(Minghui.org) Mi esposo es un buen hombre que no habla mucho. Le gustaba leer varios libros de qigong. Siempre creyó que el qigong era bueno para la salud, así que comenzó una práctica a fines de 1993. El qigong era muy popular en ese momento.

No sabía qué era el qigong, y me preguntaba por qué la gente lo practicaba. A menudo cuestionaba a mi esposo por curiosidad por qué estaba practicando.

Influida por la cultura atea del partido comunista chino (PCCh), no creía el tipo de cosas que escuchaba sobre los qigong -cosas como adquirir buena salud o habilidades sobrenaturales- pero muchas personas en el trabajo comenzaron a practicarlo.

Mi hermano también se unió a una clase de qigong por unos días. Dijo que era maravilloso y que había aprendido mucho de él.

Encontrar mi verdadero Maestro

Decidí comenzar a practicar el qigong y fui testigo de algunas cosas difíciles de creer. Cuando se abrió mi ojo celestial experimenté muchas visiones aparentemente inexplicables, como remolinos de discos y arco iris, diferentes dimensiones y otras cosas. Estas cosas sucedieron de manera bastante poderosa y fácil.

Debido a mis habilidades, se me acercaron practicantes de varias escuelas de qigong que querían enseñarme sus cosas. Sentí que ninguno de ellos era mi verdadero maestro, por lo que decliné amablemente. Realmente quería encontrar mi propio maestro.

Me senté en posición de loto completa una vez y pensé: "Quiero ver a mi maestro. Por favor déjame verlo. Seré muy feliz incluso si solo echo un vistazo". Luego esperé en silencio.

Después de unos cinco minutos, vi una luz colorida desde lejos acercándose. La luz se hizo más y más brillante, gradualmente más y más clara. Entonces vi un Fo dorado con pelo azul rizado. Se sentó con las piernas cruzadas sobre una gran flor de loto, con las manos en posición de meditación. El Fo luego desapareció lentamente.

Cuando les conté a los amigos de mi hermano lo que vi, uno de ellos dijo: "Ese es el Maestro de Falun Dafa". Debes tener una muy buena relación predestinada. Iré a casa a buscar el libro para ti.

En el libro, vi el retrato del Maestro de Falun Dafa. Era la misma persona que había visto, solo el color del pelo era diferente, ya que el Maestro en el libro tenía cabello negro.

Compartí el libro, Zhuan Falun, con mi esposo y terminé de leerlo ese día. Sentí que esto era exactamente lo que quería. Mi esposo estaba feliz por mí y dijo que quería aprenderlo también. Ambos comenzamos a practicar Falun Dafa.

Temía que mis movimientos de ejercicio no fueran precisos, así que solo hice la meditación sentada. Mi esposo no podía esperar, sin embargo, siguió las imágenes en el libro y comenzó a hacer los ejercicios en su totalidad. Ambos estábamos felices todos los días, y ya nada nos molestaba.

La alegría de la cultivación

A nuestra compañía no le iba bien antes de comenzar a practicar Falun Dafa. Mi esposo y yo hablamos sobre nuestra situación y decidimos que yo saldría de la ciudad para conseguir un nuevo trabajo a principios de 1996.

También acordamos que yo buscaría otros practicantes en la nueva área para aprender los movimientos de ejercicios, y que él me alcanzaría después que me estableciera.

Entonces fui a la casa de mi primo y le pedí que me ayudara a encontrar un trabajo. Cuando medité por la mañana, la suegra de mi primo me vio y me preguntó qué ejercicio era.

Le dije que era Falun Dafa. Ella me informó que había muchas personas en el parque que lo practicaban. Me dirigí al parque a la mañana siguiente y escuché música hermosa. Seguí el sonido y vi una gran mancha de luz roja en la distancia. El Maestro se sentó encima de la luz roja, y un gran Falun giraba debajo suyo.

Estaba muy emocionada. Luego vi a unos diez practicantes haciendo los ejercicios en la luz roja. Las lágrimas corrían por mi cara cuando me acercaba al sitio de ejercicios. Crucé las piernas y comencé a meditar. Mis lágrimas no se detuvieron hasta que paró la música. No quería que terminara. Todos los demás practicantes se habían ido cuando abrí los ojos.

De camino a casa me arrepentí por perder la oportunidad de hablar con ellos, así que fui allí nuevamente a la mañana siguiente. Esta vez, cuando la música dejó de tocar, descubrí que los otros practicantes me estaban mirando en silencio.

Uno de ellos preguntó: "Hermanita, ¿qué ejercicio estás haciendo? Lo estás haciendo muy bien". Dije que era Falun Dafa. Me miraron con curiosidad y me dijeron: "¿Cómo es que no hiciste movimientos?". Les dije que de donde vengo mi marido y yo practicamos solos Falun Dafa, y no sabíamos cómo hacer los ejercicios.

Me enseñaron los movimientos de inmediato.

Mi esposo y yo nos sumergimos en Dafa. Comimos alimentos simples, sin molestarnos en pasar demasiado tiempo cocinando. También vestimos casuales y sencillos, no teníamos preocupaciones, solo felicidad.

