun el libro principal de Falun Dafa, y comprobarlo personalmente.

Estaba en un turno de noche con un compañero de trabajo en 2001 cuando leí la biografía introductoria del Maestro Li y me sorprendió saber que existía una persona tan milagrosa. Zhuan Falun enseña que:

"Zhen-Shan-Ren es el único criterio para evaluar si una persona es buena o mala".

Me di cuenta de que todos los practicantes de Falun Gong eran buenas personas, ya que se esfuerzan por seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde entonces comencé a ser más respetuosa con ellos.

Sin embargo, a menudo las interferencias venían a molestarme mientras dormía. Seguí pidiéndole al Maestro Li que me ayudara y recitaba en voz alta la fórmula para enviar pensamientos rectos. Al día siguiente, devolví mi copia de Zhuan Falun a un practicante. Las viejas fuerzas hicieron todo lo posible para evitar que obtuviera el Fa.

Dos meses después, me decidí a terminar de leer Zhuan Falun. Después de leerlo sujeté el libro fuertemente contra mi pecho, dándome cuenta de que era el libro que había estado buscando toda mi vida.

El Maestro dijo:

“Después de que el aprende nuestro Falun Dafa, comprende de repente numerosos interrogantes que toda su vida quiso entender pero a los cuales nunca había encontrado respuesta. Probablemente, acompañando esto, viene una elevación de su mente y su corazón se conmueve mucho; esto es seguro. Yo sé que un cultivador genuino si conoce la importancia de esto y sabe atesorarlo” (Octava LecciónZhuan Falun).

Continué leyendo las demás enseñanzas del Maestro Li y las terminé todas. Cada vez que leía, sentía de todo corazón que me fundía en los principios del Fa; me sentía muy cómoda e incluso olvidaba lo que me rodeaba.

Comencé formalmente a practicar Falun Gong en 2003. Utilicé todo el tiempo libre que tenía y superé todo tipo de dificultades para leer el Fa. Debido a que llegué tarde a la obtención del Fa, sentí que tenía que recuperar el tiempo perdido. Mi trabajo me dejaba bastante tiempo libre, por lo que podía estudiar durante más de cuatro horas al día. Aunque mis compañeros de trabajo hablaban en voz alta a mi lado, nada podía distraerme mientras me concentraba en el Fa.

A menudo, cuando terminaba de leer el Fa, antes de que me diera cuenta mis compañeros ya hacía mucho que se habían marchado. Siempre perdía la noción del tiempo al final de mí jornada laboral; estaba tan concentrada en la lectura. En casa, después de terminar rápidamente las tareas domésticas, me apresuraba en buscar los libros de Dafa para leer. Excepto cuando dormía, mi mente estaba inmersa en las enseñanzas del Fa. Me sentía feliz todo el día, de repente toda mi vida se ha vuelto mucho más clara.

A través de un estudio más profundo del Fa, me iluminé a que mi meta en esta vida era asistir al Maestro en la rectificación del Fa y ayudar a salvar a los seres conscientes. Derramaba lágrimas cada vez que pensaba en la compasión del Maestro y en cuántos reyes y señores celestiales habían descendido al mundo con la esperanza de obtener el Fa.

Le dije al Maestro en mi mente: "Usaré mi bondad para derretir los corazones de las personas y difundir al mundo la misericordia de Dafa".

Elevándome a través del esclarecimiento de la verdad

Después de practicar durante un mes comencé a aclarar los hechos a la gente sobre la persecución de Dafa. Más de trescientas personas, excepto varios supervisores de mi unidad de trabajo, todos escucharon mi aclaración de la verdad, aceptaron materiales y tomaron una postura para romper los lazos que les unían con el PCCh. Sin embargo, tuve que aclarar la verdad muchas veces a algunas personas.

Incluso para aquellos que vinieron a muestro centro de trabajo para hacer negocios, como conductores o contratistas traté de crear oportunidades para decirles la verdad y darles folletos. Durante el día, distribuía la información dentro de mi unidad de trabajo. Por la noche, busqué excompañeros de clase, amigos y colegas tanto de mi marido como míos para aclararles la verdad. Más tarde, siempre y cuando pudiera recordar haber conocido a alguien, haría todo lo posible para encontrar su dirección y hablar con ellos.

En ese momento, mucha gente había sido envenenada por la propaganda difamatoria del PCCh, así que no estaban dispuestos a escucharme. Algunas personas con buenos modales me prestaban algo más de atención, mientras que otras se alejaban o intentaban disuadirme con sus afiladas palabras. Independientemente de sus actitudes, no me sentía enfadada. Aprendí a ser más tolerante y a sonreír a la gente mientras difundía la belleza de Dafa. Soportar de esta manera a veces era doloroso.

