(Minghui.org) Una mañana apagué la alarma de mi despertador, y me volví a dormir. Entonces, tuve un sueño: varias chicas se estaban preparando porque iba a dar comienzo lo que parecía una competición en aguas abiertas. Antes de empezar, el entrenador les recordó que debían ir, con fuerza, contra la corriente para conseguir avanzar. Pensé que subirían a alguna embarcación, pero no había ninguna. Las chicas entraron caminando en el agua y se hundieron hasta el fondo. Observé cómo flotaban sus cabellos en la superficie.

Aunque luchaban infatigablemente, no conseguían avanzar contra la corriente. Me empecé a preocupar. Las vitoreé  para intentar animarlas, pero no funcionó, así que tomé un palo de la orilla y me metí en el agua con la intención de rescatarlas. La primera chica que encontré, se agarró y logró salir del agua arrastrándose. Seguí buscando hasta que, finalmente, encontré a cada una y todas acabaron saliendo del agua.

Cuando desperté del sueño, tenía muy claro que el Maestro me había dado una pista: debía aprovechar el tiempo. Me preocupé mucho cuando vi a practicantes locales preparándose para irse de vacaciones de Año Nuevo y descuidando la cultivación. Algunos no me tomaron en serio cuando traté de advertirles. Estuve pensando en escribir un artículo de intercambio para compartir sobre eso, pero estaba demasiado ocupada. Este sueño me hizo dar cuenta  que el Maestro estaba preocupado por nosotros, y también que había desatendido mi cultivación. A continuación les expongo mi experiencia. Si encuentran algo inapropiado, indíquenlo compasivamente.

Durante las festividades del Año Nuevo Chino, los practicantes diligentes estaban ocupados salvando gente, pero algunos otros, especialmente las mujeres, estaban ocupadas preparando la comida de las fiestas y disfrutando del momento con sus hijos. Cocinaban comida tradicional e incluso mataban pescados. Dignificaron lo que estaban haciendo llamándolo:"Ajustarse al estado de la sociedad humana común", olvidando por completo para qué vinieron hasta aquí. También olvidaron que fue el inmenso sufrimiento de Shifu lo que prolongó este período de tiempo actual para que los practicantes de Dafa pudieran salvar a la gente. Mi entendimiento personal es que quien pierde el tiempo está cometiendo un crimen.

Una mentalidad humana es propia de una persona común

Una practicante local que tiene 70 años, había sido operada de uno de sus ojos y casi no podía oír nada, antes de comenzar a practicar Falun Dafa. Tanto sus ojos como sus oídos mejoraron después de comenzar a cultivarse. Temía al sufrimiento y se dejaba atraer por el tipo de vida sencillo y cómodo de una persona común. Organizó, durante muchos años, un grupo de estudio del Fa en su casa. Aproximadamente, 10 días antes del Año Nuevo Chino, anulaba las reuniones de estudio grupales para preparar sus vacaciones.

El primer día del Año Nuevo Chino, pensó:"No voy a hacer los ejercicios o estudiar el Fa hoy. Quiero vivir como lo hace una persona común y relajarme, aunque sea solo por este día".

Al día siguiente no podía oír nada, ni ver con claridad. Los practicantes locales compartieron con ella, desde la perspectiva del Fa, y la animaron a reconocer que aquel pensamiento suyo fue incorrecto. Se arrepintió y prometió al Maestro que lo haría mejor. Los practicantes locales enviaron pensamientos rectos para ayudarla. Gradualmente, recobró tanto su vista como su audición.

Recuperó su audición por completo tras presentar una denuncia penal contra el ex dictador chino Jiang Zemin en 2015, principal responsable de iniciar la persecución a Falun Dafa. Cuando alguien le preguntó cómo había recuperado su audición, respondió: "Porque mi yerno (que había sido encarcelado por un delito relacionado con cierta cantidad de dinero) fue liberado y regresó a casa. Me alegré tanto que recobré la audición".

Perdió la audición en cuanto dijo aquello. Más tarde, recapacitó y cayó en la cuenta  que sus pensamientos no eran rectos: "Cultivo Falun Dafa, fue el Maestro quien me devolvió la audición".