Además de ir a trabajar y dormir, pasamos todo nuestro tiempo estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Sentimos que éramos las personas más afortunadas del mundo.

Vi o sentí los Fashen del Maestro y muchos Falun a nuestro alrededor todos los días cuando hacíamos los ejercicios. También vi diferentes flores del tamaño de una rueda en el sitio de práctica.

Más tarde regresé a mi ciudad natal, y supe que algunos practicantes estaban haciendo los ejercicios de Dafa allí. Mi familia fue a aprender de ellos. Allí, vi a muchos Falun ayudando a solucionar problemas de salud a las personas. El Fashen del Maestro estaba sonriendo, mientras los niños que nos rodeaban también veían los Falun.

Mientras estudiaba Dafa, poco a poco vi algunos de mis apegos. Me desharía de ellos tan pronto como los descubriera.

Fue justo como Shifu dijo:

"Estudia el Fa y obtén el Fa,
comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación,
haciéndolo todo de acuerdo a Él,
si puedes hacerlo así, cultivación será"

(Cultivación sólida, Hong Yin)

A veces veía las flores y las plantas dándome la bienvenida cuando meditaba. También sentí que mi cuerpo se hacía cada vez más grande. Le conté a mi esposo sobre estas escenas, y él estaba feliz por mí. Pero él siempre me advirtió del apego al fanatismo.

Vivimos felices hasta 1999.

Permitir que la gente sepa sobre Dafa en medio de tribulaciones

El PCCh comenzó a difamar brutalmente a Dafa el 20 de julio de 1999. Después de eso, los practicantes sufrieron una persecución brutal sin precedentes.

Aclaré los hechos un poco durante este tiempo, principalmente a través de la distribución de materiales informativos de Dafa. Una vez, fuimos vistos por el guardia de seguridad en un distrito y llamaron a la policía. Fuimos arrestados y sentenciados a dos años en un campo de trabajo forzado.

No estudié el Fa lo suficiente durante ese tiempo, y no pude entender racionalmente el Fa. Aunque hice todo lo posible para ser una buena persona en el campo de trabajo forzado y hablarle a la gente sobre Falun Dafa, cometí un gran error al escribir una declaración en la que me comprometía a no practicar más.

Después de mi liberación, sabía que tenía muchos apegos fuertes. Medité y leí los libros de Dafa a veces, pero nunca leí artículos en el sitio web  Minghui. Sabía que lo más importante era cultivarme bien, pero en realidad me estaba alejando cada vez más de Dafa.

Los compañeros practicantes estaban muy preocupados por mí y la situación de mi esposo. Comenzaron a estudiar el Fa con nosotros y nos animaron a hablar con la gente sobre Dafa. Aunque salí con ellos, siempre tuve algo que me bloqueaba. No pude ver por completo el significado de hablarle a la gente sobre Dafa.

Era muy terca, y nada podía influir en mí si no podía ver un significado claro para hacer algo. Lo hacía solo después de haberlo pensado bien.

Así que no abrí la boca para hablar con la gente sobre Dafa. Solo les dije a aquellos a los que conocía que yo era una practicante de Dafa, que Dafa es bueno, y que nuestro Maestro quería que siguiéramos los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en nuestras vidas diarias. Casi todas las personas con las que contacté dicían que yo era una buena persona.

Empecé a trabajar para una empresa en 2007 gracias a un practicante llamado Lin [alias]. A menudo veía a los practicantes Lin y Wen [alias] en el trabajo. Hacían las tres cosas que un practicante debía hacer muy bien, y les permitían a todos en nuestra compañía saber acerca de Dafa.

No hice las tres cosas activamente en ese momento. Solo hablé acerca de Dafa con aquellos que me caían bien. Después de ver lo que hicieron Lin y Wen, vi mis defectos. Ellos fueron de gran ayuda para mí.

La hermana de Lin vino a mi casa un día de septiembre de 2011 y me dijo que quería salir conmigo para hablar con la gente sobre Dafa. No estaba a la altura, pero fui de todos modos. Sin embargo, me volví enérgica cuando vi su benevolencia al salvar gente.

A lo largo de ese día, trabajamos muy bien juntas hablando con todo tipo de personas. Realmente gané mucho con su ayuda. Sabía que estaba equivocada al albergar la mentalidad que tenía. Sabía que no había alcanzado el progreso de la rectificación del Fa del Maestro.

Al Maestro solo le importa nuestro corazón, así que mientras nuestros corazones quieran salvar a la gente, Él nos ayudará.

Fue justo como Shifu dijo: "La cultivación depende uno, el gong depende del Shifu" (Zhuan Falun).

Poco a poco, salí a hablar con las personas sobre Dafa y la persecución por mi cuenta. También comencé a decirle a más gente acerca de Dafa en el trabajo.

Las flores de Udumbara pronto florecieron en varios lugares de nuestra oficina. Me sorprendió ver que algunas incluso habían florecido en los palillos que uso. Sabía que era el Maestro animándome, queriendo que me cultivara tan diligentemente como cuando comencé.

Sé que debo trabajar duro y cultivarme bien. Como tal, recientemente agregué otro pensamiento cuando envío pensamientos rectos: "Debo hacer bien al seguir el camino que Shifu arregló para mí".