Una vez hablando con una pareja que vivía en mi edificio me ignoró cuando les conté sobre la persecución y Falun Gong. La señora me interrumpió y amenazó con denunciarme a la policía si encontraba más materiales de Falun Gong en su puerta. Dije algunas cosas más y volví a casa. En ese momento estaba muy molesta en mi corazón encendí la grabadora y comencé a escuchar la música de Dafa "Pudu" y "Jishi" no pude contener las lágrimas.

Pensé que era demasiado difícil ayudar a salvar a las personas. Pero entonces reflexioné sobre la misericordiosa y benevolente salvación del Maestro hacia todos los seres y me pregunté: "¿Las palabras de la gente común cuentan para algo? ¡Continuaré hablándoles!".

Aun así cada vez que terminaba de hablar con la gente, siempre recordaba cuáles eran mis pensamientos cuando a las personas les gustaba escucharme y también cuando no estaban dispuestos a escuchar. Descubrí que a veces mis malos pensamientos necesitaban ser eliminados. En otros casos, no respondí claramente a sus preguntas. Entonces leía los artículos del sitio web de Minghui a la vez que compartía mis experiencias con otros practicantes para poder mejorar.

A medida que fui ganando más sabiduría en la aclaración de la verdad, mis apegos al miedo, a la preocupación, a la competitividad y a no querer perder la cara fueron desapareciendo gradualmente. Mi xinxing (naturaleza del corazón) se elevaba continuamente, así que fui capaz de difundir la verdad con dignidad y benevolencia.

Después de que casi todas las personas de mi área sabían la verdad sobre Falun Gong, monté en mi bicicleta para llegar a la gente de los pueblos rurales cercanos, las obras de construcción y las fábricas de ladrillos y mortero. Mientras vea a las personas, daré un paso adelante y me dirigiré hacía ellos para decirles la verdad sobre Dafa.

Cuando me encuentro con gente, mi corazón grita con alegría: "¡Seres conscientes, por fin los he encontrado!". Y luego feliz le cuento a todo el mundo de la bondad de Dafa, porque la gente también desea tener información, saber la verdad y renunciar al partido y a sus organizaciones juveniles. Mucha gente sonrió y algunos incluso gritaron: "Falun Dafa es bueno".

Pasando por tribulaciones familiares

Cuando comencé a practicar Falun Gong, tanto la familia de mi esposo como la mía, con la excepción de mi hija, todos se opusieron a mi creencia. Mi marido era el más obstinado. Me maltrataba casi todos los días, especialmente cuando alguien se quejaba de mis esfuerzos de esclarecimiento de la verdad.

En aquel tiempo, me golpeaba e incluso una vez me puso un cuchillo en el cuello, diciendo que me lo cortaría para ver si mi Maestro me protegía. Lo miré directamente a los ojos y concentrada enviaba pensamientos rectos para eliminar los factores malignos que lo controlaban; finalmente soltó el cuchillo.

En otra ocasión, cuando me disponía a salir de casa, me derribó tirándome al suelo junto con mi gran bolsa repleta de materiales para la clarificación de la verdad. Amenazó con divorciarse y denunciarme a la policía. En mi mente, le pedí ayuda al Maestro para negar los arreglos de las viejas fuerzas. En ese momento mi esposo recibió una llamada telefónica y se fue.

Continué con mi práctica de cultivación, y él paulatinamente cambió su carácter. Su personalidad se hizo más agradable y apacible, y ya no dijo malas palabras sobre Dafa. También encontró un trabajo bien remunerado fuera de la ciudad. Sabía que este era el arreglo del Maestro.

Mi hija siempre me apoyó en mi práctica, pero cuando estaba en sexto grado, un día sus compañeros se rieron de ella debido a mi creencia. Así que el director de la escuela habló con mi hija y le pidió que me convenciera de no repartir folletos por todas partes.

Como consecuencia lloró mucho y su actitud hacia mí cambió. A veces me llamaba irrespetuosamente por mi nombre, decía palabras desagradables para herirme e incluso me pegaba cuando perdía los nervios. Me sentía avergonzada, pero como practicante no dejé que mi corazón se moviera.

Cuando mi esposo y mi hija no estaban en casa, lloré arrodillada frente a la imagen del Maestro y le dije: "¡Esta cultivación es demasiado difícil!". Después de llorar me sequé las lágrimas y pensé que no importaba lo difícil que fuera, seguiría el camino arreglado por el Maestro.

Frente a las críticas de mi hija, hice muchos esfuerzos para buscar en mi interior todos mis apegos y gradualmente cambiarme conforme al Fa. Fue un proceso doloroso. Ocho meses después, mi hija volvió a llamarme mamá. También me apoyó en mis esfuerzos por cambiar los malos pensamientos de su padre hacia Dafa. Poco después, bajo mi guía, comenzó a leer Zhuan Falun.