Después, se mudó a un edificio de departamentos. Salió a la calle a dar un paseo pero no fue capaz de encontrar el camino de regreso. Así que su hijo se asustó y se negó a dejarla salir sola a partir de entonces. Su estado de cultivación cayó en picada.

Los practicantes locales seguían estudiando el Fa en su casa e intercambiando experiencias, pero era evidente que algo no funcionaba. Un día, comentó que quizás las viejas fuerzas dejarían de perseguirla si abandonaba la cultivación.

Los practicantes locales fueron a hablar con ella en cuanto descubrieron sus intenciones, pero ya era demasiado tarde. Su hijo y su nuera, que se habían mostrado muy solidarios con que practicara Falun Dafa, ahora incluso le impedían estudiar el Fa. Se justificaron diciendo que:“Se sofocaba mucho, cuando estudiaba el libro porque no podía ver bien las palabras”. Finalmente, les pidieron a los practicantes locales que no volvieran a organizar reuniones en su casa para estudiar juntos el Fa. En la actualidad, esta practicante dejó de ser una mujer autosuficiente, no es capaz de cuidarse por sí misma.

Cultivarnos para salvar a la gente, no para volvernos más saludables

Una practicante local tenía fama de ser muy activa aclarando la verdad cara a cara. A menudo, salía con otros practicantes a distribuir copias del Semanario Minghui y a colocar adhesivos con información sobre Falun Dafa. Sin embargo, un día compartió con los practicantes locales: “Hacemos las mismas cosas un día y otro día, pero ¿cuándo podremos dejar de hacerlo?”.

En la primavera de 2017, de repente, sufrió un derrame cerebral y la llevaron al hospital, a la sala de emergencias. Gracias al fortalecimiento del Maestro y a los pensamientos rectos de los practicantes locales, sobrevivió, pero dejó de ser autosuficiente, se volvió incapaz de cuidarse por sí sola. Esto no dio muy buena imagen en nuestra localidad.

Su familia también la culpó y dijo: "Tú salías todos todos los días y ¿a  dónde te llevó?".

Más tarde, después de haber aflojado en su cultivación, padeció nuevamente síntomas de derrame cerebral y la ingresaron en el hospital. Esto le hizo despertar y en cuanto salió, comenzó a hacer las tres cosas diligentemente. Les advirtió a sus hijos: “No se les ocurra interferir con mi cultivación". Si lo hacen y me enfermo, será su responsabilidad.

El Maestro se ocupa de todo cuando nos enfocamos en salvar a la gente

No estoy hablando de las experiencias de las compañeras practicantes para culparlas por lo que hicieron. Todos estos son fenómenos causados por las viejas fuerzas. Me pregunto cómo podríamos romper con la interferencia de las viejas fuerzas y salvar a la mayor cantidad posible de personas, en el tiempo que nos queda.

En los casos anteriores, pudimos observar que el xinxing de la practicante anciana volvió a caer al estado de una persona común tan pronto como quiso ser una de ellas, y que la practicante que se veía tan diligente, su diligencia no se dirigía a salvar a la gente, sino a garantizar su propia condición física. Consideró las tres cosas como un acuerdo que había hecho con el Maestro, pero en realidad pensaba: "¿cuándo podremos dejar de hacerlo?”. Sus brechas dieron a las viejas fuerzas la excusa para perseguirla, lo cual acabó mansillando, de alguna manera, la imagen de Dafa.

Shifu dijo:

"Hoy Shifu ha hablado a todos un poco fuerte, también pienso que es para que todos puedan estar alertas y despiertos. Cuando ustedes salvan a la gente del mundo y los quieren despertar y salvar, ustedes mismos también tienen que estar despiertos e iluminados. Cuando hacen muchas cosas, se olvidan de su propia cultivación; eso tampoco va. Ustedes son cultivadores, estas palabras no se refieren a tu pasado, a lo que has hecho o a tu comportamiento, estas palabras se refieren a tu esencia, al significado de tu vida, a la responsabilidad que cargas, a tu misión histórica, solamente así eres un Dafa dizi verdadero". (Qué es un Dafa Dizi).