Mientras estaba detenida ilegalmente, mi hija junto con otros practicantes fueron al centro de detención para pedir mi liberación. También llamó a la policía, pidiéndoles que me liberaran. Desde entonces, ha tenido mucho éxito con sus exámenes, desde la escuela secundaria hasta la universidad. Ahora es estudiante de postgrado.

Escapando de la policía y empleados de la oficina 610

En 2007, otros practicantes y yo fuimos a una obra en construcción para aclarar los hechos de la persecución. Allí había muchos trabajadores y un gran número de ellos aceptaron los materiales de Dafa y también acordaron renunciar al partido comunista y a sus organizaciones afiliadas. Uno de mis compañeros me dijo que los dos supervisores se habían negado a tomar los folletos y sugirió que nos fuéramos rápidamente. Pero seguí hablando. Pronto llegó un vehículo de la policía.

Inmediatamente me subí a mi bicicleta y apresuradamente me fui hasta un pueblo. Cada puerta por la que pasaba estaba cerrada, pero a la entrada de la aldea vi a un grupo de personas jugando al Mahjong (juego de apuestas chino). Se me ocurrió una idea: "Esconder la bicicleta y el bolso".

Me alejé de la bicicleta y rápidamente puse mi bolso en un callejón entre dos casas. El vehículo de la policía se acercó a mi lado. Calmadamente me metí las manos en los bolsillos, no miré el vehículo de la policía y caminé hacia el grupo de personas que estaban jugando al Mahjong. Me senté entre ellos. La policía me miró fijamente durante un rato y luego se dirigió hacia el pueblo para seguir buscando.

Los jugadores me preguntaron qué estaba haciendo. Les dije que estaba por buscar a mi tía que vivía cerca. El vehículo de la policía dio vueltas alrededor de la aldea, volvió a mirar fijamente al grupo de Mahjong y finalmente se marchó.

Unos 10 minutos después de que se fueron, monté en mi bicicleta con el bolso sobre el hombro. Llegué al final de la aldea y encontré a otra practicante buscándome. ¡Estábamos tan emocionadas de encontrarnos de nuevo! Ella dijo que en ese momento crítico no había podido montar en su bicicleta, así que mando pensamientos rectos pidiéndole ayuda al Maestro. El vehículo de la policía había pasado junto a ella para perseguirme.

En otra ocasión de ese mismo año, estaba montando mi bicicleta y vi a un grupo de personas de pie frente a un restaurante. Dudé un segundo, pero finalmente fui a hablar con ellos. Mientras les aclaraba la verdad sobre Falun Gong, un motociclista me dijo varias veces en voz baja que me fuera. No presté atención a su advertencia y seguí hablando. Un hombre borracho salió del restaurante y comenzó a maldecirme cuando se dio cuenta de que le había ofrecido información sobre Falun Gong. El motociclista me pidió que me fuera otra vez. Finalmente acepte y quedé a salvo.

Más tarde me encontré con el mismo borracho en otro establecimiento, pero esta vez fue educado conmigo. Fue entonces cuando me enteré de que era un miembro del personal de la oficina 610.

Organizadora voluntaria

Varios practicantes de nuestra localidad eran buenos aclarando la verdad a la gente cara a cara sobre Falun Gong. Tenían menos nociones humanas, fuertes pensamientos rectos y mentes puras. Algunos eran analfabetos. Así que pensé que necesitaba organizar sus esfuerzos para ayudarlos a validar el fa de una manera más efectiva.

De cinco a seis de nuestros practicantes locales a menudo andaban en bicicleta como un equipo para difundir la verdad. Dondequiera que salimos, la mayoría de la gente aceptaba nuestros materiales y estuvo de acuerdo en abandonar el PCCh. Involuntariamente me convertí en coordinador. Usando nuestra área como punto de partida, nuestro equipo de ciclistas cubrió un área dentro de un radio de veinte kilómetros.

Han pasado más de diez años desde que comenzara a practicar Falun dafa. Mi mayor iluminación es que el camino de cultivación arreglado por el Maestro para nosotros es el mejor. Mientras practiquemos diligentemente, lo que el Maestro nos concede es lo mejor.

Actualmente mi entorno de trabajo también es muy favorable, porque estoy en comunicación con mucha gente de todo el país. Aunque el tiempo de contacto es corto, hago todo lo posible por aclarar la verdad, repartir materiales y ayudar a las personas a renunciar al partido y a sus organizaciones juveniles.

En mi mejor día, puedo aclarar la verdad a veinte personas y repartir cerca de cuarenta folletos, también muestro el comportamiento benevolente y altruista de un discípulo de Dafa con el fin de sentar las bases para la salvación de seres conscientes en el futuro.