Los practicantes genuinos pueden sentir la protección del Maestro en todo momento. Cuando queremos salvar a las personas, desde lo más profundo de nuestros corazones y olvidarnos de nosotros, ya estamos transitando el camino que el Maestro pavimentó. Shifu puede hacer todo por nosotros.

Hace poco leí un artículo en el sitio web Minghui en el que una practicante compartió su experiencia cuando salió a la calle a salvar a la gente en la víspera de Año Nuevo  Chino. Se olvidó de la hora y llegó tarde a casa. Comenzó a preparar la cena de inmediato, porque sus hijos le habían prometido que irían a su casa a celebrarlo. Le tomó solo media hora cocinar un menú de siete platos. Ella dijo que realmente podía sentir que el Maestro la fortalecía. Tan pronto como la cena estuvo lista, sus hijos aparecieron. Su hermana mayor trajo un poco de carne, pan cocido al vapor y pastel, que no me había dado tiempo a preparar. Todos elogiaron la cena.

Eso me hizo reflexionar sobre mi propia experiencia. El día anterior a la víspera de Año Nuevo Chino, salí por la mañana, a contarle a la gente la verdad sobre Falun Dafa. Cuando regresé a casa, ya era mediodía. De repente me di cuenta  que todavía no había colocado ningún texto en mi puerta (Una tradición local que se realiza en la mañana de la víspera de Año Nuevo Chino). Me resistía a usar las frases de la gente común. Mientras pensaba en ello, una compañera practicante vino a visitarme, vi una hoja de papel rojo (los carteles para los textos del nuevo año son rojos) colgado del manillar de su bicicleta. Cuando entró en mi patio, dijo: "No tengo idea de quién se estaba preparando para escribir algo en esta hoja de papel rojo". La acabo de ver tirada en el suelo. Se veía muy limpia, así que la recogí".

Sonreí y afirmé: "Shifu sabe que aún no escribí el texto para mi puerta, así que hizo que me entregaras este cartel rojo. Es tan compasivo".

Más tarde le pedí a mi vecino, un practicante, que escribiera algo para mí.

Algunos practicantes siempre intentan evitar los sufrimientos y centran toda su atención en brindar protección y seguridad a sus familias. Sin embargo, aunque se esfuercen al máximo, este cuidado y atención son muy limitados al encontrarse enterrados en los sentimientos humanos. En esta situación, es difícil para un practicante sentir que el Maestro lo está protegiendo.

Lo que me gustaría compartir es que lo más importante, en la vida de un practicante de Dafa, es salvar a las personas. Si invertimos todo nuestro tiempo en nuestras familias, ¿no estamos desperdiciando nuestras propias vidas? Mientras tanto, estamos propiciando que nuestra familia se atraiga yeli (karma), sin saberlo. ¿Es compasivo tratarlos de esta manera?

Recientemente, en un programa de Radio Minghui, escuché a un practicante de la provincia de Guizhou recordar que, durante el Año Nuevo Chino de 1994, un sitio de práctica permaneció cerrado durante tres días para celebrar las fiestas. Pero al Maestro nada se le escapa. En seguida, el responsable de la Asociación de Falun Dafa de Guizhou recibió una llamada telefónica del Maestro, que le preguntó: “¿Los practicantes de Falun Gong se han tomado días de descanso para celebrar el Año Nuevo Chino en su localidad?”.

Veinte años han pasado en un instante. Los practicantes de Dafa de hoy deben madurar para que el Maestro no tenga que preocuparse por ellos. ¡Todos deberíamos saber que no existen vacaciones cuando se trata de cultivación!

Mi intercambio también es para alentarme a ser más diligente. Siempre me levanté tarde, por las mañanas, para hacer los ejercicios. Por eso, tuve este sueño.

Espero que podamos cultivarnos diligentemente y ser dignos de las expectativas que el Maestro ha depositado en nosotros. Transitemos bien el camino que resta de nuestro viaje.

Gracias, Maestro. 

Gracias, compañeros practicantes.

Heshi.